16. Miedos Que Debemos Superar

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Changbin tenía un miedo horrible al silencio, lo odiaba.

Puede sonar extraño, incluso feo, decir algo así teniendo en cuenta que el príncipe de su pueblo, también llamado su esposo, no puede hablar u oír absolutamente nada.

Pero esto tiene una explicación.

Felix, su amado príncipe, no puede emanar un sólo ruido que parezca cualquiera idioma humano, eso está claro, y aún así para él Felix es sinónimo de ruido.

Hace ruido al cerrar las puertas, es ruidoso en el baño, golpea las ventanas cuando las abre, tira las cosas de la cómoda y un sinfín de ejemplos. A ChangBin no le molesta para nada, pero es esta la razón por la cual odia el silencio.

Si Felix no está haciendo ruido ¿Qué está haciendo?

Porque, como hoy, cuando ChangBin despierta y quiere alcanzar a Felix sin resultados entra en pánico. Agudiza sus sentidos pero él no está en el cuarto o en el baño.

Una persona normal diría que quizás está en la cocina, o en el jardín, el palacio es enorme con más cien habitaciones, pero ChangBin es tan histérico y preocupado que lo único que se imagina es a Felix herido sin tener como llamarlo.

¿Qué pasa si Felix se estaba comiendo una manzana y se atraganto con un trozo?

¿Si él se dobló el pie?

¿Si lo necesita y no lo puede llamar?

Y si, es absurdo porque tanto los padres de ambos como muchos empleados viven en la casa y están pendientes del príncipe ChangBin no puede evitar pensar que su pricipito lo va a necesitar a él específicamente.

Se para de la cama medio preocupado, él trata de controlarse, y busca a Felix por todo su piso donde viven. Baja hasta la cocina, él no está ahí, va al jardín y tampoco está ahí, incluso no está en la sala de artes que le gusta mucho.

Decide preguntarle a cada empleado hasta que uno de ellos dice haberle visto pasar muy misterioso con una toalla, sin embargo no parecía que iba a hacer algo malo.

Entonces era eso.

ChangBin tomó su bicicleta y avanzó por las calles, la gente lo reconoció y lo saludó desde los negocios y casas a su paso hasta llegar a su destino.

-Imaginé que llegaría pronto su majestad- El muchacho que siempre estaba en su puesto de madera blanco lo saludó- Estuve pendiente de él, aunque nunca se acerca al agua.

El salvavidas ya era prácticamente amigo de ChangBin, siempre vigilaba a Lixie cuando se escapaba de casa.

-Gracias por verlo, me da tranquilidad saber que lo podrías ayudar- Hablaba completamente en serio.

Felix pone cara de espanto cuando lo ve acercarse y mira la hora en su reloj dorado de muñeca, es cuando ChangBin entiende que su plan era volver antes pero se le pasó la hora.

-Me preocupé mi vida- ChangBin tomó  su carita entre las manos y le besó en los labios antes de soltarlo.

-Quería volver antes, pero el océano es muy hermoso- Felix tenía ojos brillantes, de verdad amaba mirar el mar- Lo siento.

-¿Cómo está nuestro bebé? - ChangBin puso una mano en la ya bastante grande barriga de Felix.

Tenía cuatro meses ahora, ellos habían llorado un poco cuando el doctor les dijo que envió sus fotos a Corazón donde tenían la tecnología para imprimirla y decirles además que su bebé sería un niño.

La impresión del ultrasonido llegó semanas después y era media borrosa pero ahí estaba, era su niño.

-Está bien- Felix se dio palmaditas- Él estraña a papá.

ChangBin toma a Felix de las manos para ayudarle a ponerse se pie.

Obviamente no pueden ir en la bicicleta como lo hacían antiguamente así que deciden caminar, todos los saludan nuevamente y felicitan a Felix por la nueva vida que tiene dentro de sí.

Llegan al palacio algo agotados, Felix en realidad, con ganas de ir al baño y de tomar una ducha.

ChangBin lo conoce bien, sabe que hay algo en su mente y eso lo llevó a mirar el océano.

-¿Qué te preocupa? - Le pregunta cuando ya ambos están a la espera de que llegue la hora de almuerzo.

-¿Cómo sabes? - Le sonrió triste.

-Te conozco desde que tienes siete años- Le acaricia los mechones de cabellos mojados- Dímelo.

-¿Qué pasa si él es sordo como yo? - Sus ojos se llenaron de lágrimas- El va a odiarme, no oirá ni hablara por mi culpa.

-Mi vida... - ChangBin quería abrazarlo, pero de ser así no podría hablarle en lengua de señas- Nosotros te amamos a ti, lo amaremos él sea como sea. Lo criaremos de una forma en que sepa que no tienes la culpa, nadie la tiene.

-Es que lo amo demasiado, no quiero que sufra- Felix aun llora, y por supuesto, luce tan lindo- Y si no ¿Qué pasará cuando el grite por mi y no pueda escucharlo?

-¿Quieres que sea sincero contigo? También yo me asustó por ti sobre eso, cuando no estás frente a mis ojos siempre imagino que me necesitas y no puedes pedir por mi ayuda, pero mi vida, tengo que aprender, tengo que saber vivir con ello y tu también. Si un día me da un infarto, me caigo, me asfixio y me muero no podría ser tu culpa no saberlo porque no me oíste. No eres culpable de nada.

-Tengo miedo.

-Lo sé, también yo, pero haremos lo mejor ¿Si? - Felix asiente y llega a sus brazos donde ChangBin le da consuelo.

-Amo a mi pequeño ChangBin- Felix llamaba al bebé "pequeño ChangBin", de hecho quería llamarlo ChangBin jr pero él no estaba de acuerdo.

-No lo llamaremos así.

-Claro que si.

-No mi vida.

-Yo digo si- Felix acarició su panza y con una sonrisa burló le dijo- Mi pequeño ChangBin y mi ChangBin.

-Revoltoso.

Príncipe (ChangLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora