1. No dirás el nombre de Dios en vano.

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De nuevo estoy aquí ante ti señor pidiéndote perdón por los pecados que he cometido esta semana...

Y así iniciaba un día más de esta vida que en algún momento amaba con todo mi ser pero ahora me hacía doler el alma profundamente.
— Hermana, dígame sus pecados, no hay nada a los ojos de Dios que el no pueda perdonar — me dijo el padre Juan sacándome de mis pensamientos.
— Amar no es un pecado ¿O si padre? — le pregunte sosteniendo entre mis manos un rosario que mi madre me entregó antes de morir, el cual se volvía a momentos mi más grande cruz por la promesa que contenía en si mismo y la idea que tenía arraigada a este objeto.
— No hermana el amor no es pecado y menos para usted que ha entregado su vida al señor por completo y eso es hermoso el sentido de su vida ser esposa de Cristo y darse por amor a todos los que lo necesiten y estén en situación de pecado es el amor mas.grande y bello que un ser humano pueda experimentar, un amor más real que ningún otro — me dijo tomando mi mano con ternura.
— Es que yo amo con toda el alma a Dios padre Juan — comencé a llorar fuertemente ya sin poder evitarlo, ni contenerme — y amo con todo mi ser, a una persona maravillosa, una persona que me hizo comprender que el mundo tiene millones de colores y vale la pena vivirlo, aunque eso signifique no ser esposa de Cristo padre — mi llanto comenzó a ser tan fuerte que no podía respirar, el sacerdote solo me puso la mano en el hombro como un signo de apoyo, tranquilo.
— Amar nunca será un pecado María José y si te enamoraste de un hombre bueno antes de hacer tus votos perpetuos está bien, pero asegúrate de hacer las cosas bien y pedir apoyo, y no olvides orar para que Dios te de claridad y no pierdas tu vida religiosa por algo momentáneo, recuerda que tú madre en su lecho de muerte re pidió ser feliz en Cristo y esa promesa es algo que tienes que honrar — me dijo y llore más fuerte, la angustia me dolía más que cualquier otra cosa y más el saber que había fallado a toda mi educación a mi madre y esa promesa, pero ya no puedo hacer nada por ocultar lo que me dolía no tenerla a ella en mi vida, porque no existía un él, sino una ella.
— Se por tus hermanas superiores — continúo al ver que no hablaba más  — que llevas poco más de medio año demasiado triste y que has tenido varios problemas de salud, mi hermano en Cristo, el padre Alejo me ha pedido que te cuide porque el sabe que algo te lastima en el alma pero no puedes seguirte lastimando, amar nunca será un pecado hermana y Dios siempre lo bendecirá — me comencé a reír dolida en medio de mi llanto, tal ves Dios si apruebe eso pero no así la iglesia, la sociedad, mi familia, mi hermano y menos mi madre muerta.
— Si te enamoraste no estás cometiendo ningún pecado Poché — me llamo con ese apodo que ya muy pocas personas utilizaban conmigo, que solo ella había logrado recordarme que aún existía en mi y que la dueña de ese apodo tenía muchos sueños fuera de ese convento.
— No dirá lo mismo cuando le diga de quién me enamore — me aleje nerviosa.
— ¿No será un hombre casado, un sacerdote o un seminarista? Hermana eso es pecado estás alejando a un hombre de Dios — me regaño y yo sonreí de lado con el corazón herido, ¿no que el amor no era pecado en ninguna presentación?.
— Me enamoré de una mujer y desde que ella se fue mi vida, mi corazón  y mi vida ha perdido sentido por completo — le dije por fin furiosa por todo lo que estaba pasando, me miró sorprendido por unos segundos, para posteriormente soltarme una bofetada tan fuerte que casi enseguida sentí la sangre en mi boca.
— Blasfemia, eres una enferma, pero ya haremos que el señor cure tu enfermedad, eso no es amor eso es una posesión satánica, llamaré a tu hermano cuánto antes para que puedas salir del infierno en el que el demonio que te ha sumergido — comenzó a gritar histérico el padre, lo cual me asustó.
— Y te lo advierto en cuanto tengamos la solución no volverás a ver a esa serpiente maldita que te ha contaminado con las cosas del demonio, ella pagara por esto y al igual que tú se curará porque Dios así lo quiere — dijo, lo siguiente que pasó no lo tengo muy claro, solo se que estaba parada frente a el después de haberle soltado un puñetazo que le rompió la nariz mientras le gritaba a mitad de la misa con todas las fuerzas de mi alma.
— Al amor de mi vida no lo va a tocar, santurron hijo de puta.
Después de eso me ví a mi misma corriendo dentro del convento a mi aposento, escuché a varias personas gritando mi nombre pero no me importaba nada, ni perder a mi familia ni nada, estaba muriendo y ella me lo enseñó y no voy a permitirme seguir encerrada en estás paredes.
Estaba terminando de guardar las pocas cosas que tenía, cuando escuché que iban a abrir la puerta, saque rápidamente los ahorros que tenía en la Biblia y el dinero que me habían dado para el cuidado apostólico de mi servicio, lo escondí en mi ropa, podía escuchar las llaves que tintineaban detrás de la puerta intentando encerrarme de nuevo, abrí la ventana, estaba en un tercer piso, afortunadamente por esa mínima rendija cabía mi maleta y yo, agradecía a mi cuerpo menudo por dejarme incapacitada para engordar. Avente mi maleta que chocó con un auto haciendo que comenzará a sonar la alarma, estaba terminando de sacar mi cuerpo por la ventana cuando se abrió la puerta dejando ver al padre Juan, la hermana superiora y a la única persona que había considerado mi amiga en ese lugar pero que me había dado la espalda cuando se dió cuenta que estaba enamorada.
— Estás loca, vamos a hablar — me grito la hermana superiora.
— Quédense con sus rosarios y su doble moral, yo me iré a vivir mi vida — antes de que me cogieran salte y rogué al cielo aún tuviera la habilidad para trepar por los árboles, logré agarrarme del árbol que daba a la calle y baje a toda velocidad para huir.
Tome el primer taxi que pasó por la calle y le pedí que me llevará a la central de autobuses lo antes posible, en cuanto llegue entre a una tienda de ropa y dejé en el bote de basura mi hábito ese que había elegido porque no tenía de otra, me subí con destino a Bogotá rezándole a la vida que aún estuviera en el lugar que me dijo que estaría esperándome y que el dinero en efectivo que tenía me alcanzará antes de llegar a la casa que según mi madre solo ella sabía dónde estaba, mientras iba camino a mi destino comencé a recordar cómo comenzó está historia, todo por haber defendido a una chica que..

Dijo el nombre de Dios en vano.

Continuará...

Y aquí estamos de nuevo, espero les guste está nueva historia y claro ¡FELIZ INICIO DE CUARESMA! 🤣🤣🤣🤣

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