CAPÍTULO 5-MOVIDAS DE CALLEJÓN

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Iba corriendo como si fuese una loca que se ha escapado de un psiquiátrico. Con un donut que había cogido para el camino. Vivía a 10 minutos del instituto y quedaban 5 para que empieza a ser la primera clase. Por mucho que corriese no llegaba ni de coña. Atajé por un callejón lleno de grafitis, choque con algo y pisé algo. Escuché un quejido, me había chocado con alguien...
-¡Ahh! ¡Joder! ¡¿Qué mierda haces?! Puta loca.
+¡Oye! perdona no te he visto. La culpa la tienes tú por estar en mitad de un callejón a oscuras y no verme venir. Le grité.
-¡Me has pisado, y me has quemado!
No me había percatado de que estaba fumando, llevaba tanta prisa que ni siquiera había olido a tabaco.
+¡Qué sí que lo siento, no tengo tiempo para tonterías! Estaba a punto de volver a echar a correr cuando note que me agarró por la muñeca, me solté bruscamente de su agarre. Pero esta vez me agarró por los hombros me chocó contra la pared, estaba saliendo el sol por lo que se colaba algo de luz y lo puede ver. Era un tipo que me sacaba una cabeza con el pelo negro hacia el lado  vestido con unos vaqueros desgastados y una sudadera gris. Me miraba con ira, con una mirada amenazante me cogió por el cuello de la chaqueta mientras me presionaba contra la pared. No sé con qué derecho se creía para ponerme una mano encima.
Iba a llegar tarde por su culpa...
-¿A dónde te crees que vas?
+A donde a ti no te importa imbécil. Quítame las manos de encima. Y aleja tu puto aliento de mi cara.
-Se río con una carcajada ronca y casi susurrada ¿o qué? Me has quemado, quiero que me pidas perdón y te arrepientas. Y que no vuelvas a insultarme ¡NUNCA!. Me gritó inesperadamente y a centímetros.
Me quedé paralizada un segundo pero reaccioné rápido, le escupí en la cara, le pegué un rodillazo en la entrepierna y corrí como si se me fuese la vida en ello.
+¡Ya te pillaré, esto no se queda así cariño!. Escuché que me gritó.
Lo perdí de vista callejeando y choqué con una chica morena con el pelo largo castaño y con mechas rosas, llevaba una chupa de cuero, botas y una falda a cuadros negra y lila. Tenía un estilo grunge con un toque rockero, que envidie y alague al mismo tiempo y en la misma medida.
-Perdón, perdón. Lo siento no te he visto. Dije casi sin aliento.
+No, no pasa nada, ni te rayes no importa, oye ¿estás bien?
-Si, sí llevo prisa y un tío en un callejón no me dejaba, nada importante.
+¿Seguro que estás bien? ¿quieres que te lleve a algún sitio? Volvió a insistir con notable preocupación.
-Sí, si estoy bien, no te preocupes, lo siento tengo que irme, muchas gracias ¿eh? ¿Cómo te llamas?
+Cleo, encantada, pero sube ahora mismo.
Me invitó a subir en su moto, nunca me había montado en una, me daba respeto, pero no tenía muchas opciones así que acepté.
-Esta bien, me llamo Laura.
Me subí detrás de ella y me agarré a su cintura, estaba de los nervios, entre las prisas, el imbécil del callejón y conocer a Cleo de esta forma...
Me dejó en la puerta del instituto todavía había gente entrando. Sin saber si la volvería a ver, esperaba que sí. Entré rápidamente al edificio y llegué a clase de historia por los pelos, acababa de llegar el profesor.
+Hola, buenos días. Dije apurada.
-Pasa, pasa. Me dijo con parsimonia.
Me senté en una mesa de la última fila al lado de la chica nueva : Ada, que me miró sorprendida y podría decir que preocupada.
