El Camino de los Héroes | BNHA x KNY

7. El ojo del mundo

Ahora me dirijo a ti, pequeño pájaro que acaba de salir del nido y que aún está decidiendo su ruta en este intrincado y dividido camino llamado vida, ¿alzarás tus alas para vivir por ti y por aquellos que aprecias?, sería la opción más sensata, pero para muchos esto no es una opción, por lo que se ven contra la espada y la pared con la única elección de vivir para alguien más. El por quién terminan viviendo decide quienes serán en el futuro.

-Extracto del primer capítulo del libro "El camino de los reyes", de autor desconocido.

Nadie sabía nada.

—Buenos días querida —saludó la vecina de la puerta del frente mientras le ponía llave a su casa—. ¿Cómo va la escuela?

—Eh... —Izumi vaciló—. B- Bien, gracias.

Hizo una reverencia y salió apurada. Por supuesto que nadie sabía nada. Ni siquiera sabían lo que le había pasado a su hermano, y le gustaba pretender que ella tampoco.

Caminó perdida en sus pensamientos, intentando adivinar qué pasó en el tramo de tiempo en el que estuvo desaparecido obviamente sin éxito. Se sentía estancada. Se sentía culpable, como si el ojo del mundo la observara juzgando cada acción que hacía.

¿Cómo podía confrontar de esa manera a su maestro? ¿Cómo iba a aceptar después de todo aquel poder? Desde que lo había recibido que se debatía si era la indicada. Se convencía inconscientemente de que Kacchan era el más indicado por la simple razón de que podría darle uso sin sentir culpa alguna. Pero en el fondo sentía que a ninguno le correspondía aquel poder, que de todas maneras estaba en manos equivocadas.

De hecho, si se ponía a pensar, toda su vida había sido una montaña de máscaras para hacerse sentir mejor a sí misma. La carismática presidenta de su clase en secundaria, la habilidosa capitana del equipo de natación, la prometedora aspirante a heroína de la U.A. y, por último, pero más importante: la orgullosa heredera y portadora del poder del héroe número uno.

Una lástima que todo eso fuera una mentira, no en el estricto sentido de la palabra, pero se sentía una embustera.

Sin darse cuenta ya estaba fuera de la academia, viendo ausentemente como todos entraban. Cientos de espaldas que parecían más grandes que ella, más dignas. Sin querer o buscar, reconoció la de su hermano, que se hallaba mucho más adelante junto a otras que parecían sus compañeros. Avanzando.

[...]

—Entonces ese es el plan —murmuró Izuku a su cuervo, aunque evidentemente nadie los estaba escuchando—. Yo dejo la espada ahí y me voy, e inmediatamente después vas y le dices dónde está.

—¿Seguro que no debería decirle que tú la salvaste? —preguntó el pájaro algo confundido, pero prefería evitar cuestionarlo.

Izuku asintió con la cabeza rápidamente y, seguido de eso, lanzó la espada a una zona llena de arbustos frondosos. Lo había planeado todo bien, pero al momento de la verdad siempre...

—Mejor espera un... —dijo dándose media vuelta hacia donde estaba el cuervo, pero para su sorpresa, ya se había ido. Comenzó a temblar y sintió un repentino frío.

...al momento de la verdad siempre entraba en pánico.

Eligió una dirección y salió corriendo a toda velocidad en ella, sin mirar atrás y sin siquiera preocuparse si se le había caído algo. Afortunadamente no fue así.

Rodeó varias manzanas planteándose si debiera o no ir a la academia. Akane le preguntaría por qué tenía un brazo roto... si es que tuviese un brazo roto.

«¿Qué me pasó ese día, por qué de un momento a otro yo...?».

Esa zona de su cerebro dejó de funcionar cuando se halló a unos metros de la academia, pero volvió en sí cuando vio a un par de compañeros con los que se llevó bien cuando llegó en primer día. Rápidamente fue a saludarlos y caminar a su lado, eso levantaría posibles sospechas en su contra y reforzaría de alguna forma —o eso creía él— la confianza que le tenían sus compañeros.

Miró al cielo y vio a su cuervo asqueroso traidor sobrevolando cerca, seguramente ya le había dicho.

«Conseguiré mi venganza cuervo apestoso».

Sintió que alguien lo observaba, pero le restó importancia y fue a su aula junto con sus compañeros. Alguien intentando atacarlo no pasaría desapercibido, por lo menos para él.

Lo realmente extraño es que no solo sentía a una persona mirándolo. Eran centenares de ojos.

[En otro lugar]

—Están llegando —musitó Viper para sí mismo—. Esas cosas raras están cada vez más cerca.

Tenía el extraño sentimiento de que todo eso que veía era demasiado peligroso para él. Debía ser cauteloso con sus acciones, y de hecho siempre lo era, pero sentía que se le escapaba completamente de las manos.

Tiró la cola del ratón que se estaba comiendo a un costado de la habitación y miró a los "ojos" a la persona que tenía delante.

—Entonces, ¿para qué llamabas? —preguntó con notable pero accidental desinterés.

—Me gusta tu actitud —dijo lenta y tranquilamente All for One—. Pero cuida un poco esa lengua viperina, o te la terminarán arrancando algún día.

All for One se acomodó la camisa y se sentó en su sillón especial. Era una reunión de negocios después de todo.

—Tengo una pequeña oferta para ti y tus amigos, una casi irresistible.

Viper lo estudió con detenimiento. Decían que era el villano más temible de todos los tiempos, y con justa razón, sentía que en cualquier momento lo partiría en dos como a una rama.

—Nosotros podemos darte a quien buscas, pero a cambio...

Viper entornó los ojos. Encogió su cola y la dividió en dos piernas, le era más cómo estar así.

—Me gustaría ese poder misterioso que tienen alguno de ustedes.

—No es tan simple —suspiró Viper cruzando las piernas—. Tener esto es un proceso algo complicado... Además, no serías capaz de salir al sol.

—No... —dijo All for One negando con la cabeza—. No, no me refiero a ese poder. Me refiero a ese otro poder.

Viper se quedó de piedra. ¿Cómo lo sabía?

—Pues eso... —dijo Viper tocando con una mano su lado derecho del cuerpo y mirando hacia el izquierdo—. Es aún más complicado...

All for One apretó el puño, pero se mantuvo sereno.

—Bueno, me gustaría que lo consideraran, después de todo, sé perfectamente cómo conseguir lo que desean.

El villano se levantó y se fue junto a la persona que le acompañaba. Era un tipo raro con una mano en la cara que estaba siempre encorvado.

Viper sacó otra rata de su bolsa y comenzó a comer. ¿Cómo le explicaría esto al maestro y salir vivo en el proceso?