NS: Cambiando algo en Mi

Capítulo 10.3: Azufre y Tempestad

Hola a todos, buenos días tardes o noches ¿Cómo están? Se que les debo una disculpa por el tiempo que anduve desaparecido pero actualmente estuve falto de ideas y el tener que arreglarmelas para traer plata a casa se esta haciendo cada dia mas complicado, aún asi no es justificativo para el tiempo que estuve desaparecido.

Por eso les pido una disculpa a todos los que estuvieron esperando por mucho tiempo este capitulo.

Antes de dejarlos con el capítulo de Cambiando algo en mi, les quería avisar que hoy no habrá saludos, mas que nada por que son tanta gente que se haría muy largo.

Igualmente les quiero dar las gracias a todas las personas que me siguen y que les gusta mi historia, también para decirles que el próximo capitulo, el 10.4 va a ser el último de la invasión a Konoha.

El capitulo 10.4 va a ser nombrado "La tormenta mas oscura"

Sin nada mas que decir los dejo con el capitulo 10.3 de Cambiando algo en Mi.

Nos vemos.

... 

El amanecer había llegado hace apenas unos minutos, aún así el frío que la acompañaba todavía no le quería decir adiós, al igual que el cansancio, la sangre seca, el dolor de cabeza, las ojeras, el rastro de lágrimas secas.

Cicatrices que eventualmente desaparecerían de forma física pero que a la vez eran heridas abiertas que se mantendrían grabadas a fuego en su cabeza, su mirada perdida en un punto invisible fue algo que se interrumpió cuando sintió la mano de alguien en su hombro.

Ella por mero reflejo de supervivencia uso una llave rápida que torció la muñeca, no espero nada, solo actuó por mero impulso cuando en un movimiento giro su cuerpo para dar una patada doble en el pecho de quien sea que la había tocado.

Al caer al suelo ella se arrastro con las piernas y los codos para atrás en un intento desesperado por escapar de... ¿Quien?

No podía ver a quien había atacado, debido a que uno de sus ojos estaba cerrado por la sangre seca que lo cubría y su único ojo que podía abrir estaba completamente cegado, veía todo borroso, quizás por el cansancio o por sus heridas, daba igual.

Su respiración agitada y derrotada pero todavía con un pequeño y ardiente deseo de sobrevivir, su cuerpo ya no podía mas, así que lo único que llego a hacer fue meterse debajo de una mesa mientras abrazaba sus rodillas y hundiendo su cabeza en la oscuridad que formaba al estar en esa posición.

Espasmos azotaban su cuerpo y haciéndola temblar como una hoja seca en las épocas de viento en el desierto.

-" Da igual Kankuro, ni lo intentes, ella estuvo así desde que despertó, el medico dice que esta en shock, tenemos que dejarla así hasta que recobre el sentido "- Dijo el cuarto Kazekage desde su balcón con la mirada fija en su aldea.

Kankuro puso una cara de molestia al recibir esas palabras, veía como su hermana se mecía de atrás para adelante mientras que escuchaba con impotencia como su hermana se susurraba a si misma el nombre...

" Yoshio ".

Una y otra vez se lo repetía mientras al mismo tiempo se notaba como las lágrimas querían salir nuevamente, descargar ese dolor, desaparecerlo pero sus ojos ya estaban secos, ya no podía llorar de ninguna manera, solo seguir apegándose a la creencia de que todo esto era una pesadilla de la cual despertaría pronto.

A pesar de ser un ninja, un soldado, alguien quien se tiene que mantener fuerte aún en las peores situaciones, él y su hermana seguían siendo unos niños, quería llorar al igual que su hermana, descargar su angustia, consolarla...