Diecinueve

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Gun llegó a su habitación roto de dolor, todo por lo que había luchado al negar lo evidente y poner barreras entre el alfa y el, se había venido abajo en un estante, en el que ni siquiera había tenido voluntad para evitarlo.

Se odiaba por haber sido tan débil y sucumbir a la fuerza del alfa pues lo había perdido todo en un instante y por ello debía marcharse cuanto antes.

Rápidamente cogió toda su ropa y sus maletas y empezó a llenarnos, no iba a esperar a las mañana, ya que sabía que en cuanto Tay y la esposa de Off viesen su marca, estaría perdido.

Cogió su móvil y torpemente por los nervios, marcó el número de un taxi para que lo viniese a recoger en cuanto saliese de aquella mansión, a la que no tenía pensado regresar nunca pues tenía que olvidarse de todo, olvidarse de los niños y sobre todo olvidarse del alfa.

Con mucho cuidado y sin apenas hacer ruido, este salió de la habitación, bajó las escaleras hasta el recibidor y una vez allí, abrió la puerta y salió tras ella lo rápido que pudo.

El omega lloraba desconsolado pues nuevamente tendría que volver a casa de su amigo Singto y luego ponerse a buscar un nuevo trabajo.

Al rato llegó a la casa del moreno alfa y entonces llamó a la puerta.

-Hey Gun pe-pero, ¿Qué estás haciendo aquí en mitad de la noche?, ¿Por qué no estás con los Jumpol?-preguntó este muy extrañado al abrir.

El omega rompió a llorar.

-Me he tenido que ir...he metido la pata, ¿Podrías acogerme de nuevo?.

Su amigo lo sujetó de los hombros y luego lo abrazó.

-Ven, anda pasa...vas a helarte si te quedas aquí fuera.

Ambos entraron y caminaron al salón luego de dejar las maletas en el recibidor.

-Gun, ¿Qué estás haciendo aquí?-preguntó Krist sorprendido.

Todos se sentaron y mientras el pequeño omega limpiaba sus lágrimas, la pareja esperó paciente una explicación.

Este no sabía por donde empezar, sentía mucha vergüenza, así que optó por descubrir su hombro y enseñar la marca.

-Oh Dios mío, ¿Quién te ha hecho eso?, ¿Ha sido Tay?, ¿él te obligó por eso estás así?, le golpearé — Singto estaba muy molesto.

El omega negó.

-Entonces, ¿quién ha sido, amigo?, ¿Y por qué estás fuera de la mansión y en esas condiciones?...¿Acaso te han violado?.

Gun negó nuevamente.

-¿No vas ha decirnos nada de lo que te ha pasado?....¿Los Jumpol te han despido?

Este se echó a llorar otra vez.

-N-No, me he ido y-yo-dijo finalmente.

El moreno alfa comprendió que su amigo no iba a decir nada más por el momento, así resopló resignado y se levantó del sofá.

-Ven, anda...te ayudaremos a instalarte...luego te prepararé algo caliente e iremos a dormir...mañana será otro día, ¿de acuerdo?.

El omega limpió sus lágrimas de nuevo y asintió conforme.

-Si, de acuerdo.

La noche fue interminable, Gun se pasó todo el tiempo mirando al techo sin dejar de llorar, ¿Cómo iba a ser su vida de ahora en adelante?, ¿ Y cómo iba a soportar la agonía de estar lejos de Off?, esas eran dos de las preguntas sin respuesta, las cuales golpearon su mente una y otra vez, hasta que llegó el amanecer.

4. Aroma de canela -Offgun -Omegaverse TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora