Christmas Tree ||JimSu||

Prologo

No, no podía ser cierto, Yoongi sabía que esto se trataba de una pesadilla, una muy, muy grande, definitivamente no había escuchado nada de lo que sus padres le habían dicho, estaban cenando, tranquilamente cuando de un de repente su madre comenzó a hablar de la cena navideña, y lo peor de todo es que había mencionado a los Park, pero no sólo era una mención, si no que se trataba de incluirlos en sus planes para estas fiestas, no, eso sí que no estaba en los planes de Yoongi, ni siquiera para un futuro.

—No piensan hacerlo ¿o sí? —el sonido de los cubiertos sobre los platos de cerámica se detuvo en ese instante—. ¿No van a responder?

—Papá y mamá pueden invitar a quien sea, hermano —contesto Beomgyu para después meter un poco de carne en su boca—, ¡será divertido ir a jugar con los primos de Jimin hyung!

—No te metas en las conversaciones, mocoso —rechino sus dientes Yoongi al ver como Beomgyu le sacaba la lengua.

—Chicos, pido una cena sin peleas —comento Yoonjung—, además, Yoongi no tienes por qué molestarte por esto, los Park son muy agradables.

—Tu hermana tiene razón, Yoongi —Yoongi a veces piensa que sus padres solamente quieren estar en su contra por todo—, además no te vas a morir por pasar la navidad con los Park.

—Claro que me moriré —Yoongi se levantó de la silla—, ¿se dan cuenta que me están pidiendo que acepte estar con el idiota de Park Jimin?

—Tu novio estaría feliz de verte —comento Yoonjung haciendo reír a Beomgyu, pero Yoongi no pudo más que gruñir ante esa respuesta.

—No es mi novio, no quiero pasar la navidad con ellos, y mucho menos con ese tarado —retiro sus platos de la mesa y se alejó caminando estaba furioso, quería salir y patear el primer bote de basura que se encontrase en su camino—, gracias por la cena.

No era una novedad para ninguno en la casa de los Min ese comportamiento tan reacio del hijo mayor, Yoongi jamás ha estado de acuerdo con que los Park estuvieran cerca de ellos, las familias llevan conociéndose desde hace muchos años, con decir que llevaban más de veinte años de amistad, y Yoongi no lo podía ni creer.

En ambas familias se desconocía el motivo por el cual tanto Yoongi como Jimin habían decidido tener rivalidad, por supuesto solamente los protagonistas de dicha rivalidad tenían sus razones, y todo fue cuando Jimin había ido al cumpleaños número seis de Yoongi, todo estaba tan tranquilo en la fiesta, ambas familias celebraban y de un de repente ambos niños fueron encontrados en el jardín trasero rodando de un lado a otro mientras se decían sus mejores insultos, nadie comprendió la razón, y mucho menos ahora.

Esa amistad que ambos parecían haber formado desde bebés, se había derrumbado aquel día, casi siempre que se encontraban era lo mismo llegaban a insultarse, se ignoraban por completo o inclusive se decían indirectas muy graves, no importaba si estaban rodeados de personas o no, ellos sólo se concentraban en atacar al otro, ahora ambos con veintidós años seguían con lo mismo.

Yoongi cerró la puerta de su habitación, estaba cansado, esto era una tontería, de sólo pensar en lo que podría suceder en la fiesta le hacía ponerse mucho más colérico, sería la peor de sus navidades, camino en dirección a su cama, en donde se encontraba su computadora portátil, estaba a punto de sentarse cuando un estruendoso golpe llamo su atención.

Miro hacia su ventana, y decidió caminar, se escuchaba como si alguien estuviera golpeando algo, camino despacio hasta llegar, y cuando lo hizo, no le sorprendió encontrarse con Jimin afuera, para su desgracia de Yoongi, la familia Park vivía justo frente a ellos, parecía que sus familias no querían separarse nunca. Observo a Jimin, quien estaba apenas cubierto por un suéter y pateaba con brusquedad las cajas de madera que habían dejado afuera para tirarlas después.

Su ceño estaba totalmente fruncido y parecía estar murmurando algo en voz baja, para después soltar un gruñido, seguramente le habían dicho que tendría que pasar la navidad con los Min, y por supuesto Yoongi no estaba nada equivocado.

—Parece que al menos en algo estamos de acuerdo —comento Yoongi en voz baja mientras seguía mirando a Jimin—, parece un neandertal enojado —sonrió ante su descripción.

No dudo en sacar su celular del bolsillo de su chamarra y desbloquearlo, necesitaba unas buenas fotos, editarlas un poco y subirlas a internet, si le pagasen por las múltiples ediciones que hace de las fotografías de Jimin para hacerlo ver más ridículo, sería millonario.

—Muy bien, Park —sonrió sin dejar de tomar fotografías—, eso, sigue comportándote como el cavernícola que eres, idiota...

El problema fue cuando sin querer acciono el flash, la luz ilumino perfecto, y lo peor había sido cuando Jimin volteo su rostro hacia su ventana.

—Oh, carajo —susurro Yoongi al ver que el chico le miraba con el ceño fruncido.

—¡Más vale que no subas esas fotos, imbécil!

—¡Oblígame!

—¡Baja aquí, cobarde! A ver si tienes un mejor ángulo para que así tomes fotografía cuando te golpee.

—Golpeas como niña de cinco años, Park —grito Yoongi. Al menos los vecinos estaban lo suficientemente ocupados como para querer escuchar una nueva discusión entre esos dos.

—¿Quieres comprobar que no es así? ¡Baja!

—Ven tú aquí si tienes tanto valor, idiota.

—Sólo los cobardes como tú —lo señalo desde afuera—, dirían eso, Min.

—¡Mejor cierra tu enorme boca!

Mientras tanto en el comedor, la familiar Min soltaba un suspiro, ahí iban de nuevo esos dos, la familia Park no pudo evitar hacer lo mismo, ni siquiera podían ver una película con tranquilidad mientras cenaban en la estancia de la casa.

Ambas familias esperaban que por lo menos en navidad, esos dos se pudieran controlar, y se perdonasen de una vez por todas.