Advertencia:
Esta historia contiene escenas de sexo duro y vocabulario fuertes, además de comportamientos abusivos, como violación, agresión, etc...por ello, si eres sensible a estos términos no continues. Sin embargo, quiero decir que no puedes olv...
Las clases de ese día transcurrieron con normalidad, aunque el omega estuvo muy pensativo e intranquilo y eso los tres niños lo notaron.
...-Hermano, ¿estás dormido? ... Pete....Pete-llamó Candy en la oscuridad de su habitación.
-No...no estoy dormido, ¿Qué te ocurre?
-Estoy preocupada, ¿Crees que papá y mamá le hayan regañado mucho al institutriz?-habló de nuevo la pequeña levantándose y sentándose en la cama.
-No lo sé...la verdad es que mamá estaba muy molesta y él estuvo todo el día muy raro.
-¿Creéis que haya sido por lo de ir a la playa?-preguntó entonces el más pequeño uniéndose a la conversación.
-Yo quise preguntarle pero no me atreví-contestó la niña.
-Deberíamos darnos por vencidos....papá y mamá nunca van a dejarnos ir- habló el mayor sentándose también en la cama-...Gun es genial y no quiero que se vaya.
-Si tienes razón...yo tampoco quiero que se vaya, me gusta mucho y es bueno con nosotros.
-Si lo es James y además él prometió no intentar llevarse a papá-dijo Candy tumbándose de nuevo-... Ojalá se quede para siempre.
-Si Ojalá-dijeron al unísono los dos hermanos varones tumbándose también.
(...)
En la mañana siguiente, Gun se levantó luego de pasarse la noche mirando al techo, luego se aseó, se vistió y se dispuso a ir a despertar a los niños.
-Buenos días-dijo Off caminando por el pasillo muy sonriente al encontrarse con este.
-Oh buenos días.
El alfa frunció el ceño pues al aspirar el aroma del omega notó que tenía toques amargos.
-¿Te encuentras bien?, ¿Te preocupa algo?.
Gun negó con la cabeza pero Off no le creyó.
-Ven hablemos-dijo cogiéndolo por el brazo y llevándolo a otra habitación.
-Pe-Pe debo despertar a los niños...te-tengo que hacer mi trabajo.
El alfa gruñó molesto y acto seguido lo sentó en la cama.
-Ahora mismo vas a decirme que ocurre... no soporto que estés tan triste y lo sé porque tu cara y además tu olor ya no es el mismo.
-Estoy bien, es solo que no descansé mucho.
El alfa gruñó de nuevo mientas comenzó a moverse inquieto de un lado a otro pues el aroma del omega cada vez era más intenso y desconcertante para él.
-Me vas a volver loco, Gun, ¿Acaso no estás contento aquí?, ¿Estás así por la tontería de ayer?.
El omega rompió a llorar y entonces a este se le cayó el alma al suelo.
-Lo siento, no es mi intención dar problemas...yo tan solo quiero encontrar mi lugar.
Off se acercó y le puso la mano en el hombro.
-Hey, no pidas perdón...este es tu lugar y está bien que lo digas.
-Pe-Pero tu esposa...ella creyó a Greta.
El alfa suspiró y sin apenas darse cuenta de lo que hacía, se encontró acariciando la cabeza del omega.
-Yo te creo a ti...sé que eres incapaz de hacer una cosa así.
-Tú no me conoces, ¿Por qué ibas a creerme?.
El alfa sonrió.
-Pues no lo sé pero lo siento...siento que eres bueno y amable, incapaz de faltar al respeto a otro.
Gun levantó su rostro y miró fijamente al alfa.
-¿En serio lo crees?.
Este asintió sin dudarlo, perdido en el hermoso tono brillante de los ojos de este.
-No te preocupes por nada, ¿De acuerdo?...yo siempre te defenderé ante Samantha y Greta.
El omega asintió sonriente y su aroma tornó entonces a su estado normal.
-Así está mejor-dijo Off inhalando una bocanada-...anda, ve a despertar a mis hijos y divertiros mucho.
-Si, de acuerdo, ahora iré.
Tras salir el omega, el alfa soltó un profundo suspiro y se apoyó en la pared.
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-¿Por qué hago esto?, ¿Quién eres pequeño?, ¿Por qué siento que debo protegerte de todo y de todos?...Dios, esto es una completa locura.
Mientras, en la habitación de los niños, el omega muy sonriente abrió las cortinas y los ayudó a levantarse de la cama, a asearse y a vestirse para bajar a desayunar.
-¿Qué haremos hoy?-preguntó el más pequeño al ver que Greta no estaba y podían hablar libremente.
-Hoy aprenderemos los verbos y sus tiempos, luego si os los sabéis todos saldremos al jardín y jugaremos a lo que queráis.
-No nos dejarán-habló Candy con pena.
Gun suspiró con pesar pero acto seguido sonrió de nuevo.
-Tranquilos, no ocurrirá nada... vuestro padre me ha dicho que nos divirtamos y eso vamos a hacer.
-¿En serio?-preguntó Pete incrédulo.
El omega asintió fervientemente.
-Si... biiieen-dijeron los tres infantes al unísono.
-Shssss...pero es un secreto, ¿de acuerdo?
Los niños asistieron entre risas mientras tapaban sus boquitas.
-Muy bien pues ahora terminaremos nuestros desayunos y comenzaremos...¿Listos?.
