Capítulo 8: Fortalezas del corazón, el caminó de mis promesas

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Antes de empezar me gustaría mandar un saludo a Crown332, a Yanelaschulz04, a Alejandro230997, a User05371215, a ClaudiaToroAlvarado, a JesusGonzalezCa, a Pain1256, a Jazmín8171, a Jleon1705 y a ChrisJ442. Muchas gracias por apoyar la historia y por seguirme, si me olvidé de saludar a alguien y voy a intentar saludar a todos para la próxima, si quieren les recomiendo que lean la historia con la música de Attack on titan- The reluctant héroes- Shingeki no Kyojin en los momentos que ustedes crean convenientes.
Sin nada más que decir que disfruten el capítulo.
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Era medió día, el sol brillaba bastante pero no era un día caluroso y mucho menos era un día frío, era un clima agradable para las personas que caminaban por la villa mientras que una águila roja surcaba los cielos y volaba al rededor de la villa hasta que entro por una ventana abierta para apoyarse en el marcó de la ventana, hizo una reverencia para después levantar su pata derecha mostrando un mensaje en su pata que tenía un candado de oro rojizo.
Saco de su escritorio una llave del mismo material que el candado que tenía el kanji de fuego en la punta del mango de la llave, cuando abrió el candado saco una pequeña hoja con el símbolo de sellado, puso la pequeña hoja en su escritorio enfocó un poco de chakra en el selló y apareció un pergamino. Tenía detalles dorados y de detalles de oro rojizo con el kanji de fuego en cada lado y tenía un hiló dorado que lo mantenía cerrado.
-"Interesante ¿Una invitación a Konoha?"- Preguntó mientras seguía leyendo el pergamino.
Con un solo chasquido su asistente apareció asomándose por la puerta.
-"Si Raikage-Sama ¿Nesecita algo?"-

-"Suspende todas mis reuniones de la semana que viene mañana vamos a ir a ver la final de los exámenes chunin en Konoha"-
...

Naruto estaba llendo al hospital con un ramo de flores que tenía un combinación de hortensias y lirios que habían sido compradas directamente en la floreria Yamanaka, cuándo llegó al hospital se encontró con la recepcionista que lo miró con una pequeña sonrisa.
-"Hola Naruto buenos días ya se a que venís, esta en la pieza B nueve en la segunda planta, la contraseña es Rayo 34"-

-"Gracias Aratani-San"- Dijo Naruto mientras caminaba a las escaleras para ir al segundo pisó.
Cuando llegó a la puerta dos Anbus se aparecieron adelante suyo de brazos cruzados.
-"Contraseña"-
-"Rayo 34"- Los Anbus se miraron y se asintieron mutuamente.

-"Tenés una hora"- Dijo uno de los Anbu abriéndole la puerta a Naruto.

-"Gracias"- Dijo Naruto mientras que entraba a la pieza.
La pieza era bastante grande, era iluminado por el brilló del sol que entraba por la amplía ventana que había al otro lado de la pieza, contra la parte izquierda de la pared había un sillón de color bordó con muebles a los costados y a la derecha se podía ver la silueta de alguien acostada en una cama detrás de la cortina que los separaba.
El sonido constante de la frecuencia cardíaca indicaba que ella seguía con vida, el suero que estaba conectado a su brazo hacía que ella estuviera sumida en un profundo sueño, el nebulizador que le brindaba aire haciendo que su respiración fuera más relajada y las variadas máquinas conectadas a su cuerpo la hacían tener un aspecto muy deplorable aún que Naruto sabía que estaba fuera de peligró. Apretó su puño izquierdo para reprimir la furia y cólera, dejó las flores en el frasco que había arriba de la mesita de luz al lado de la cama en la que estaba internada Samui.
Respiró ondo para no dejarse llevar por la irá, no había tenido la oportunidad de venir a visitarla por el constante entrenamiento con Jiraiya durante el día y con Kurama durante la noche, todo eso había hecho que estuviera cansado casi todo el tiempo pero como ya faltaba casi una semana para la final de los exámenes chunin decidió tomarse la semana libre para estar bien preparado, se sentó al lado de ella con una silla, agachó la cabeza introduciéndose en sus pensamientos teniendo sus manos juntas como rezando, se culpaba de no poder parar la pelea antes, de no ser lo suficientemente rápido para ver que ese ataque de Neji ya la habia dejado al borde de la muerte, se culpaba de no poder hacer nada para ayudarla, se sentía inútil, se sentía impotente, miró sus manos y las paso por su pelo desordenándolo mucho mas.
-"Perdón Samui-Chan, perdón por no poder pararlo antes"- Volvió a mirarla y solo lo entristecía más haciéndo que agachará la mirada de nuevo.

NS: Cambiando algo en MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora