El Misterio de Elinor

5. Los funerales son eventos sociales

Will dejó de observar su teléfono y fijó sus ojos en mi.

—Elinor, acaban de hallar el cuerpo sin vida de Harvey Jhonston, el padre de Samantha.

Luego de que Will  pronunciara estas palabras tan desafortunadas, todo ocurrió en cámara rápida. Fue casi como si yo observara la escena desde un punto de vista distinto  al mío.

Lo primero que sentí fue pena. Mucha pena por la muerte de Harvey Jhonston a pesar de nunca haberlo conocido. Y posteriormente sentí mucha pena al pensar en lo que Samantha debía estar sintiendo en aquel momento. Sabía lo mal que la debía estar pasando. El  shock inicial, según yo, era el peor. Se sentía como estrellarse contra el concreto. Pobre chica.

Fue en medio de mi conmoción cuando el agarre de la mano de Will alrededor de la mía, me sacó  de mis pensamientos y regresé de nuevo al mundo real. Las personas comenzaron a salir de forma apresurada del lugar, se escuchaban murmullos desagradables y asustadizos y mi acompañante nos  sacó con agilidad del sitio que se estaba transformando  en  un verdadero caos.

—Apresúrate Elinor,  debemos irnos de aquí —dijo Will con premura.

Sin pensarlo dos veces, afirmé mi agarre en la mano de Will y con un ritmo apresurado comenzamos a abrirnos paso en medio de la multitud.

Que gran forma de terminar la noche. Nótese el sarcasmo.

(...)

En este momento nos encontrábamos mamá y yo bebiendo chocolate en la cocina, mientras procesábamos lo que estaba sucediendo. Mi madre conocía al difunto, y al parecer él y su esposa Meredith, eran personas bastante allegadas a mis padres.

—Harvey era un gran tipo —mamá hizo una pausa melancólica—  él era un hombre muy cercano  a  tu padre.

Y supuse que así era. Yo sume dos más dos y ambos hombres eran miembros del concejo. Era evidente que debían ser cercanos. Otro dato que curiosamente se escapaba de mi conocimiento.

Pero justo en ese instante no quise traer a colación el hecho de que yo desconocía que mi padre era alguien tan importante y reconocido en Lostwood. Era evidente que mamá estaba descompuesta por  la muerte de Harvey y no quería alterarla aún más. Sin embargo, esto no quería decir que yo iba a olvidar el tema del dichoso concejo. Simplemente lo barrería por debajo de la alfombra, por ahora.

—Nunca lo conocí, pero es una lástima que haya muerto de esa forma tan repentina —dije con autentica pena.

—Aún me cuesta creer que haya tenido un accidente tan espantoso —comentó mi  madre.

Harvey Jhonston había fallecido al estrellar su coche contra un roble. Él había perdido el control del vehículo y murió de forma instantánea en el lugar de los hechos.

Habían pasado tan solo un par de días desde la tragedia, pero ya todo el pueblo sabía lo sucedido. No sabía si esto se debía a que el señor Jhonston era un hombre muy influyente y  conocido  en el pueblo, o  como había dicho Mara, nada interesante ocurría en este lugar y este desafortunado suceso era la comidilla de los habitantes de Lostwood. Pueblo chico, infierno grande.

—Pobre Samantha —vocifere.

Mi madre asintió concordando conmigo y posó sus ojos sobre mi.

Una idea cruzó por su mente.

—Eli... se que aún te cuesta abrirte con la gente respecto a tu padre —ella hizo una pausa— pero, sería un  gran gesto de tu parte si dialogas con Samantha.  Se  que ella lo agradecerá.