Estábamos tres mesas de dos en la última fila. En la de la izquierda Ada para el lado de la pared y yo para el pasillo en la de en medio Josep hacia mi lado y Simón del otro, por último en la de la derecha Brandom del lado de Simón y Pablo del de la pared.
+Hola.
-¡Hey! ¿estás bien?, tienes mala cara. Me preguntó Ada.
+Si, sí  no te preocupes.
Josep y los chicos también me miraron con preocupación y les hice saber con gestos que estaba bien.
Cuando llegó el recreo, salimos a la calle, ya que en Bachiller nos dejan.
-¿Oye estas bien segura? ¿te ha pasado algo, verdad? Me volvió a insistir Ada.
+A ver he tenido un problema con un imbécil en un callejón.
-¿Te ha hecho algo? Si quieres vamos a buscarlo y lo reviento.
+No hace falta le he pegado un rodillazo en los huevos.
-Chica a ver si le has roto la polla y lo has dejado estéril.
+No creo, pero la verdad es que me la pela con canela. Dije mientras me reía a carcajadas.
Suficiente retraso... por ahora.
Vi a los chicos hablar entre ellos y reírse de algo, al parecer alguna tontería de Simón.
Entre risas me encontré con unos ojos azules y me perdí en ellos, era Pablo que al hacer contacto visual conmigo se puso rojo y me sonrió.
Me quedé paralizada pero conseguí sonreírle y saludarlo con la mano.
-Oye, thss. Me llamó la atención Ada.
+Perdón, dime.
-¿Qué estabas mirando, bandida?
+¿Yo? nada.
-Ya, ya... Me sonrió con burla y de lado.
Los chicos se acercaron a nosotras.
+Laurii, ¿te vienes con nosotros? Me preguntó Simón aleteando las pestañas como una mariposa.
-Le puedes decir a ¿Ada, no?, que también venga ¿o no tienes educación? Este era Brandom quién dedicó bastante tiempo a mirarla de arriba a abajo.
+Sí, soy Ada, encantada. Dijo esta tendiéndole la mano que este aceptó.
-Brandom. Y estos son Simón, Pablo y Josep. Dijo mientras los iba señalando y ellos saludaban.
+Bueno ¿a dónde vamos?. Preguntó Josep.
-A dar una putivuelta. Este era Simón otra vez.
+Me parece bien. Le respondí.
-Bueno, ¿pillamos un banco y nos sentamos? Propuso Pablo.
+Vamos. Dije
Llegamos a un banco enfrente de un descampado y empezamos a sentarnos. Nos dimos cuenta de que solo cambíamos 4 y éramos 6.
Los chicos se sentaron en la parte de arriba, lo que es el respaldo.
-A ver si nos sentamos los 4 así entre los pies os podéis meter vosotras. Explicó Josep.
+Ya elegid vosotras donde poner el culo. Dijo Brandom riéndose.
-Laura ven, si quieres. Me propuso Josep quien estaba en el extremo de la  derecha junto a Brandom, seguido de Pablo y Simón de derecha a izquierda.
+A mi no me importa si os queréis poned alguna.Intervino Pablo.
-A mí menos. Dijo Brandom sonriendo y guiñando el ojo.
+Aquí no me que necesito mi espacio personal. Dijo Simón con aire de ofendido claramente bromeando.
Aprovechad a ver si pilláis cacho con alguno de estos mozos. Dijo levantando las cejas.
-Va a ser que no. Dijo Ada mientras se sentaba entre los pies de Brandom y le hacia gestos llevándose los dedos desde sus ojos al aire señalando a Brandom en señal de advertencia.
+Bueno me siento aquí si no te importa, total es para desayunar y ya me levanto. Dije mientras me sentaba debajo de Pablo.
-Sí, si no te preocupes. Ponte cómoda. Me dijo amablemente.
+Uuuh, fiu fiuu. Silbó Brandom. Ojo con el don Juan. No te fíes eh Laura.
