Don't let wishes fade

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Desde ese entonces, pasaron otros meses más. 

Pero a diferencia de la vez anterior, ahora que se habían conocido, era más complicado quitar la imagen del otro cuando estaban solos, divagando en sus pensamientos.

No es que siempre estuvieran presentes para el otro, sin embargo... cada quien sabía perfectamente su situación y al menos por parte de uno de ellos, era normal pensar que el otro compartía el mismo destino.

Y el otro... pues el otro evitaba siquiera sentir un poco de curiosidad al respecto. 

Las personalidades que habían forjado desde un inicio ayudaban bastante a llevar la situación un poco mejor.

Tanto Izuku como Ochako dejaron de hacer preguntas después de unos días y nuevamente todo volvió a la calma.

No se sabría decir si era buena o mala suerte que ambos no vivieran cerca del otro, y prácticamente no tuvieran caminos donde podrían cruzarse a menos que ambos se desviaran de sus rutas normales por cualquier motivo, como en aquella ocasión en que se encontraron.

O en esta otra, pues dado que Shoto no podía estar siempre con Midoriya por que en esa ocasión era su mejor amigo; tenía bastantes horas "libres" por así decirlo.


⊹ ✚ ♡ ✚⊹

Le gustaba salir por la noche, aunque las calles cerca de donde vivía no eran tan transitadas, eran bastante seguras.

Era casi la media noche y aunque comenzaba a tener sueño, no quería que la costumbre de salir a pensar un poco se perdiera. 

Se sentía extrañamente feliz cuando estaba solo en aquél sitio que rodeaba un antiguo templo, algo elevado donde podía ver parte de la ciudad. 

Era para él como estar un poquito más cerca a su hogar. 

Alzó la mirada. El cielo estaba completamente despejado aunque a penas podía ver alguna que otra estrella en él. El viento era fresco, mas no frío pues aún no estaban en esa época del año.

Se acercó poco a poco a un barandal y lo tomó con ambas manos y alzó un poco más su cabeza mientras cerraba los ojos.

—Sé que me escuchas, sé que no me has abandonado. Esto que estoy realizando, lo hago con todo el gusto, con todo el amor que alguna vez me enseñaste que tenías por ellos. No lo veo como un castigo, si no como una oportunidad. Anhelo el día en que pueda volver contigo, con mis hermanos. Seguiré siempre tu enseñanza, y con su base guiaré a tus preciados hijos... — aquella sensación apareció de golpe nuevamente, y sin pensarlo se giró de inmediato, encontrando esa mirada que parecían no transmitir algo en específico — tú... ¿qué haces aquí a esta hora? 

Detrás de él se encontraba un camino que ayudaba a descender o ascender de aquella colina hacia el templo. Ese camino rodeaba por la orilla aquella formación dejando al centro un sitio con bastantes árboles y arbustos, a los cuales estaba prohibido adentrarse y eran continuamente inspeccionados por algunos vigilantes. Sin embargo, al parecer, no era un vigilante quien se encontraba saliendo de aquella densa capa de oscuridad creada por las copas de los árboles, que impedían que la luz de las farolas y de la luna llegaran más allá. 

Katsuki salió de entre las sombras, con las manos metidas en el bolsillo delantero de su sudadera, con el ceño fruncido. 

Poco a poco anduvo hasta que cruzó aquél camino y estuvo cerca de una de las farolas al costado de Shoto. Éste esperó paciente una respuesta aunque algo en su interior le decía que era probable que no le contestara. Sin embargo, Katsuki se aproximó hacia el barandal donde se encontraba, recargándose en él con sus brazos a unos metros de Shoto. 

Me rindo ante ti [Bakutodo/TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora