CAPÍTULO I

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✞︎Capítulo I: El cementerio✞︎

✞︎Clo✞︎

✞︎Víspera de Navidad✞︎

—De rodillas.

Obedecí con la vista fija en el suelo, mis rodillas lastimadas dolieron al sentir el suelo frio.

Puta herida.

Volvió a demandar algo pero no preste atención, desde hace tiempo deje de tener la religión como algo primordial, mis padres me obligaban a venir a misa todos los domingos. Si fuera por mí estaría durmiendo y no congelándome de frio con las rodillas lastimadas.

Estaba distraída, pise un poco de hielo y resbale cayendo en cuatro. Él se burló de mí, no le di importancia como a la mayoría de las cosas que salen de su boca. Porque siempre es lo mismo:

Siempre tan distraída, nena.

¿Te cegó mi belleza?

Ya deja de babear por mí y concéntrate.

A quién estabas mirando, oh cierto a mí.

Lindos moretones.

Bueno y así un sinfín de comentarios sarcásticos alimentando su ego.

Levante la vista cuando el sacerdote suelta un grito. Los demás hacen lo mismo encontrase con una de las novicias suspendida en el aire hablando en ¿latín? Con una voz distorsionada. La gente empieza a alterarse, unas cuantas se desmayan, el cura entra en pánico. Todo eso mientras me siento y fumo un cigarrillo. Casual.

La escena es divertida, pero no tanto.

El señor Robinson, mi vecino, tiene cara de que le va agarrar un infarto. Podría acercarme y hablarle para que se tranquilice, pero no olvidare esas mañanas en donde me levantaba por el ruido de su música alabando a dios.

Ñe, no es mi problema.

Tanto ruido hace que me dé una puntada en mi cabeza llevando mis manos a ella para tratar de calmar el dolor. Es tan fuerte que suelto un quejido y debo morder mi mano izquierda para no gritar. Me retuerzo unos cuantos segundos, que parecen horas, hasta que se calma de la nada.

Desde pequeña he tenido estos dolores, pero nunca se lo dije a mamá, no quería preocuparla. Además que él siempre estaba la mayoría de veces para ayudarme. Una vez fue tan fuerte que me desmaye en el campo del colegio, cuando me desperté estaba en mi cama.

Al parecer pudo sentirlo porque la novicia se desplomó en el suelo terminando con el espectáculo.

Tomo mi abrigo y salgo antes de que mis padres se den cuenta, dudo mucho que acá a menos de tres horas se percaten de mi huida, deben estar muy ocupados tratando de averiguar qué sucedió.

Fuera de la iglesia hay un par de personas tratando de tranquilizar a otras, algunas vecinas en pijama tratando de saber el chisme. Y como era de esperarse el noticiero local se acaba de estacionar. Esquivo a todos y tomo el sendero por el cementerio. La mayoría es césped así que si me resbalo no me quebrare un hueso.

Posiciono bien los auriculares y pongo Sweater Weather de The Neighbourhood. ¿Entienden la indirecta no?

En fin, amo el invierno, es mi estación favorita y no por el hecho de que mañana sea navidad. Odio la navidad, es deprimente, te recuerda que debes tener un trabajo, familia, o si no eres un inadaptado que no consiguió nada por el hecho de que tengas dinero y no familia. Además que está súper sobrevalorada y no confío en las personas que la tienen como festividad favorita.

Dluxiumstor (Glorioso Infierno I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora