Parte 8

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Karamatsu aguardaba en uno de los tantos pasillos de aquel gran edificio, revisando por quinta vez su atuendo sonrió de forma boba al recordar los halagos que Atsushi le dijo tras salir del vestidor en el centro comercial; el cambio de look fue idea de su amigo, quien aseguro que así impresionaría más y lograría resaltar, el Matsuno se sintió feliz por estrenar algo tan elegante y prometió pagarle lo antes posible. Miró nuevamente la puerta del fondo por la que Atsushi habría cruzado hace varios minutos, sintiéndose ligeramente nervioso por quien fuese a entrevistarle.

La puerta que observaba se abrió repentinamente y pudo ver a su amigo asomándose un poco para llamarle, a lo cual no tardo en obedecer. Dentro de la oficina divisó a un joven de cabellera rubia ligeramente larga atada en una cola de caballo, se notaba de inmediato que aquel era extranjero.

- ¿Así que tú eres el famoso Matsuno? – pronunció el rubio mientras se colocaba de pie para acercarse al mencionado, dando un par de vueltas a su alrededor no tuvo reparo en mirarle de arriba hacia abajo sin discreción – podría funcionar, pero no estoy seguro todavía – expresó su duda al frenar delante de Kara.

- Confía en mi Akemi, tiene más de lo necesario – aseguró Atsushi con gran confianza.

Karamatsu se mantuvo en silencio, nervioso por no saber que decir y preocupado de las funciones a ejercer que pudiesen solicitarle, después de todo, carecía de experiencia laboral.

- Bueno, supongo que no tenemos nada que perder – el nombrado Akemi terminó por aceptar.

Instantes después Karamatsu se encontraba de pie con una tela blanca de fondo y algunos reflectores apuntándole, en aquel estudio solamente estaban ellos tres, el rubio mantenía una cámara entre sus manos.

- Bien, querido Karamatsu muéstrame lo que tienes – solicitó antes de comenzar a tomar diversas fotos.

Karamatsu dio un respingo al escuchar el primer flash, sin estar seguro de lo que debía hacer comenzó a mostrar las diversas poses extravagantes que acostumbraba usar. Tras varias tomas la sesión finalizó, mientras Akemi revisaba las imágenes el Matsuno aprovecho para acercarse a su amigo.

- Debiste decirme de que se trataba – se quejó el sextillizo en voz baja y torciendo la boca.

Atsushi no pudo evitar una leve risa ante la actitud del otro que parecía un niño a punto de hacer un berrinche - lo siento, no quería que estuvieses nervioso, Akemi es un viejo amigo y siempre está en busca de nuevos modelos.

- Aunque entiendo que este podría ser un buen trabajo... – se cruzó de brazos antes de esquivar la mirada - Yo pensé que sería algo en una oficina, quizá donde trabajas; así que esto me tomo por sorpresa – finalizó apresurado, antes de terminar admitiendo que ansiaba laborar en el mismo lugar que Atsushi.

- Pero sería un gran desperdicio esconder tu atractivo tras un escritorio – murmuró en respuesta, ante lo que Karamatsu regresó la mirada de inmediato. Cuando Atsushi se percató que lo dicho fue escuchado rasco su mejilla con ligero nerviosismo – t-tú lo has dicho, tienes buen gusto en ropa y cosas así, y tu sueño era salir en una portada ¿No? Así que esto parecía apropiado... aunque tal vez tardes un poco para llegar a una revista, pero no creo que no puedas lograrlo...

Atsushi parecía dar explicaciones innecesarias mientras Karamatsu solo atinaba a enrojecer cada vez más.

Akemi terminaba de ver las ultimas fotos, si bien Atsushi refirió que el Matsuno tenía encanto, él no veía nada especial, aparentemente solo era otro chico bonito y ya; cuando el rubio dirigió su vista a los otros, requirió solo unos segundos para enfocar nuevamente a Karamatsu con su cámara y capturar la adorable expresión sonrojada. Ahora entendía lo que su amigo le dijo, ese chico Karamatsu tendría muchas facetas a explorar.

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