The Secret Ring

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Brina, haz el favor de colocar también las cosas del jardín y ahora vienes —Grita mi madre desde la cocina.

Esta mañana después de que Kiara me dejase de nuevo en casa, mis padres no han tardado ni dos minutos en pedirme que les contase que había pasado ayer para pedirles quedarme a dormir en casa ajena tan repentinamente, pero gracias a dios he pensado rápido una excusa, y les he dicho que Kiara necesitaba mi ayuda para arreglar una cosa de su habitación. Y de momento, se lo han creído, pero espero que no se enteren por alguien del pueblo, o estoy segura de que ayer fue una de las últimas cosas que haré este verano.

Salgo al jardín y recojo los utensilios que a utilizado mi padre para cortar un par de ramas del árbol que tanto nos estorba y que aún no hemos quitado del medio del poco espacio que tenemos como jardín. Dejo los materiales en la mesa del porche, ya que mi padre es el único que sabe donde se colocan sus cosas. Y entonces me meto en la casa para sentarme un rato en el sofá.

A lo tonto llevo toda la mañana ayudando a mis padres a hacer cosas, y sinceramente creo que no podría hacer menos, no después de saber que me voy a pasar y me paso más tiempo con los chicos que con ellos.

Mi padre entra al salón quitándose el delantan de cocina y mi madre entra tras de él secándose las manos, ya que los dos estaban haciendo la cena para hoy. Mis padre se sienta frente a mi y entonces siento confusión, por qué mis padres querrían hablar conmigo, no creo que sea nada grave, pero después de lo que pasó ayer, no se que esperarme.

Vale, bri, necesitamos contarte algo. —Mi confusión aumenta. Asiento con la cabeza y mi madre me lanza una sonrisa fugaz.

Como sabrás, papá y yo no cobramos mucho con nuestros trabajos, a pesar de que una familia de aquí esté barajando la idea de contratarnos —Vale, sabía que esta conversación saldría tarde o temprano, así que puedo respirar tranquila.

Sí mamá, claro que lo sé —Sonrío levemente y mi padre se acerca un poco a mí.

Por eso mismo, queríamos pedirte, haber si puedes buscarte un trabajo para ayudarnos, aunque sea hasta que  consigamos un trabajo por aquí y dejemos de trabajar por Internet —No hacía falta ni que mis padres me lo pidiesen, por que yo ya tenía claro que es lo que iba a hacer, sobretodo por que no estamos en nuestra mejor situación económica.

De hecho he ido buscando ya, y creo que haré una entrevista para un par de cafeterías que he visto por aquí cerca, incluso en la zona Kook —Al ser menor solo puedo trabajar en cafeterías o en lugares donde no muy grandes por así decirlo.

Y aunque no me haga mucha gracia trabajar en la zona Kook, lo hago por mis padres y por ayudarles, y al fin y al cabo, es solo un trabajo, no voy a hacerme amiga de los ricos de por ahí. Aunque ojalá y consiga trabajo por esta zona.

Sabía que ibas a decir eso mi niña —Dice mi padre mirándome a los ojos. Sonrío ampliamente y agarro sus manos.

Claro que si papá, siempre que sea para ayudaros, haré lo que sea. —mi madre se levanta y besa mi frente para después volver a la cocina, no sin mi padre claro.

Me quedo pensativa en el sofá, sobre todo lo que está pasando últimamente, y sobre todo sobre los posibles restaurantes donde puedo ir a hacer entrevistas. Tal vez le puedo pedir ayuda a Ki o a los chicos para que me ayuden a encontrar algo rápido.

Haciéndome salir de mis pensamientos, suena el timbre, así que me levanto del sofá y me dirijo a la puerta.

La abro y me extraña no ver a nadie. Miro con el ceño fruncido a un lado y a otro de la calle, y entonces veo la sombra de lo que parece un chico de lo que parece mi edad, pero no puedo verle bien por que básicamente a salido más rápido que flash en su bicicleta, además de llevar una capucha. Estoy segura que será algún niñato haciendo bromas pesadas.

𝑨𝒕 𝒉𝒊𝒔 𝒇𝒆𝒆𝒕𝒔 - 𝑶𝒖𝒕𝒆𝒓 𝒃𝒂𝒏𝒌𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora