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"No puedes abrirle la mente a alguien si tu mente no está abierta también."

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—No puedo creer que realmente estés diciendo esto.— se levantó de la mesa enojado. —Cómo piensas pagarlo?, cómo lo mantendremos?, escucha, nunca hemos hablado de esto antes.

—Ya lo sé, pero piensa en lo bonito que sería, solo imaginate siendo padre— el menor ya no sabía como tratar de convencerlo, pero para este punto, ya sería imposible.

—No, Iruka!— por primera vez, alzó su voz ante su novio —No quiero, no es el momento y no podemos cuidarlo!.

—Pero si quiera lo pen-

—¡No, lo siento pero seguirá siendo no!— se levantó y se fue de allí.

Una hora antes, cuando él volvió de su guardia, su pareja estaba muy, realmente muy emocionado, pero nunca pensó que sería por lo siguiente.

—Vine por la cuadra lateral del colegio, porque tenía que comprar algunas cosas y vi un centro de adopción. — estuvo feliz durante el relato pero dejó de sonreir. —Y entré allí, habían muchos niños, demasiados pero uno, estaba apartado y, era muy hermoso Kakashi, tan rubio y de ojos color mar.

—No.

—No, qué?— su pareja cambió el semblante a uno decepcionado.

—Ya sé que es lo que piensas, y la respuesta es no.

—Escucha, podría trabajar horas extras para poder ganar más dinero y poder traerlo.

Efectivamente su respuesta sería no hasta que tenga un lugar más estable, además, nunca le agradaron los niños y él no quería perder el tiempo con uno que ni siquiera era suyo.

Capaz era la típica respuesta de un recién adulto de veintitrés años, pero no estaba seguro de querer ser padre tan temprano.

—Kakashi?— su pareja lo sacó de sus pensamientos.

—Qué?.

—Podemos tratar de hablarlo?— extrañamente, el moreno se escuchaba más serio e intimidante.

—Ya te dije qu-

—Escúchame!— gritó —Esto es decisión de ambos y sabes que uno de mis mayores anhelos es ser padre!— honestamente nunca lo escuchó tan molesto —Como pareja debemos llegar a un acuerdo, pero simplemente te vas y decides ignorar el tema.

—Mi elección no cambiará.— volvió a voltearse para darle la espalda.

—Bien, creo que ya no vamos por el mismo camino.— se cruzó de brazos y su garganta se cerró —Quiero que te vayas de aquí y termino la relación.

—Qué?!— se levantó enfrentándolo —Todo esto por un sueño tuyo?, un simple capricho?!— lo tomó de los hombros.

—Sí, escuchaste bien!— alejó sus manos sobre él —No me toques y vete.

—Te estás escuchando si quiera?!

—¡Dije que te vayas!— cruzaron miradas, él, firme y serio pero destruido por dentro, y el contrario, enojado y desilusionado.

Para la mañana siguiente, el peligris ya tenía todo empacado, fuera de ese departamento lo esperaba su mejor amigo, Obito.

Era una molestia vivir con él, ya que también estaba su pareja. Pero le estaba agradecido por ayudarlo en este momento, significaba mucho.

—Puedes venir a ver a Nyu cuando quieras.— el moreno, sosteniendo al felino, veía como Kakashi dejaba su maleta dentro del auto del pelinegro.

—Sí, gracias.

—Bueno, es todo, ya debemos irnos.— el castaño habló —Me alegro verte de nuevo Iruka, ya había pasado tiempo— trató de animar el ambiente.

—A mi igual, Obito— quiso sonreír —Deben irse ya, saludos a Deidara.

—Sí— rascó su nuca con una sonrisa nerviosa —Adiós y cuídate.

Kakashi no volteó a verlo en ningún momento, no hubo despedida, tan solo se fue, de su casa y de su vida.

Acuarela 水彩 | KakaIru |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora