Kageyama Tobio empieza a ver la vida de colores debido a el repentino descubrimiento de su alma gemela, mientras el intenta descubrir que rayos es eso Hinata está realmente confundida ya que nunca pensó que su alma gemela sería alguien tan idiota.
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Era una mañana fría en la preparatoria Karasuno mientras los chicos del club calentaban para comenzar el entrenamiento, pero cierto chico pelinegro no podía mantener su mente en la práctica, ya que aunque físicamente el joven se encontraba en el gimnasio, en su cabeza el estaba reviviendo en bucle el suceso de la semana pasada, sentir ese peculiar rose de labios fue exquisito, sujetar su cintura lo hacía sentir como su fuera el dueño de aquella chica, y ¡Si! El está perfectamente consiente de que es muy posesivo, pero ¿Como no serlo? Si su pequeño sol es deseada por muchos, pero ella no es consciente, esa es una de las razones por las que el desearía ponerla en una cajita para mantenerla lejos de los demás, solo para el.. pero ella no le ha perdonado aún, sigue sin hablarse ¿Y si ya se aburrió de el? ¿Y si está con otro?
Y así paso gran parte del entrenamiento, imaginado las diferentes formas en las que la pelinaranja le dejaría, hasta que sus divagaciones fueron interrumpidas por un contundente pelotazo en su rostro, el golpe fue tan fuerte que terminó en el suelo, mientras un Asahi con un evidente ataque de pánico se le acercó para ver si seguía vivo.
- ¡Kageyama! Lo siento mucho - se disculpó Asahi mientras lo miraba con preocupación.
Kageyama por su parte solo se limitó a levantarse del suelo, para después sentarse al sentir un repentino mareo, sin siquiera notar el líquido rojo que salía de su nariz.
- no te preocupes Asahi, no es del todo tu culpa, después de todo nuestro amiguito Kageyama está en Narnia desde que Hinata lo besó - hablo Tanaka sujetando a Kageyama del brazo para ponerlo de pie. Shimisu se acercó a la escena con un paquete de pañuelos para intentar parar el sangrado del joven.
- yo lo llevaré a la enfermería, no se preocupen - pronunció Kiyoko llevándose a Kageyama quien aún estaba un tanto aturdido, el resto del equipo reanudó las prácticas apenas ellos abandonaron el gimnasio.
- ¡Es tan dedicada Kiyoko-san! - grito Tanaka mirando a la chica con una gran sonrisa de bobo.
Cuando llegaron a la enfermería Kageyama seguia sumergido en sus pensamientos, ya que aunque esta inmensamente feliz por el beso que le dio la chica, de igual forma ella sigue sin querer dirigirle la palabra, ha pasado esta semana siendo totalmente ignorado, excepto en la salida cuando por lo menos lo deja acompañarla hasta su casa pero sigue sin hablarle.. el realmente extraña sus extrañas conversaciones, cuando explica sus partidos con sus clásicos "swagh" o "wasss" los pequeños saltitos que hace cuando se emociona, simplemente la extraña a ella y todas sus singulares actitudes, sin darse cuenta la expresión de su rostro se tornó triste, cosa que Shimisu noto al instante.
- ¿pasa algo Kageyama-kun? - pregunto la manager mirando el chico con un deje de preocupación.
- es Hinata.. no quiere hablarme - confesó Kageyama mirando al suelo como si fuera lo más interesante de este mundo.
- bueno si quieres te puedo ayudar con eso, ya que después de todo es peligroso que juegues estando tan distraído - sugirió la chica, Kageyama inmediatamente levantó la mirada con emoción.