-Callate mamarracho. Dijo Pablo mientras nos empezamos a reír.
Mientras desayunábamos le preguntábamos a Ada de donde venía y resulta que era de Kenopsia.
Unos de los 2 barrios que forman Anemoia, nuestra pequeña ciudad, este barrio es Mimeomia. Su barrio era un tanto chungo, y su zona aún más. Es una paradoja que la llamen la Utopía y no haya nada utópico.
Ada ya se había levantado para contarnos de donde venía y como era su vida. Yo también estaba de pie al igual que Simón y Josep.
+Oye a todo esto se me olvidó comentarle a los chicos lo que nos dijo tu tío. Lo de tocar en El Crisol. Dijo Josep.
El Pelos no era mi tío ni mucho menos pero si para mí primo fue como un padre para mí es como mi tío y yo soy como su sobrina.
-¿No les has preguntado? Le pregunté.
+No, se me olvidó sinceramente.
Los chicos nos miraban buscando respuestas y Ada confundida, porque no entendía nada.
-A ver chicos cuando Josep y yo fuimos a la casa de Simón para ver si lo admitiais en Omaxia como guitarrista. Y nos dimos cuenta de que estábais ensayando y nos escuchasteís el timbre decidimos ir al bar de la otra calle. El dueño es como si fuese mi tío y busca un grupo. Expliqué.
+¡¿Tenéis un grupo?! Anda que decís algo. Nos miró Ada sorprendida y molesta.
-A ver, entonces ¿quieres que toquemos allí? Preguntó Brandom.
+Sí. Respondí.
-Yo digo sí. Respondió Simón emocionado.
+Por mí también. Este era Pablo.
-De puta madre, no veo mejor manera de darnos a conocer. Dijo Brandom.
Les conté que conozco a El Pelos por Alberto y que montó El Crisol por Alberto además de que buscaba grupo, alguien en cocina y 2 camareros. Les dije que Vitto se presentó y su hermano se iba a presentar. Además de que Esmeralda iba a intentar conseguir el trabajo como camarera.
+Vamos a darle vidilla a ese garito¿ o qué chavales?. Este era Pablo.
-Eso es, claro que sí. Se le unió Simón.
+Ey, siento lo de tu primo Alberto. Dijo Ada abrazándome.
-Oye, yo también. Dijo Brandom abrazándome también.
+¡Ayy yo más eh! Dijo Simón apartando a Ada y Brandom de un empujón. Se abrazó dramáticamente a mí.
-¡Oye! Protestó Ada.
+¿De qué vas? Este era Brandom. Déjala en paz. Dijo agarrando a Simón y separándolo de mí.
Mientras Ada y Brandom perseguían a Simón para pegarle como si fuesen críos Josep me abrazó y me dijo que todo lo que logre en la música se lo va a dedicar a Alberto. Pablo está a mirando divertido a Ada, Brandom y Simón.
Pero le cambió la cara cuando se giró hacia Josep y yo. Se puso muy serio.
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Se hizo la hora de volver a clase y nos dirigimos de vuelta al instituto.
+Eyy vamos que va a tocar el timbre. Les grité a él trío calavera.
Al entrar por la puerta del instituto Pablo y yo nos quedamos los últimos.
-Laura. Escuché que me llamó.
+¿Si? Le respondí.
-Que no te lo he dicho antes porque no quería interrumpir... que lo siento mucho por lo de Alberto.
Que si te puedo ayudar en algo dímelo o si puedo hacer algo por tí.
No me esperaba que me hablase tan derrepente, pero para nada me molestó
+No, no te preocupes, muchas gracias. Y no interrumpes nada, me hubieses dicho eso, que no importa. Le dije tranquilizándolo.
-Ya, bueno es que no era un bien momento...
+Oye , que no te preocupes. Bueno vamos que nos ponen retraso.
-Por retrasados. Me respondió riéndose mientras se alejaba.

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