Yoongi había esperado ya suficiente tiempo, era hora de obtener lo que le fue arrebatado a temprana edad. Ahora que tenía a su omega entre sus brazos era el momento idóneo para llevar sus planes a fin y poder ascender al trono, tomando el poder del...
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Tanto Yoongi como Jimin habían bajado al comedor para comer con la familia real, aunque en realidad solo era el rey Jaebum y su omega Youngjae. Sin embargo Jimin se sentía un poco nervioso, porque sinceramente sería la primera vez que conocería a algún amigo de Yoongi, alguien a parte de la guardia real, un rey.
― Buenas noches – saludó Jimin con una reverencia – Soy Park Jimin, es un placer
― El placer es nuestro, tenías razón Yoongi tu omega es muy lindo – sonrió el rey – Im Jaebum y este es mi omega
― Im Youngjae – saludó con una gran sonrisa - ¿Cómo aguantas a Yoongi? Debe ser difícil vivir con alguien tan gruñón como él – bromeó
― Youngjae – le advirtió molesto
― Bueno, vamos a comer – pidió Youngjae sin prestarle atención a Min
― Todo se ve delicioso – observó Jimin mientras se sentaba a un lado de Yoongi
― Lo mejor para nuestros invitados – asintió Jaebum
Poco a poco comenzaron a comer, Jimin no pregunto dónde estaban los demás porque sabía que ellos no podrían siempre acompañarlos a comer siempre, era cuestión de reglas y todo eso. Algo que a él no le gustaba y que pensaba cambiar, al menos en el reino cuando fuera oficialmente el omega de Yoongi.
Dejo el tenedor en el aire al darse cuenta de lo que pensaba, ya no era si tal vez sería o no sería, ahora estaba seguro que era el omega de Yoongi. Pensó que sentiría miedo, pero no, simplemente lo sentía natural. Sonrió mientras comía, un adorable sonrojo pinto sus mejillas pero no quería decirle a Min lo que pasaba en su mente, eso se lo diría cuando consiguieran levantar el reino como debía ser.
Youngjae le ayudo a distraerse, se habían hecho buenos amigos en el transcurso de la cena y eso le hizo feliz. No se obligaba a ser cortes o a tener que agradarles a esas personas solo porque eran amigos de Yoongi, más bien quería ser amigo de ellos porque sabía que ellos no eran iguales a el rey Kim. El rey Im era un buen rey, se preocupaba por su reino e incluso por el reino de su amigo, le daba apoyo incondicional.
― Oh si recuerdo como Yoongi en ese tiempo siempre parecía enojado – comentó Youngjae, los cuatro comenzaron a hablar del pasado, cuando los reyes Min aun vivían y viajaban al reino de los Im para reuniones – No quería tirarlo al lago, pero me había dicho que mi risa era fea – hizo un puchero
― Eso fue muy malo de tu parte, Yoongi – le reprochó Jimin
― Era un niño – se excusó – Además solo dije que tenías una sonrisa peculiar, no que fuera fea. Tú me tiraste sin vacilación al lago, tuve una fuerte gripe después de eso
