Treinta

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Al fin, días después, Gun abrió sus ojos.

—¿Dó-Dónde estoy?, ¿Que hago aquí?—preguntó extrañado mirando toda la habitación—...¿Hay alguien?...oigan, ¿Por qué estoy todo lleno de vendajes?.

Singto que estaba en el pasillo hablando con el médico de guardia, lo escuchó y rápidamente entraron.

—Tranquilo, no puedes levantarte—Dijo el alfa acercándose y sujetandole del brazo.

El omega empezó a temblar mirándolo con asombro.

—¿Quién es usted?, ¿Por qué me toca?.

—Señor Atthaphan—habló entonces el doctor—…¿cómo se encuentra?.

Gun miró entonces a este.

—¿Qué estoy haciendo aquí?, ¿Por qué me dice señor Atthaphan?, ¿Acaso ese es mi nombre?.

El moreno alfa muy confuso miró al médico también.

—¿Qué ocurre?, ¿Por qué no sabe quien soy?

El doctor suspiró con pesar, mientras revisaba las constantes vitales del pequeño omega.

—Su nombre es Gun Atthaphan, dígame, ¿Qué es lo que recuerda?.

El omega se quedó pensativo unos minutos tras mirar a Singto con miedo y entonces agarró la mano del médico.

—Nada, no recuerdo nada.

—Oh Dios no—Exclamó el moreno—…¿Qué ocurre?, ¿Por qué le pasa esto a mi amigo?.

—Calmese, señor Prachaya...así no ayuda.

—¿Qué me pasó?, ¿por qué estoy aquí?, dígame—preguntó también Gun.

El moreno entonces hizo un guiño al doctor y ambos se fueron a un lado de la habitación.

—Por favor no le diga la verdad de lo que le pasó, tal como está sería muy impactante...inventese algo.

—Está bien, como quiera.

Nuevamente el doctor regresó con el pequeño omega.

—Bien, tranquilo, yo le explicaré—Dijo este amablemente—...este es su buen amigo y vive en su casa... usted ha sufrido un accidente y por eso está internado en el hospital.

—¿Un accidente?, ¿Qué clase de accidente?.

El médico miró al moreno.

—De coche—Dijo rápidamente Singto.

—Ah.

—Si, usted iba en un coche y chocó.

El omega los miró confuso.

—¿E iba yo solo?, ¿Nadie más resultó herido?.

El moreno alfa negó.

—No, usted fue el único que resultó herido— habló finalmente el buen doctor.

De repente la puerta se abrió y Off fue quien entró.

—Oh vaya, al fin...que bien que estés despierto, Gun—dijo llenando sus pulmones del aroma a canela.

El omega volvió a temblar aunque anonadado por la belleza del alfa.

—Señor Jumpol, Gun no recuerda nada— Habló el moreno.

—Oh Dios no, mi pequeño—suspiró el alfa acercándose a la cama—...¿de verdad no me recuerdas?, soy yo, Off.

El omega negó aún temblando y sin dejar de volver a inundar la habitación con su aroma.

4. Aroma de canela -Offgun -Omegaverse TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora