Cítricos y Madera

159 17 31
                                    

Sungyoon recién llegaba al estudio.
La época navideña había comenzado y el trabajo les llovía como nunca.
Observó la escenografía, era un set lleno de nieve, renos y árboles pintados a mano.

Se quitó el abrigo, contrario a los materiales y el tiempo que hay fuera, el estudio se siente tan cálido como cuando de pequeño visitaba la casa de su abuela.

—¡Oh llegaste! No sabía que ibas a venir.

Sungyoon asintió sin poder quitar la vista del contrario.

Seungmin había salido de la sala de pinturas con manchas en el rostro. Se veía demasiado adorable.

— Solo quería salir un poco y tal vez ayudar.- Dijo algo sonrojado.

El menor sonrió para sí mismo, había estado pensando en Choi todo el día, así que apenas el aroma cítrico del contrario llegó a él, salio corriendo sin importarle casi caer con un bote lleno de pinturas.

— Ya que estoy aquí, ¿deberíamos comer juntos? Parece que has estado ocupado.

—Solo un poco pero me caería bien un descanso.

Sungyoon tomó su teléfono para pedir algo mientras Seungmin se quitaba la playera enorme que lo cubría de manchar su ropa, quedando en una playera sencilla sin mangas.

Sungyoon se giró un momento, el menor resultaba ser la mezcla perfecta de Alfa, podía parecer lindo pero su cuerpo demostraba la fortaleza de la que estaba hecho.

—¿Ya pediste?

—Si, llegara pronto.

Ambos comían en el suelo en medio del estudio de manera tranquila cuando el menor habló.

— ¿Recuerdas al Beta que vino hace una semana?

Yoon asintió dando un bocado.

— Me pidió tu numero. - Dijo riendo.

— No se lo diste, ¿cierto? - Respondió preocupado.

Seungmin negó divertido. No es la primera vez que ocurre. Los modelos caen rendidos ante ambos, tal vez por eso le propuso ser su asistente en lugar de seguir como modelo.

— ¿Querías que se lo diera? Parece una buena persona.

Sungyoon negó algo disgustado.

— Era demasiado débil, no me gustan los chicos así.

El menor miró su comida pensando en esa respuesta, el se siente extremadamente débil cuando Yoon no está cerca.
Aunque probablemente se siente más débil cuando esta junto a el

— Pienso que a ti te agradan los Omegas tiernos. - Dijo burlón el mayor.

El más bajo lo observó pensando un poco antes de contestar.

— No eres un Omega y tampoco muy tierno, así que no.

Choi dejó de comer, Seungmin se acababa de declarar y no sabía que hacer.
Algo dentro de él revoloteaba efusivamente pero no podía aceptarlo del todo, son Alfas.
Alfas cotizados por todo tipo de Betas y Omegas.
Alfas que son jefe y empleado.
Alfas que son amigos.

— ¿Podrías relajarte un poco? Tus feromonas son... - Dijo Bae girandose un poco.

— ¿Crees que tu las escondes? Están por todos lados idiota.

Ahora ninguno podía verse a los ojos. Pero pese a ello estaban realmente divertidos. A pesar de la vergüenza ocasionada por la declaración repentina, ambos se sentían bien, demasiado bien.

— Podemos olvidarlo Sungyoon. - Comentó Seungmin tomando agua.

El mayor tomó aire, su cuerpo ahora estaba ebrio por el dulce aroma a madera de Bae. Se levantó rápido y posó sus labios sobre los del menor.

— No quiero olvidarlo.- Dijo mirándolo a los ojos.

Seungmin sonrió satisfecho antes de atraerlo nuevamente hacia él.

Probablemente las luces y la nieve artificial volvían más dulce el momento.
Aunque Sungyoon se había negado todos estos años, una vez que probó sus labios, decidió que quería quedarse en ellos para siempre.

Obsequios de Invierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora