Can you break my heart tonight?

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Miró sus ojos, alternando entre uno y otro, notando aquellos detalles que no podría ver si no estuviese tan cerca. Aquellas rubias pestañas se veían tan bien alrededor; pero es que... incluso aunque fueran de otro color, pensaría lo mismo.

Tragó pesado y se separó, aunque le costara demasiado hacer que sus músculos tensos se movieran marcando cierta distancia, aunque sus dos manos seguían sosteniendo esos brazos sobre la tela de aquella camisa de manga larga. 

—¿Entiendes lo que te digo? — susurró sin apartar su mirada. No sabría decir si el otro estaba enojado o sorprendido por las palabras que había dicho antes de acercarse tanto a él.

—Sabes qué es lo que contestaré. ¿Por qué te aferras tanto? — frunció un poco el ceño, tal cual lo tenía el otro. Ya no sabía qué hacer, ¿por qué era tan terco?, ¿por qué ambos lo eran?

La desesperación volvió a su ser, uniéndose al remolino de sentimientos a los cuales se estaba acostumbrando a tener últimamente.

—Tú también sabes lo que te responderé. — Escuchó al otro tronar la lengua. Intentaba sonar firme, pero sabía que cada parte de su cuerpo estaba temblando y por el agarre que tenía sobre él, sospechaba que no podía pasar desapercibido.

¿Cuánto había pasado? ¿un año?, ¿tres? ¿diez?

Aún le costaba bastante acostumbrarse al pasar de tiempo. 

El típico silencio incómodo se apoderó del ambiente. Sintió la necesidad de quitar sus manos de aquél cuerpo, pero algo dentro de él parecía creer que si lo soltaba en ese momento, lo haría para siempre. Le perdería y jamás podría volver a sentirlo, a verlo, o escucharlo.

Ese era un pensamiento bastante ilógico, dado lo que compartían, sin embargo eso no es que le asegurara algo realmente.

—Eres muy molesto... demasiado diría yo. — el hecho de que el otro no intentara apartarse más, le daba esperanza, una muy pequeña, pero la tomaba sin dudarlo un poco. 

Aunque... el pensamiento de que estaba en el límite de forzar algo que posiblemente no había del otro lado lo comenzaba a atormentar. 

Al final, su esencia, su verdadero ser no podía simplemente suprimirse. 

La carencia del libre albedrío al que siempre estuvo acostumbrado antes de aquellos sucesos tomaba factura. Era como tomar siempre lo correcto sin siquiera pensarlo, de forma automática. 

Aunque si era sincero consigo mismo, aquello ya casi no ocurría, no desde que ese sentimiento terrenal y equivocado se adueñó de su existencia. Quizá esos sentimientos encontrados eran normales en ese tipo de situaciones.

—Entonces... esa es la respuesta. — volvió a acercarse y recargó su frente en uno de aquellos fuertes hombros, sintiendo ese calor, ese aroma a detergente de la ropa y a una loción bastante suave. Soltó su agarre y bajó sus brazos manteniéndolos inertes a cada lado de su cuerpo. 

Respiró profundo sintiendo un cosquilleo en su nariz y en sus ojos, además de un calorcito en todo su rostro y un dolor punzante en su pecho.

La respiración pausada de ese chico era una de las cosas que escuchó como respuesta, pues pronto otro más, el de su nariz sorbiendo ocupó su sentido del oído.

—No lo hagas más difícil, bastardo. — su voz sonó baja pero aún así firme. 

¿Difícil?, más bien incómodo, doloroso, humillante, pero hermoso por que al menos estaba así de cerca de él, aunque el mar de lágrimas que comenzaba a salir de sus ojos no parecían querer menguar ni para permitirle contestar, ni para evitar mancharle la ropa. 

¿Ese era su verdadero castigo?

¿Había sido mandado para enamorarse de alguien de quien no debía?

¿O se supone que era su prueba para poder al fin, volver a su hogar? ¿Debía haber suprimido esos sentimientos y continuar su labor? ¿Debía cerrarse a los sentimientos terrenales, tal cual siempre debió ser incluso antes del castigo? ¿Eso... quizá.... era lo que estaba haciendo él?

¿Puedes romperme el corazón? Dilo, por favor. Necesito escucharlo. —suplicó.

Si no podía ser debía aceptarlo, pero para ello tenía que escuchar esas palabras salir de esos bellos y suaves labios. 

No escuchó nada... sin embargo, sintió cómo le tomaba de los hombros y lo alejaba de aquella calidez que le brindaba su cuerpo.

Su rostro hecho un asco por el llanto quedó descubierto, quiso ocultarlo, pero no le fue posible.

¿Cómo se supone que debía interpretar aquellas palabras?


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Lo siento, esta parte iba primero y según yo la había publicado :c

Sé que muchos están acostumbrados a mis capítulos de 5000 palabras xD pero esto lo voy a llevar más relax. 

Fue confuso lo sé, pero saben que me gusta hacerlo de esta manera :3

I love yuuu

Me rindo ante ti [Bakutodo/TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora