Yoongi había esperado ya suficiente tiempo, era hora de obtener lo que le fue arrebatado a temprana edad. Ahora que tenía a su omega entre sus brazos era el momento idóneo para llevar sus planes a fin y poder ascender al trono, tomando el poder del...
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Jimin despertó poco a poco, escuchaba unas risitas a lo lejos, pero estaba tan cómodo, se acercó a la calidez que sentía en su rostro y restregó su nariz solamente para obtener un poco más de ese delicioso aroma.
― Esto es tan tierno – murmuró la voz de una chica a lo lejos, haciéndolo abrir los ojos de apoco
― Oh, despertó – esta vez fue una voz distinta, una masculina
― ¿Qué tanto hablan? – gruño molesto al haber sido despertado
― Bueno veníamos a ver los vendajes de Yoongi – explicó Wheein, pero cada que nos acercábamos tu soltabas gruñidos, no nos quedó de otra que esperar a que despertaras
― ¿Qué? – Cuestionó al percatarse que estaba abrazando a Yoongi y mantenía su rostro en el hombro del mayor - ¡¿Qué rayos?! – exclamó levantándose de un salto, sumamente avergonzado
― ¿Qué quieren ahora? – Gruño Yoongi molesto – Estoy herido, déjenme dormir hasta tarde solo por hoy
― Iré a bañarme – exclamó Jimin mientras corría al baño
― ¿No pudieron simplemente salir y esperar a que despertáramos? – cuestionó Yoongi molestó – Si no me habla en todo el día, los culparé a ambos – amenazo
― Pero nosotros solo vinimos a ver tus heridas – exclamó Jungkook molesto por lo dicho
― No mientan, ustedes solo vinieron como viejas chismosas a vernos dormir – reclamó el mayor
― Pff, bien, tienes razón. Les trajimos el desayuno, déjame echar un vistazo a tu herida y luego los dejamos solos – finalizó Wheein, había valido la pena el regaño
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Cuando Jimin finalmente salió del baño, un poco sonrojado, observo como Yoongi se levantaba despacio para poder caminar a la mesa en donde estaba su desayuno. Un desayuno para dos, por lo que intentando con todas sus fuerzas olvidar la vergüenza, se acercó para poder comer junto al mayor.
