C a p i t u l o 3

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- Mamá!!!.- entraron ambos padres corriendo a la habitación para acudir al llamado de su hija, ya era la octava noche desde la muerte de su abuela en donde la niña de repente gritaba asustada en la madrugada, las cosas estaban resultando demasiado difíciles para todos pero ella sufría como nadie podía explicar.- Otra vez lo vi, quería que me fuera con el.- decía mientras corría a los brazos de su madre llorando.- No quiero que me lleve mami, no quiero.- los llantos eran cada vez más fuertes así que sus padres se quedaron con ella para calmarla hasta que lograra dormir de nuevo.

- Esto no puede continuar así y lo entiendes verdad? - dijo el hombre tomando una taza de café mientras veía a la mesa esperando respuesta de su esposa.

- Ya lo sé, sabía que pasaría algún día, pero no ahora, no de esa manera. - puso ambas manos sobre su frente en manera de frustración. - Es solo una niña. - esta vez ya no pudo evitar soltar las lágrimas que estaba reteniendo.

- Hallaremos la forma de que esto acabe más rápido de lo que empezó, todo lo posible ¿Entendiste? - se vieron directo a los ojos y después se dieron un fuerte abrazo como muestra de que estaban juntos en esto. Al día siguiente fueron al cuarto de su hija con la intención de despertarla y buscar ayuda.

- Yunseo. - habló mientras la novia para despertarla y buscar ayuda. - Despierta pequeña, daremos un paseo.

- Pero es muy temprano mami. - la niña froto sus pequeñas manos sobre sus ojos. - ¿A dónde iremos?

- Ya verás, vamos a cambiarte. - una vez todos estuvieron listos salieron de casa y se subieron al auto para empezar a tomar camino a las afueras de la ciudad, en donde estaban seguros de que encontrarían ayuda.

- Mami estamos yendo demasiado lejos, ¿Cuánto falta? - preguntó mientras miraba el camino por la ventana del auto.

- Ya casi yunseo, ya casi...- la mujer solo volteo a ver a su esposo y este le tomó la mano sin despegar la mirada del camino. Una vez llegaron a su destino bajaron del vehículo con cierta cautela y como si fuera casualidad pareciera que alguien ya los esperaba.

- Bienvenida, Chaeyoung. - la niña al ver al hombre frente a ellos se escondió atrás de las piernas de su madre, se fueron acercando hasta que estuvieron solo a centímetros de él. - Sabía que vendrías pronto. - se giró para darle la espalda a los recién llegados e invitarlos a pasar a su hogar. - Tomen asiento. - una vez estuvieron dentro hicieron caso a la invitación de aquel hombre.

- Supongo que ya sabe que nos trae por aquí señor Kim. - esta vez habló el señor Min.

- Por supuesto, sabía que algún día vendrían, pero no pensé que fuera tan pronto, incluso fue más rápido que tu Chaeyoung. - miró a la mujer con cierta preocupación. - Ven pequeña. - esta dudo en ir pero sus padres le dieron una mirada de confianza para poder acercarse y así lo hizo. - Que bonita eres Yunseo. - el hombre sonrió para que la niña no tuviera miedo.

- ¿Como es que lo sabía? - puso una cara de sorprendida y a la vez seria

- Pues, te conozco desde que estabas ahí. - señaló a su madre, de inmediato la pequeña entendió y le volvió a sonreír. - Me alegra por fin verte después de mucho tiempo, cuéntame, ¿Te ha pasado algo últimamente? - quitó su sonrisa al recordar todas las pesadillas que la habían estado atormentando estos días, al igual que las siluetas que le gritaban que fuera con ellas, el miedo inundó su mirada demostrando que no quería hablar. - Tranquila Yunseo, no tengas miedo de contarme, yo te entiendo.

- Esas personas feas, las veo todo el día hasta en mis pesadillas, quieren tomarme fuerza y yo no quiero señor kim, no quiero. - sus ojos se llenaron de lágrimas así que tapó sus ojos para que no la vieran. - Perdón, no debo llorar, le prometí a mi abuela ser valiente así que no debo tener miedo. - puso una postura más derecha aún con su estatura.

EL PODER VERTE (JK) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora