Park Jimin es un chico universitario común, todo en su vida es perfecto hasta que un día se ve infectado con la penosa enfermedad de Hanahaki. Esta enfermedad que provoca a la persona toser y vomitar flores al tener un amor no correspondido; Solamen...
Jimin llegó a la cafetería encontrándose con sus amigos sentados en aquella mesa. Caminó con decisión hacia ellos y se sentó alegremente llamando la atención de los tres chicos.
─ Vaya, que alegre te ves hoy. ─ Dijo Hoseok.
Jimin asintió sintiéndose un poco nervioso. Había olvidado el pequeño detalle de contarle a Hoseok.
─ No te preocupes, ya todos lo sabemos. ─ Le dijo el pelirrojo encogiéndose de hombros.
El rubio volvió a sonreír al notar que Hoseok se miraba feliz por él. Entonces notó a un sonrojado Jungkook cuya mano era sostenida por Namjoon, que leía distraídamente su libro de sexo.
Giró sus ojos ante la imagen y entonces notó de reojo a Jin observando a Hoseok. Cuando Jin se percató de que él lo miraba, intentó disimular.
─ Hoseok, creo que tienes un admirador. ─ Le dijo y él siguió su mirada.
Luego notó un leve rubor en las mejillas de Hoseok.
─ Él también tiene un admirador. ─ Confesó y entonces todos comenzaron a molestarlo.
Pensó que por primera vez sentía que realmente se estaba divirtiendo con sus amigos, y simplemente agradecía que su enfermedad no lo hubiera arruinado todo. Hubiera sido terrible perderlos y tener que estar sólo.
Salieron juntos de la cafetería, Jimin sintiéndose un mal tercio, ya que habían esperado a que Jin saliera de su turno. No podía creer lo tarde que iba a su trabajo, ¡Taehyung lo iba a matar! Pero cuando todos insistieron en que se quedara para caminar todos juntos, no pudo negarse.
Todos iban tomados de la mano con su pareja y platicando, excepto Jimin que por ratos se distraída mirando el cielo iluminado sólo por las estrellas. Realmente se preguntaba cómo funcionaba el Hanahaki, y se preguntaba cómo se había sanado. Por su mente cruzó la idea de la llamada a Baek pero no estaba seguro.
Mejor decidió no pensar más al respecto y continuar caminando. Dividieron sus caminos por lo que Jimin tuvo que continuar sólo y con cada paso que daba se sentía más nervioso.
Se detuvo a unos pasos del edificio y tomó aire, necesitaba ser valiente. Cuando lo vió de lejos, notó el mal humor en su rostro y tragó el nudo en su garganta.
─ Hola... ─ Dijo llegando a su lado.
─ Eres el último estudiante en llegar. ─ Dijo Taehyung girandose hacia él. ─ ¿Cuál es tu excusa?
─ Mis amigos...
─ ¡Ja! Con que acabamos de empezar lo nuestro y tus amigos ya son un problema. ─ Le dijo Taehyung.
Jimin abrió sus ojos con sorpresa.
─ Parece que alguien necesita aprender una lección. ─ Una sonrisa malvada se dibujó en el rostro de Taehyung y, antes de que el rubio se diera cuenta, estaba siendo arrastrado hacia su habitación.
Taehyung abrió la puerta con la copia que él poseía y metió a Jimin.
─ T-Tae... ─ Logró decir Jimin antes de que el mayor besara sus labios y lo empujara suavemente hacia la cama.
─ No he podido dejar de pensar en tí. ─ Confesó Taehyung colocandose sobre un muy sonrojado Jimin. ─ ¿Qué me hiciste? ─ Le preguntó volviendo a besar sus labios suavemente.
El rubio no podía creer lo que escuchaba, su corazón estaba acelerado, tan acelerado que creía que se podría volver a enfermar.
Taehyung comenzó a acariciarlo, se sentía algo nervioso con Jimin, pero esperaba hacerlo bien. Jimin gimió suavemente en sus labios cuando Taehyung acarició su pezón.
─ ¿Q-Quieres que nos detengamos? ─ Preguntó Tae jadeando.
Jimin negó con la cabeza y abrazandolo por el cuello lo atrajo de regreso hacia él y volvió a besarlo. No quería dejar de sentirlo.
─ Me enamoré... ─ Confesó Taehyung sonrojado y luego cerró sus ojos respirando profundo.
Jimin sonrió volviendo a besarlo.
─ Me alegra escuchar eso. ─ Le dijo.
El rubio comenzó a desabrochar la camisa de Tae mientras éste besaba suavemente su cuello y luego bajaba un poco hasta su clavícula.
─ ¡Ah! ¡Tae! No me dejas concentrarme... ─ Se quejó.
─ Esa es la idea mi amor. ─ Susurró sobre su mojada piel, dejándolo sentir su aliento.
Jimin tembló bajo él, rindiéndose en su tarea y entonces fue Taehyung quien se encargó de desnudarlos a ambos mientras su rubio se perdía en sus besos y en sus caricias.
Al tener el cuerpo desnudo del menor entre sus brazos, comenzó a besar su pecho, llegando hasta el pezón y jugando con su lengua. Jimin arqueó su espalda mientras gemía. Entonces Taehyung tomó su miembro y comenzó a masturbarlo suavemente, torturando un poco.
─ Por haber llegado tarde. ─ Le susurró y Jimin rió un poco.
Taehyung lo estaba dejando cansado y sobre estimulado, mientras él rogaba por más. El mayor grabó la imagen de Jimin en su cabeza, quería hacerle el amor muchas veces.
Entonces escuchando los ruegos de el menor, por fín comenzó a prepararlo. Jimin mordió su labio sintiendo los mojados dedos de Taehyung en su entrada y éste comenzó a rozar su próstata.
─ ¡Ah! ─ Jimin gimió y luego continuó jadeando sintiendo la mano de Taehyung dentro de él. ─ Por favor, ¡Más!
Tae tomó sus caderas y metió su miembro lentamente, dejando al menor acostumbrarse. Gimió sintiendo a Jimin envolverlo con su calor y luego comenzó a embestir sacando deliciosos gemidos de su chico.
─ ¡Tae! ─ Gritó Jimin ante el ritmo que lo estaba volviendo loco.
Taehyung se recostó un poco en su pecho, levantando las piernas de Jimin y continuó embistiendo mientras gemía en el oído de Jimin.
El menor no podía controlar los espasmos de placer que lo recorrían y entonces Taehyung comenzó a susurrar a su oído.
─ Te amo, Jimin...─ Dijo entre gemidos. ─ Puedes venirte para mí, te amo tanto...
Jimin gimió corriendose y llenando a Taehyung, Tae aún continuaba embistiendo haciendolo gemir por lo sensible que estaba.
Taehyung continuó torturandolo de placer hasta que se vino en su interior y luego ambos se acomodaron en la cama. El mayor abrazó a Jimin, atrayéndolo más hacia él; deseando tenerlo cerca siempre, y realmente lo iba a lograr, iba a mantener a Jimin a su lado ya hacerlo feliz.
─ También te amo... ─ Susurró Jimin, con su voz adormilada.
Taehyung se sonrojó entonces y se durmió con una sonrisa en el rostro.
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