---POV ACE---
Me desperté y noté como Marco seguía dormido, no había soltado mi mano toda la noche. Se miraba un poco adorable.
De seguro tuvo que pasar por mucho siendo un esclavo. Solté su mano y decidí bañarme. Estaba pensando en que debería hacer con el rubio. De seguro tiene familia a la que regresar así que lo mejor sería darle algo de dinero y devolverle su libertad. Podría comprarle un caballo para que pueda transportarse a donde quiera. Yo solo tengo un caballo negro con el que viajo, mi Striker.
Termine de bañarme y me seque con una toalla antes de envolverla en mi cintura y salir. El rubio seguía dormido.
Volví a ponerme mi ropa obviando mi capa en lo que esperaba a que Marco despertara. Unos treinta minutos después el rubio empezó a moverse, estaba despertando.
Cuando abrió los ojos parecía un poco confundido de porque estaba durmiendo en una cama. Eso me molesto demasiado ¿hace cuánto que no dormía cómodamente? Luego pareció recordar lo que paso ayer y sus ojos empezaron a vagar libremente por la habitación buscando algo hasta que sus ojos se encontraron con los míos.
-Buenos días. Estaba esperando a que despertaras, vamos a desayunar algo. -El rubio me miro confundido por un momento antes de asentir, estaba por abrir la puerta cuando habló.
- ¿Por qué me ayudas? - Su voz salió tan quebrada y me volteé con una mirada preocupada. Se notaba que hace mucho que nadie lo cuidaba y me dolía verlo así. El no parece ser un esclavo, tiene un cuerpo bien formado probablemente de un arduo entrenamiento y también puedo sentir una magia inusual en él, pero siento que es frenada por algo que no puedo indicar que es.
Extendí mi mano en una invitación a que la tomara por un momento el rubio dudo, pero extendió su mano y le di un pequeño apretón mientras le sonreí de forma tranquilizante. – porque nadie merece perder su libertad. Es lo más importante para mí, si puedo liberar a alguien por supuesto lo haría sin importar el precio.
Marco parecía un poco sorprendido por mi respuesta yo entrelace mis dedos con los suyos y lo saque de la habitación y bajamos al primer piso.
Le pedí al encargado del lugar dos desayunos y los empezó a preparar mientras me senté con el rubio en otra mesa. Marco se miraba tenso y un poco asustado viendo constantemente a su alrededor. – Si buscas a las personas que te trajeron ayer no te preocupes, ayer después de quitarle la ropa a uno les dije que se fueran o los iba a matar, ya no están aquí.
Nos sirvieron nuestros platos, pero el encargado antes de retirarse me dio unos sobres, yo los tomé y le di las gracias. Marco me miraba con un poco de curiosidad, pero desvió su atención a su comida.
Abrí los sobres, son solicitudes. Todas las solicitudes de trabajos son enviadas a las distintas bases de los mercenarios en todo el territorio y decidimos si aceptar o no dependiendo de la dificultad.
El rubio parecía curioso, pero también aprensivo de preguntar así que decidí empezar a hablar. - son solicitudes. Siempre en las bases se distribuyen a los mercenarios que llegan por si están interesados. -Marco asintió con la cabeza entendiendo.
- ¿Te puedo preguntar algo yoi? -Dijo un poco tímidamente como si esperara a que rechazara su pregunta.
-Seguro. - Mencione tranquilamente mientras comía.
- ¿Por qué los mercenarios de ayer parecían tenerte tanto miedo?
Tararee mientras me levantaba de la mesa y buscaba en el tablero donde había varios carteles de "se busca". Encontré el mío, lo tome, regrese a la mesa y se lo extendí a Marco.
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Reinos Extintos
RomanceEl clan de Barbablanca fue traicionado por Marshall D Teach. Se creía que los reinos de los D habían desaparecido hace varias décadas. Solo la magia de un D puede rivalizar a otro D. Vendiendo al primer comandante como un esclavo, ¿quien es el merce...