03. Flores de cerezo y un saludo peculiar

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Era un día tranquilo en Damseong, tranquilo al menos para Seonghwa quien a efecto de sus medicamentos se sentía relativamente bien, lo suficiente al menos para ir al patio a dibujar un poquito.

Desde que vió a Yeosang la última vez, el quería volver a verlo, tenía la ilusión de enseñarle a dibujar como el le había implorado unas semanas antes, sin embargo hubieron días malos, días en los que Seonghwa no quería nisiquiera salir de su habitación, días en los que comer y tomar medicina no era necesario, días en los que se sentía tan mal que lo único que quería hacer era llorar, ir al baño y dormir. Situaciones que se repitieron por un par de semanas, hasta hoy. Que por alguna razón se sentía muy feliz, había comido bien y tomado su medicina, incluso saludo a todas las enfermeras y pidió su cuaderno de dibujo al director del hospital, también siendo ya un amigo suyo el cual siempre se preocupaba por el.

Sin más se sentó debajo de la pérgola en la banca que daba al jardín entero, nuevamente una vista espectacular, estaba buscando con la mirada a Yeosang por todos lados. No lo veía, ¿Estaría en el jardín de atrás? ¿En ese pequeño bosque?

—¿A quien buscas Park?— Hablo la chica.

—Señorita Oh... ¿Como le va?— Saludó Cortésmente.—Busco a un niño—

—¿De quien se trata?—

—Bueno... No es un niño, es un año menor que yo, pero actúa como un niño—

—¿Hablas de Yeosang?— el paciente asintió y siguió buscándole con la mirada.

—No ha venido en un par de días, seguramente vendrá más tarde—

—Oh, bien... Quiero verlo—

—¿Lo has dibujado?— pregunto muy curiosa.

—Claro, pero le regale el dibujo ya no lo tengo yo— respondió sin voltear a verla, si el castaño no se encontraba ahí, al menos iba a dibujar hasta que apareciera.

—Nos vemos después Park... Recuerda que a las doce te toca tu medicina—

—Bien...— respondió empezando a hacer garabatos en el papel, iba a esperar ahí hasta ver a Yeosang entrando por aquella puerta.




























Cada vez que voy en el carro de papá para visitar a mamá al hospital imagino que voy en un viaje hacia Rusia, donde pasó por Japón y Vietnam, viendo tradiciones y aprendiendo culturas, una vez me toco la dicha de ir a Tailandia, es un país que es tan pequeño pero hay tanta gente y monumentos de los que me encantaría hablar pero sin duda en ese viaje tuve la dicha de conocer a sunan, un niño local que le encantaba tallar frutas y hacia obras de arte con un cuchillo y una naranja.

Pero todo eso se desvanece cuando entro al psiquiátrico, ahí solo hay gente uniformada caminando desde el jardín hasta dentro de las instalaciones, imagino aveces que es como que fuera un policía dentro de una cárcel. Pero hay una cosa que siempre me saca de esa absurda fantasía. Seonghwa... No le vi desde hacía tiempo y todos los días que iba llevaba mi cuaderno y unos lápices que le pedí a papá que me comprara, quería aprender a dibujar como el, para así un día dibujar todas las cosas que imaginaba y hacerlas reales.

Todos los días también le preguntaba a las enfermeras por él y siempre decían lo mismo. Hoy está inestable, es mejor que lo dejes descansar.

Me desanimaba de cierta manera pero me alegré muchísimo al verlo. Me acerqué de inmediato a el y me senté a su lado, le di un beso en la mejilla como saludo.

—¿Que haces?— hablo tapando su mejilla.

—Saludarte—

—¿Porque me das un beso?—

—Mi padre me enseñó que así debemos saludar—

—Tu padre es raro... Bueno en fin, hola Yeosang— me dijo, automáticamente saque mi cuaderno y mis lápices, el los vio y sonrió.

—¿Que dibujas?—

—Las flores de cerezos de los árboles—

—Quiero dibujar las también—

—Trae una, te enseñaré la forma correctamente para que puedas dibujarla— salí corriendo a traerla, era como una aventura, corrí por desiertos enteros y recorrí ríos caudalosos para recoger la flor y llevársela a Hwa para que me enseñará a dibujarla.

Regresé con el, me explico cómo debía hacerlo, ¡lo hice! Logré dibujar algo por primera vez en toda mi vida, era bonito intentar algo y que saliera bien, tengo la sensación de que dibujare cosas grandes en el futuro.

—Te han quedado bien—

—Es la primera vez que lo intento— conteste emocionado.

—Si pues así funciona la motivación... Tú haces algo porque quieres y te sale bien, alguien te obliga a hacer algo y al final solo terminas enojado y entregando cualquier cosa— no entendía bien a qué se refería pero contestarle con un por supuesto era la mejor opción.

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Feliz día, tarde, noche o madrugada. Y feliz año nuevo, espero que este 2021 no sea tan malo como 2020

El chico del Jardín (Seongsang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora