Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...
A varios kilómetros de allí, concretamente en la lujosa mansión Jumpol, Off y su esposa discutían por enésima vez antes de irse a sus respectivos trabajos.
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Ambos alfas se habían conocido en la Universidad años atrás y se habían enamorado al instante.
Luego de cuatro años de noviazgo, se habían dado el si quiero en una grande y bonita ceremonia llena de amigos y familiares.
De eso ya habían pasado ocho años y fruto de esa unión, habían llegado al mundo; Pete de siete años, Candy de seis y James de cuatro.
...—Pero querida, ese es tu cometido...sabes que a mi no se me da bien esto.
—Yo ya he entrevistado las de ayer...hoy lo harás tú, lo siento.
—Pero Samantha, yo no sé que decirlas.
-No...No te niegues más, Off... ya habíamos quedado en que tú las entrevistarias hoy...Lo siento, yo no puedo...Me esperan en una reunión muy importante.... lo siento, suerte...adiós.
-Oye Samantha...espera...¡Sam!.
El empresario alfa bufó molesto al ver marcharse a su esposa y resignado entró a la biblioteca, la cual era su refugio sagrado.
Luego de unos minutos revisando unos expedientes de su empresa, su ama de llaves llamó a la puerta.
-Señor, las nuevas solicitantes de hoy están empezando a llegar....la señora me dejó dicho que usted se ocuparía.
—Si, está bien, Greta...haga pasar a la primera—habló sin mucho afán.
Una a una, las omegas y betas que habían acudido a la entrevista tras ver el anuncio fueron pasando, aunque ninguna pareció convencerlo pues no tenían nada de diferencia a las que ya habían pasado por el puesto.
Quizás era porque ese ya era el tercer día que llevaban de entrevistas en las que se habían presentado más de veinte y que al parecer ninguna le había parecido bien a su esposa pero el alfa estaba harto y no quería que se alargara más.
Su esposa se había quejado de que todas eran o muy jóvenes y bellas o muy mayores y estrictas y que todas eran perras en celo.
La verdad era que ya iban por la décima institutriz y ninguna se había amoldado a los niños o habían dado quebraderos al llegar sus celos pues se le habían echado a los brazos, al verlo tan guapo y varonil.
Muchas veces había tenido problemas con su esposa pues esta muerta de celos las acababa echando a todas, a pesar de que este ni las había mirado.
El empresario, ya aburrido de escuchar las mismas cosas y ver pasar a las omegas de esa mañana, decidió hacer un parón y tomarse un café en el balcón mientras respiraba el aire puro.
De repente vio salir de un taxi a un chico que parecía ser omega y adentrarse en su propiedad.
-¿Un omega hombre?...¿Qué hará aquí?-se preguntó-¿Acaso vendrá a la entrevista?.
El alfa lo siguió con la mirada hasta que este se paró justo en la entrada principal, desde lo alto el alfa pudo apreciar las femeninas curvas del pequeño omega, al igual que su bello rostro.
Sin esperar más, se terminó el café rápidamente y se sentó nuevamente en el sillón de su escritorio, muerto de la curiosidad.
-Haga pasar a la siguiente-dijo a su ama de llaves por el interfono.
Nuevas chicas entraron luego y volvieron a aburrir al alfa con sus halagos y gemidos de reclamo.
Cuando ya este había perdido toda esperanza, le llegó el turno al omega, el cual algo asustado entró a la biblioteca.
-Bue-Buenos días señor...me llamo Gun Atthaphan y vengo por el anuncio...tenga, mi currículum-dijo este tímidamente entregándole la hoja de papel.
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E
l alfa respiró profundamente y entonces se sintió algo mareado.
-Si-Siéntate un momento...tu olor...tu olor es muy ...
-¿Fuerte?...si lo sé, ya me lo han dicho otras veces.
Off negó.
-No...no es fuerte...es exquisito...¿Qué es?.
-Canela, señor...todos me dicen que mi aroma natural es la canela pura.
-Wow...emm pues es deliciosa...-balbuceó embobado Off sin sacarle los ojos de encima al hermoso omega.
-Gracias...usted es el primero que no me rechaza nada más verme.
El empresario frunció el ceño confuso.
-¿Te han rechazado de esa manera tan poco profesional?.
El omega miró al suelo avergonzado.
-Si bueno...como leerá en ese papel, yo estudié la carrera de Magisterio pero no me han querido contratar en ningún colegio, por eso como última esperanza he acudido a esta entrevista.
El alfa carraspeó, entonces comenzó a revisar el currículum de Gun atentamente y a continuación suspiró.
-Estás contratado-dijo al terminar.
El omega no podía creerlo.
-¿En serio, señor?...¿me-e da el tra-trabajo así sin más?.
Off asintió fervientemente pues ya estaba cansado de entrevistar a las posibles candidatas y quería terminar con esa carga.
-Si, empiezas mañana...ve a por sus cosas, ya que uno de los requisitos es estar interno de lunes a sábado y el domingo será tu día libre...¿aceptas?
El pequeño omega sonrió muy entusiasmado.
-Oh Dios mío...¿Lo dice en serio?...claro, claro que si...por supuesto que acepto, muchas gracias.
