Parte 16

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Ichimatsu le entregó un vaso con agua a Yanagida que descansaba en una silla frente a la mesa, el nini tomo lugar justo al lado contrario, agradeciendo que nadie decidiera pasar a la cocina para interrumpirles.

- Espero no tengas problemas – habló repentinamente el castaño antes de tomar un sorbo de agua. Ichi ladeo la cabeza confundido, reacción que el otro considero adorable al comprarlo con un gato curioso – refiero a tu herida – señaló su propia nariz.

El sextillizo tocó la bandita que ahora tenía puesta - ¿Esto? ¿Por qué seria un problema?

- Seguramente te cuestionaran en el trabajo ¿No?

Ante lo escuchado Ichi se encogió en su lugar – Eh... n-no, yo no, trabajo – murmuró la última palabra.

- ¿No qué? – repitió el otro al no haberle escuchado.

El sextillizo rechisto por lo bajo – no tengo trabajo – repitió un poco más alto, sin atreverse a mirarlo.

- Oh, ya veo ¿Y te gustaría uno?

El de morado levantó rápidamente el rostro – Imposible, no se hacer nada – admitió por inercia antes de volver a bajar la mirada avergonzado.

- Vamos, deberías tenerte más fe, yo confió en ti.

El Matsuno suspiró derrotado – Tú debes tener en mente a mi yo del pasado, pero siento decirte que todo fue una mentira – confesó con un ligero dolor en el pecho, consciente de que revelar la verdad podría generar el rechazo inmediato del castaño – lo siento, pero la realidad es que soy un sujeto sombrío, aburrido y un nini, un fiasco para la sociedad – tragó pesado al finalizar. Consideró que contar aquello le evitaría la desilusión a largo plazo, pensando que era mejor ser despreciado cuanto antes y así evitar el sufrir.

Yanagida celebró internamente, por fin Ichimatsu le revelaba su verdadera personalidad – No tienes que disculparte ni explicar nada – aseguró confiado – me agrada quien eres y es admirable cuanto te esforzaste en la escuela para llevarte bien con nosotros. Lo único que lamento es no haberte inspirado mayor confianza para que te mostraras tal cual conmigo, de verdad lo siento – su expresión alegre disminuyo notablemente, apenas mostrando una mínima sonrisa.

El corazón del nini comenzó a latir descontroladamente - ¡N-no fue así! Siempre fuiste un gran amigo, el problema era yo, y... - frenó su discurso cuando tuvo sobre su mano la diestra del otro.

- Dejemos eso en el pasado ¿Te parece? Ahora me interesa solamente conocer más al Ichimatsu de ahora – reforzó suavemente el agarre, apreciando a detalle el rostro colorado del sextillizo.

- Espero no interrumpir.

La repentina voz provocó que Ichi deshiciera el contacto al instante.

Atsushi y Karamatsu estaban en el marco de la cocina. El de azul se hallaba con los brazos cruzados, y pese a las gafas oscuras, era notorio el semblante hostil.

- ¿Terminaron de charlar? – cuestionó Yanagida con un tono pícaro en la voz.

- ¿Y ustedes? – Regresó la pregunta sin relajar la expresión.

- Espero que no, porque realmente la estoy pasado bien – admitió el castaño al observar en dirección a Ichi para guiñarle un ojo.

El par de hermanos se sonrojaron, uno por cierta emoción aún desconocida y el otro por el coraje.

- Creo que ya es suficiente, seguramente tienes mucho trabajo – insistió Karamatsu.

Ichimatsu reaccionó ante lo escuchado colocándose de pie y golpeando con ambas manos la mesa - ¿Qué demonios pasa contigo? – Reclamo ante el obvio desplante contra Yanagida - ¿Ahora vas actuar como Osomatsu nii san?

InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora