04

1.8K 235 13
                                    


Había pasado unos cuantos días desde que Jimin llegó al castillo, Yoongi tenía muchas obligaciones, por lo que ambos podían hablar hasta la hora de la cena y finalmente dormían en la misma cama

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Había pasado unos cuantos días desde que Jimin llegó al castillo, Yoongi tenía muchas obligaciones, por lo que ambos podían hablar hasta la hora de la cena y finalmente dormían en la misma cama. Aunque sinceramente el omega quería decirle que ya estaba bien y que podía irse a otra habitación, algo en su interior no lo dejaba, tal vez era su lobo que estaba contento con la cercanía con su alfa. Le avergonzaba admitirlo pero a él también le gustaba hablar con Yoongi hasta que ambos caían dormidos.

Para Jimin era una gran sorpresa saber que su alfa era quien hacia la mayoría del trabajo que el rey debía hacer, cuando quiso saber porque prefirió preguntarle al mismo Min, para que al menos le explicara porque el rey Kim no hacía su propio trabajo.



― Tanto ese hombre como su esposa simplemente disfrutan de gastar el dinero del pueblo, lo demás no les importa – explicó – La señora Kim se la vive en fiestas de té con sus amigas cercanas e incluso le gusta ir a otras ciudades a comprar cosas inútiles. Por su parte el señor Kim prefiere salir de caza con sus más cercanos, también gasta mucho dinero en alcohol, comida y omegas. El pueblo no les interesa, yo soy el que me encargo de hablar con otros reinos para contar con ellos. A los señores Kim no les importa lo que haga, de igual manera ellos tienen acceso a todo el dinero, pero una vez que los quite del poder, podré volver a usar el dinero para abrir hospitales, limpiar las calles y ayudar a las personas a reconstruir sus casas



Jimin había quedado fascinado con todo el plan de Yoongi, se lo había explicado entre susurros mientras ambos estaban en la cama. Le había gustado mucho ver la sonrisa llena de esperanza en el rostro de su alfa. Podría decir que un pequeño pedazo de su corazón había sido arrancado por Min, y es que era inevitable, porque al menos el hombre tenía sueños, los mismos sueños que él mismo. Fue en ese momento que se preguntó ¿qué podría hacer él para ayudarle? Ahora tenía la oportunidad de tener un puesto bastante alto dentro del reino, podía llegar en muchas maneras de poder ayudar al pueblo, ese pueblo que ambos amaban.

Sin embargo lo que más sorprendió a Jimin esa noche, no fue solo el gran plan de su alfa, más bien fue la pregunta que le hizo.



― ¿Tú qué opinas? ¿Qué piensas que podríamos hacer por el pueblo? – cuestionó y Jimin solo pudo verlo con sorpresa, porque no se esperaba que el mismísimo príncipe le pidiera su opinión – Independientemente de si eres mi omega o no, siento que puedo confiar en ti – Explicó un poco avergonzado – Ya sabes, tú conoces el pueblo desde que naciste, has estado allí afuera durante tanto tiempo. Creo que conoces mejor lo que el pueblo necesita y me gustaría que me dijeras tu opinión. Pero no te preocupes, puedo esperar, mientras te recuperas puedes pensar en algo y lo discutiremos juntos – sonrió

Mi único rey - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora