California 22 de mayo de 1995
¿Realmente existe el flechazo?
En el caso de Camila y Lauren, lo sintieron en el momento que sus miradas coincidieron una calurosa tarde de mayo, mientras sonaba la música de los Marina Diamandis en la radio de aquel bar de la playa de California.Verónica , la amiga de Camila, se dio cuenta de cómo ella miraba atontada a aquella muchacha ojiverde que había en el grupo del fondo.
-¿Tiene un cuerpo bonito? -comentó Vero.
-Tiene más cosas de las que tú ves -respondió sin poder dejar de mirarla.
-Camila... No me asustes... ¿qué te pasa?
-No lo sé, pero creo que me he enamorado.
-Dios mío -gritó Vero-. ¡Aire!... ¡aire! ¡A Camila le falta aire!
-Calla, idiota -río al comprobar que aquella chica la miraba también a ella.
No podía apartar los ojos de aquella muchacha, era preciosa. Tenía el cabello Negro brillante, y unos dulces ojos verdes que la habían dejado sin aliento la primera vez que la miró. Estaba encantadora con aquel peto vaquero. Y la camiseta blanca hacía resaltar su tostada piel.-Es lo más bonito que he visto en mi vida -susurró atontada.
-No está mal -reconoció Vero tras mirar a la joven de larga cabellera negra .Al otro lado de la barra, Lauren tampoco podía dejar de mirar a aquella muchacha. No era la primera vez que la veía. Pero, al darse cuenta que ella también la observaba, se sintió torpe.
-Lauren -preguntó Halsey-. ¿Ese no es la chica de la playa?
-Sí, es ella -respondió tras dar un trago de su Coca-Cola.
-Vaya... vaya, te come con la mirada.
-No es para tanto -respondió Lauren, aunque sabía que era cierto.
-Menos mal chica. Un poco más, se acaba el curso, y no se fija en ti.
Halsey tenía razón. Lauren se había fijado en ella al mes de estar allí estudiando. Pero ella siempre estaba demasiado ocupada con sus amigos, el surf o las chicas, como para mirar hacia otro lado. Pero hoy, sin saber por qué, finalmente sus miradas se habían encontrado. Lauren bajaba muchas tardes a la playa y se sentaba en la arena a leer, y desde allí observaba a Camila hacer surf siempre junto a su amiga. Aquella chica morena que parecía su sombra, aunque en realidad, no sabía exactamente quién era sombra de quién. Lo cierto era que siempre estaban juntas allá donde los vieras. Muchas veces, en especial si el mar estaba más bravo, si te acercabas a la playa, las podías ver haciendo surf. Se las daba bastante bien. Si las observabas el tiempo suficiente, comprobabas que sabían muy bien lo que se hacían cuando se metían en el mar con sus tablas.
A Lauren le encantaba observarlas. Eran atractivas y vestían con un aire desenfadado. Debían medir un metro ochenta, morenas de piel, y pelo negro como el azabache, que siempre llevaban recogido en una coleta y, como decía Halsey, con un cuerpo atlético que quitaba el hipo. Sus sonrisas y aquel aire polinesio les hacían especiales. Aunque quizá en la amiga de Camila era aún más latente que en ella.
Lauren, acalorada, dejó su vaso sobre la barra y fue al servicio a echarse un poco de agua en la nuca. Estaba tan nerviosa que las manos le sudaban. Al salir del baño oyó cómo alguien se dirigía a ella
.
-Hace calor ¿verdad?-Sí -consiguió responder al ver a quién pertenecía aquella voz.
Camila no pensaba desaprovechar la oportunidad de hablar con ella.
-Hola, me llamo Camila Cabello -sonrió tendiéndole la mano.
-Y yo soy Verónica Iglesias -dijo su amiga. Pero al ver la mirada que Camila le dirigió, enseguida añadió-: Y ya me iba. Adiós.
-Encantada -sonrió la joven y clavando sus ojos en Camila dijo-: Mi nombre es Lauren Jauregui.

ESTÁS LEYENDO
Las Princesas Azules también Destiñen
RomanceCAMREN G!P LOS DERECHOS ASU AUTOR ESTO ES SOLO UNA ADAPTACIÓN (BUENÍSIMA POR CIERTO)