CAPÍTULO V

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✞︎Capítulo V: Verdades desgarradoras.✞︎

✞︎Tamiel.✞︎

✞︎Veintisiete de diciembre.✞︎

Salí de la biblioteca dirigiéndome a la décima planta. Hace tiempo terminé de hacer mis deberes, simplemente estaba ahí haciéndole compañía a Clotilde ya que Anwen suele ser muy densa, cuando pudo llevar el ritmo de su entusiasmo las deje solas.

Si me apresuro la alcanzaré.

Las puertas del ascensor se abren dándome paso por un ancho pasillo con tres caminos diferentes. Voy por el de la izquierda, hacia el despacho de aquella bruja. El ruido emergente de las puertas a mis costados me hace saber que se aceleraron las cosas.

— ¡Es imposible lograrlo a esa velocidad! —el grito de Akila me confirma mis pensamientos — ¡Lo que quieres hacer está mal, es monstruoso!

Entro sin tocar encontrándome con Yekun en el suelo juntando papeles, Akila detrás de su escritorio vacío con los ojos furiosos resaltando las líneas violetas que tiene por todo su cuerpo. Y el poderosísimo de Lucifer cruzado de brazos con su típica arrogancia reflejada en su postura cada vez que quiere conseguir algo.

— ¿Cómo se encuentra Clo? —me pregunta tranquilo ignorando por completo al ser que está a nada de estallar de ira.

— ¡Estamos hablando de algo serio, pon atención! —tira la pila de papeles que Yekun acaba de ordenar haciéndolo bufar, y se pone a juntarlo otra vez.

—Solo estoy preguntando por Clo... —se encoje de hombros a forma de burla dirigiéndose al sofá que está al lado del ventanal izquierdo.

Akila coge una botella de Diamante Azul de su mini bar y se lo toma de una. Me quedo en silencio observando como lo come con la mirada mientras el solo la ignora.

No estoy sorprendido de sus reacciones, desde la junta de ayer con El Consejo se veía venir el golpe de Lucifer y su planes descabellados.

Para serles sinceros apoyo su idea, estamos en peligro y mientras más rápido sea, mejor será. Eso no quita que me duela cumplirlo, porque si, Akila tiene razón: esto es monstruoso.

— ¡Eres un mentiroso! Finges que te importa cuando no es así—se limpia la comisura de su labio con el dorso de su mano esparciéndose el labial—. Estoy empezando a dudar de tu palabra, incluso ella es menos malévola.

—Si fuera por ella estarías muerta Akila, incluso si no fuera por mí tu pa...

Sus palabras fueron interrumpidas con los cristales rompiéndose en miles de pedazos, si no lo veía no lo creería. Akila, uno de los seres más pacíficos, con un simple manotazo mando a volar el escritorio hacia Lucifer, quien lo desvió y terminó cayendo por la ventana haciéndola trizas.

Un silencio incomodo se plasmó en el ambiente. La dama de la brujería es un ser muy pacífico y justo, muy pocas veces desde que la conozco la he visto perder los nervios. Y que esté en contra de los ideales de Lucifer es aún más sorprendente, como todo ser que habita en Glorioso Infierno le rinde respeto y hasta ahora nunca se ha puesto en su contra.

Mira a Yekun, quien rápidamente ordena y sale detrás de él, pero antes de salir por completo se gira posando su mirada en aquellos ojos violetas. -No me importa tu opinión en este asunto, harás lo que te diga o con gusto Tamiel tomará tu puesto en esta área.

Pongo los ojos en blanco ante su amenaza. Por más que me ruegue no aceptaría suplantar a la primera dama.

Cuando cierra la puerta de un portazo, Akila toma otra botella de Diamante Azul y bebe la sustancia de golpe. Me quedo callado esperando a que se tranquilice sola, esta alterada y no me apetece terminar como el escritorio.

Dluxiumstor (Glorioso Infierno I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora