Cuarto

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Shi llego a las habitaciones de su madre despues de una larga caminata para aclarar su mente, debia de pensar en una forma de abordar la cuestión sin hacer sentir mal a su madre, y sin revelar la forma en que estas dudas nacieron, además tambien debia calmarse, el relato de Yan Da le habia dejado la sangre hirviendo, con unos sentimientos negativos que no sabia era capaz de albergar. 

Las habitaciones de su madres eran hermosas, con recuerdos del mar, Shi, sabia que ella solía extrañar el océano, recordaba que de niño, los dos se daban pequeñas escapadas a las costas del reino, para disfrutar de la playa, él tambien adoraba jugar con las olas, su madre decia que tenia sangre de sirena, y que esta cantaba cuando estaba cerca del mar. 

Hacía mucho que ambos no disfrutaban de uno de esos días.

— ¡Shi, que grata sorpresa! Siento que no te veo desde hace mucho— Como un niño dejo que su madre lo abrazara y diera suaves besos en las mejillas, y lo llevó hasta la pequeña mesa que utilizaba su madre para tomar el té.

— Lo siento, madre, he ayudado a Ka Suo con la princesa Yan Da— La mujer le sonrió, y Shi se sento viendo como su madre servía dos tazas humeantes de té negro.

— Pese a tener un padre como el suyo, me parece una chica bastante encantadora, aunque se debe de tener cuidado, la gente del clan de fuego, sobre todo la familia real, son todos víboras y alimañas— Por el tono utilizado, Shi se daba cuenta que la historia de Yan Da era cierta.

— Madre, quiero preguntarte algo muy importante, pero deseo que me contestes con toda sinceridad, sin mentirme.

El tono serio de su hijo, hizo  Lian Ji preocuparse, su niño siempre era alegre y despreocupado, incluso con los tratos distantes de sus hermanos mayores y padre, jamás perdía su espíritu juguetón, para él nada más le interesaba que Ka Suo y ella misma lo quisieran.

— Que serio te escuchas, Shi— Al ver que su niño no sonreía, dio un largo suspiro y asintio— Esta bien, te prometo ser sincera.

— Madre, ¿Yo soy realmente hijo de Lin Chao?— De haber estado bebiendo su té en ese momento, seguramente lo habría escupido todo, Lian Ji jamas se esperó tal pregunta de su hijo, y le enervaba la sangre que esta duda naciera cuando la Tribu del Fuego se hospedaba en el Palacio.

— ¿Por qué preguntas eso?— Cuestiono ella, luciendo pálida y sin saber que hacer con las manos, Shi lucía tranquilo.

— Madre, por favor, contesta mi pregunta— Tenía dos opciones, mentirle o decirle la verdad, durante años Lin Chao habia tratado a su hijo con frialdad, siempre con reservas y siempre lanzándole miradas de reojo, ella tenia sus sospechas de que este conociera la verdad, pero sabia que jamás la diría en voz alta por miedo a la vergüenza.

— Si te digo la verdad, temo lo que puedas hacer, por años hemos vivido bien, no quiero que eso cambie— Aunque bien era una mentira, Lian Ji tenia habitaciones propias, sirvientes, y estatus, pero muchos la despreciaban, la reina la trataba con fría cortesía, el rey no toleraba mirarla, y los consejeros parecian rehuir a su presencia. A Shi solo Ka Suo lo trataba como un hermano, el resto parecía desagradarle la sola existencia de él.

— Madre, no haré nada arriesgado, simplemente quiero saber la verdad.— Lian Ji lo pensó por largo rato.

— No, no lo eres— Fue la simple respuesta, y Lian Ji pudo ver la decepción en el rostro de su hijo, le causaba dolor saber que ella era la causante de ello. Por años su hijo añoro el amor de su padre, añoro una sonrisa calidad o una palabra de aliento, que fríamente le fueron negadas, y ahora comprendía la razón.

— ¿Es mi padre el Rey del Clan de Fuego?— ¡Ella lo sabia! Aquello solo podía ser obra de Huo Yi, no le bastaba con haberla avergonzado y deshonrando hacía tantos años, ahora dañaba a su hijo con sus impertinencias. 

A Song of Ice and Fire [Yan Da x Ying Kong Shi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora