Te Quiero En Mi Vida.

Capítulo 16

Marinette y Adrien se encontraban ahora sentados en la sala, uno frente al otro, la chica lo miró seriamente, no sabía que decir; jamás se imagino que Gabriel aún quisiera sus miraculous.

—¿Por qué no me dijiste de esto antes?—Preguntó ella finalmente.

—Te lo iba a decir pero me entere que estabas embarazada  y no quería involucrarte en esto, es peligroso.—Respondió él.

—¿Estás seguro de que tu padre aún los quiere?

—Sí, el mismo me lo dijo.—Dijo.—Fui a su casa porque creí que él era quien intentó asesinarme pero me equivoque.

—Espera, si él no fue quien intentó asesinarte, ¿Quién más podría hacerlo?—Preguntó y Adrien agachó un poco la cabeza.—No estarás pensando que Francis fue, ¿Verdad?

—Él salió de la casa de mi padre y se que piensas que es inocente pero estoy casi seguro de que tiene que ver algo con esto.—Comentó.

Marinette se levantó del sofá, se negaba a creer que Francis fuera capaz de eso y aunque ya habían hablado indirectamente de este tema, ella aún dudaba, no sabía a quién creerle.

—Bien.—Dijo ella.—Te creo.

—Marinette por favor tienes que... Espera, ¿En serio me crees?—Preguntó Adrien sorprendido.

—En realidad no del todo pero, también creo que Francis esconde algo—Confeso.—¿Recuerdas cuando nos escondimos en la pequeña bodega de mi casa?

—Sí, lo recuerdo. En ese tiempo aún no sabias que era yo pero, ¿Qué tiene que ver eso con esto?—Preguntó confundido.

—Francis conversó con alguien ese día, recuerdo que dijo "Una vez que este casado lo demás será pan comido".—Respondió y coloco ambas manos sobre el desayunador.—Todos los días recuerdo eso y trató de entender, todos los días me esfuerzo por buscar una explicación a eso pero ya no puedo, estoy desesperada, me aterra saber que el padre de mi hijo sea alguien a quien tenga que temerle.

Marinette comenzó a derramar lágrimas por lo que Adrien se levantó del sofá y fue directo hacia ella para abrazarla, comprendía el dolor por el que estaba pasando, y a la vez se sentía aliviado de que la azabache al fin se diera cuenta de que él decía la verdad. 

—Lamento que tengas que enterarte de esta manera, sabes bien que lo menos que quiero es lastimarte.—Le dijo Adrien aún abrazándola.

—Lo sé.—Dijo ella y ambos se separaron.

—Ya que estamos en el tema, debo confesarte algo más.—Menciono y ella lo miró confundida.—Hable con él maestro Fu, ambos llegamos a la conclusión de que no puedes ser Ladybug de nuevo.

—¿Qué?—Preguntó aún más confundida.

—Estas embarazada, podrían herirte, tanto a ti como a el bebé.—Dijo, tomó las manos de la azabache y la miró seriamente.—No me lo perdonaré si algo llega a suceder les.

—No puedo dejar que pelees solo—. Se acercó más a él. —No puedo perderte de nuevo.

Adrien le sonrió y coloco la palma de una de sus manos sobre la mejilla de la azabache.

—No lo haré, encontraremos a una nueva ladybug, descuida. Todo estará bien.—Acarició su mejilla delicadamente.

—¿Una nueva Ladybug?.—Dijo ella y el asintió.

—Debemos averiguar todo lo posible de las intenciones de mi padre y de Francis.—Comentó Adrien una vez que ambos se volvieron a sentar en el sofá.