2. Océano

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Changbin lo atrapa en un abrazo apretado y dice algo, Felix no sabe que es pero puede sentir la vibracion del pecho de ChangBin contra el suyo.

-Volviste- Le dice- ¿Cómo estás?

-Bien, o sea, más o menos- Le ofrece su brazo y caminan del gancho por el jardín, intentando no caer, siempre mirándose los rostros mientras el mayor habla- Mi mamá murió.

-Lo siento- Signó Felix con una sola mano esperando que ChangBin entienda.

-No, está bien, ella nunca fue parte de nuestras vidas pero como está casada con papá tenemos que cubrir los gastos.

-Mi papá puede hacerlo. Le diré- Signó pero ChangBin puso cara de confusión.

-No entendí Lixie ¿Qué fue el último?

Felix agarra la libreta de su bolsillo y escribe.

"Decir" "Yo. Decir. Él" "Le diré" Hace el signo y subraya la palabra para que entienda.

-Ah ¿Le diré? ¿Diré? ¿Así? - ChangBin imita el signo a la perfección - Y no, no le digas nada. Para eso trabajaré cuidando tu espalda.

Felix no podría describir con palabras, o bueno con signos, lo emocional que se puso. Changbin iba a estar tras él 24/7 a cada momento cuidándolo.

Eso a partir del lunes, porque primero debe adaptarse a la casa y los pequeños cambios que han habido.

La alegría le da a Felix ganas de ver el mar, adora el mar y desearía poder oírlo.

Es domingo en la noche cuando espera a que todos estén dormidos para salirse por la ventana, costumbre que tomó luego de que en una de sus clases le enseñen donde está cada cámara. Sale al balcón y del balcón se agarra de un ladrillo que está salido, luego pone un pie en una teja y llega hasta la enredadera que lo ayuda a bajar hasta el suelo.

Corre hasta los rosales y oculto con las ramas avanza hasta la reja donde entre el tercer y cuarto barrotes hay más espacio cosa que le permite sacar el cuerpo y luego una mochila.

Obviamente se tiene que poner ropa adecuada para estar irreconocible, porque será un niño de casa pero todos sus pueblerinos lo quieren y le reconocería en cualquier parte.

Camina a paso lento hasta el muelle donde toma lugar para apreciar el mar. La luna se refleja en él y las olas revientan en la costa.

La brisa está demasiado fría esa noche y se arrepiente de no haber llevado algo más abrigado por lo que se da calor con sus propias manos.

Salta sorprendido cuando un abrigo cae sobre sus hombros y voltea con rapidez para encontrarse de frente con un serio ChangBin.

-Así que escapando de casa- Levantó una ceja, gesto que lo hacía ver muy guapo.

-Solo fue una salida corta- Signó.

-Te pudo pasar algo.

-Igual que papá- Le recriminó.

Desde niños ChangBin siempre había sido el único que lo trató normal, jugaban y se ensuciaban, compartían comida, se empujaban y se molestaban ¿Por qué ahora era con él como todos?

-Felix, sé que eres grande, yo no te voy a regañar- ChangBin le acomodó bien el abrigo- Pero deberías avisarme la próxima vez, no quiero que te pase nada.

Felix suspira porque no puede pelear, en el fondo sabe que los demás sólo se preocupan por él.

-Lo siento- Hace un puchero.

Príncipe (ChangLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora