Capítulo 7

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Meliodas tomó una cucharada de la comida y lo dirigió a su boca bajo la mirada espectante de los demás.

—Hm, delicioso. —afirmó, para luego comer rápidamente

—Oh, ¡¿en serio?! —Hawk se acercó a la mesa

—Sal, cerdito. Este es mi plato.

—¡¿A quién le llamas cerdo?!

Apenas pasaron unos diez segundos cuando el plato de comida ya estaba terminado.

—Gracias por la comida. —agradeció Meliodas

—¡¿Tan rápido se terminó la comida?! —exclamaron los demás

—Sate, sate, sate. Veo que no has perdido el toque, Tn. —te vio con una sonrisa

—Me alegra que te haya gustado.

—Claro, aunque no es lo único que me gusta de ti. —agregó con una sonrisa, aparentemente, inocente

—E-eh, mejor coman antes de que se enfríe la comida. —cambiaste de tema nerviosa

—¡Sí!

Todos vieron tu comida dudosos debido al aspecto que tenía, sin embargo al momento de acercar la cuchara a sus boca, la comida tenía un olor exquisito, lo cual los incentivó a probarlo. Viste preocupada a los demás, esperando que les haya gustado.

—¡Esto está delicioso! —Gilthunder fue el primero en hablar

—¡Sin duda alguna! —dijo Howser con la boca llena

—Señorita Tn, ¿no le gustaría cocinar para mí en Camelot? —te preguntó Arthur

—Perdón, rey Arthur. No creo poder, tengo muchas cosas que hacer aquí con Meliodas.

—Bueno, al menos lo intenté. —el rey suspiró rendido— Y no es necesario que me llames así, puedes decir Arthur. —añadió con una sonrisa

—Bueno.

—¿Tiene cosas que hacer aquí, señorita Tn? Yo podría ayudar al señor Meliodas mientras usted está afuera. —te preguntó Elizabeth— Sería mejor que ella se fuera a Camelot... —pensó

—No, gracias. Las cosas que debo hacer las tengo que hacer yo sola. —respondiste sin dejarte llevar por sus insinuaciones— Además, la verdad es que... —hiciste una pausa dando suspenso

—¿Es que...? —preguntaron todos con curiosidad

—Me da mucha flojera cocinar todos los días. —completaste sonriente

—¡¿Qué?! —gritaron todos descolocados

—Ya lo suponía. —mencionó Meliodas

—Eso sí que no me lo esperaba. —siguió Elizabeth

—Nosotros igual. —dijeron los demás al unísono

—Probaría tu platillo, nee-chan, pero ahora no tengo cuerpo propio. —Merlin cambió de tema

—Está bien. Será para la próxima. —respondiste

—¿Y para mí? ¿Acaso ya te olvidaste de mí, Tn-chan? —preguntó Hawk al borde de las lágrimas

—Ah, Hawk. Claro que no me olvidé, aquí tienes. —le diste un plato con el doble de ración que a los otros

—¡Ay, Tn! ¡Eres un ángel! —dijo Hawk, poniéndose a comer como un cerdo— Digo, aunque ya eres una diosa. —añadió con comida en la boca

—La apariencia no es buena, pero el sabor es extraordinario. —comentó Howser

—Es todo lo contrario a la comida del señor Meliodas. —mencionó Elizabeth

Volverte A Ver (Meliodas y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora