Volverte A Ver (Meliodas y Tu)

Capítulo 1

Narra Merlin

Luego de que la mamá de Hawk se comiera la bola de fuego, todos nos acercamos para ver si le había pasado algo.

-¿Se encuentra bien, mamá de Hawk? -cuestionó la princesa Elizabeth y en respuesta el animal soltó humo por su nariz asintiendo

-Capitán, propongo un cambio de dirección. -hablé

-Espera, ¿acaso olvidaste lo que estamos haciendo? -King habló serio, arqueé una ceja- Hay que ir a buscar a Diane, ¡pero sino quieres buscarla lo haré por mi cuenta!

-Tienes que calmarte, King. Te estás dejando llevar por tus sentimientos. -se sonrojó ligeramente por lo que dije y desvió la mirada para disimular- Diane se escondió, junto con ese ser o criatura que le ayudó a derrotar al mandamiento. -añadí recordando la señal de su poder- Además ahora su presencia es muy baja, ya que se está alejando y aunque no sepamos quién es su acompañante, éste aún no le ha hecho nada. No tiene intenciones de hacerlo en realidad.

-¿Cómo estás segura?

-Simple, la presencia de su acompañante es la misma que la de ella. Eso quiere decir que provienen del mismo clan, por lo que podemos suponer que Diane estará bien.

-Claro, pero... ¿Podrías dejar de decir la palabra acompañante? ¡Suena como si fuesen novios! -protestó estrujando su almohada mientras volaba suspendido en el aire

-Bueno. -solté un suspiro ante su tonta queja- De igual forma no podemos ir allí sin más, pondríamos en peligro a Diane si vamos todos juntos.

-¿Qué tiene que vayamos todos juntos?

-Nuestro poder. -respondí con perspicacia- Estamos en la mira de los mandamientos y la bola de fuego que nos mandó Monspeet lo demuestra.

-Así es. -Meliodas se acercó a King, colocando su mano sobre el hombro de éste- Definitivamente salvaremos a Diane, King, pero no ahora.

-Está bien, capitán. -bajó la cabeza desanimado

-Ahora que el asunto está resuelto... -chasqueé mis dedos haciendo aparecer mi tesoro sagrado- Creo que ya es hora de que te devuelva tu poder, capitán.

-¿Poder? -preguntó Elizabeth

-El poder del capitán era demasiado grande y peligroso, por lo tanto se tenía que controlar y entrenar con cuidado. -moví mis manos en círculos, provocando que en Aldan, mi tesoro sagrado, apareciera una imagen del lugar adonde iríamos- Pero cuando cierta niña se lastimó, el capitán perdió el control. -miré a la albina discretamente

Continué hablando al recordar que esa niña era Elizabeth hace diez años, cuando aún no nos acusaban de traición.

-Aproveché la oportunidad para quitarle la mayoría de su poder, pero en consecuencia lo que tiene ahorita simplemente son migajas de ese poder que anteriormente poseía.

-¡Jajaja! ¡Eres migaja! -Hawk se burló

-Tú cállate, cerdito. -Meliodas puso cara chibi, mientras lo miraba de brazos cruzados

-Merlin, imagino que ya sabes adónde vamos a ir, ¿verdad? -preguntó King, a lo que asentí

Narra Jenna