Evan
Cuando guardo el teléfono en mi bolsillo, estoy un poco más tranquilo porque es un comienzo, llegue a pensar que podrían haberla asesinado. Pero tengo el estómago revuelto por el miedo, la durmieron una semana. Esa semana en la que casi me volví loco, la casa de mamá parece una comisaria, hay oficiales por todas partes con las computadoras. Me tapo el rostro con las manos. Todo esto es una mierda. Siento una mano que me aprieta el hombro levanto la vista y es Jack.
_Tranquilo, ya la encontramos el siguiente paso es recuperarla. Esta en un hotel abandonado en un barrio extraño. Asiento, sin saber que decir.
_No se en que estaba pensando cuando volví con ella. Soy un idiota egoísta.
_No es hora de que te lamentes. Vamos los helicópteros esperan, van a llevarnos al aeropuerto más cercano. Ahí nos estará esperando un Jet de el FBI que nos llevara a Miami, llegaremos en unas cuantas horas.
Sadíe
Un hombre entra a la habitación, es joven tiene puestas una gafas que lo hacen ver inteligente. Me observa de los pies a la cabeza, y un escalofrío me recorre la espalda, esto no puede ser bueno. El pone ropa sobre la cama.
_Tienes cinco minutos para cambiarte, estaré fuera, contare los segundos cuando llegue a treinta abriré la puerta. Me informa, asiento y apenas cierra la puerta corro hacia la ropa y comienzo a vestirme. Son un shorts color beige, y una camiseta de tirantes blanca de lino. Me pongo también las zapatillas. Es extraño que todo me calce perfecto. El abre la puerta y me ordena que camine enfrente de el. Lo hago. Caminamos por los pasillos, este lugar es un hotel, parece que hace poco dejo de funcionar. Me pongo nerviosa y comienzo a caminar más lento buscando una forma de escapar.
_No hagas destupieses, porque tendré que lastimarte. Me dice y me acaricio el brazo como si ya me hubiera herido.
Nos detenemos frente a una puerta, el la abre y me hace pasar dentro. Es una especie de comedor, hay una mesa larga de roble y mucha comida y jugos en toda la mesa. En la cabecera se encuentra un hombre sentado y tiene una sonrisa maliciosa.
_Eres aún más hermosa de cerca. Me dice pero no se que contestar. Ahora se porque el se enamoro de ti. Siéntate debes tener hambre, el suero no es un alimento adecuado. Miro mi muñeca que tiene cinta y un algodón, eso era lo que tenia en la muñeca.
Evan
Cuando estamos a mitad de camino mi teléfono suena lo saco de mi bolsillo y veo que es un numero desconocido, me mando un vídeo, la etiqueta me hace temblar dice “esta podría ser tu chica”. Trago fuerte antes de reproducirlo. Tomo valentía y comienza a reproducirse. Hay una chica en una habitación de hotel, es pelirroja, parece que no se explica que esta haciendo ahí, un hombre alto y robusto se le acerca por detrás y la tira al piso de un golpe, tengo ganas de vomitar con el pensamiento de que esa podría ser Sadíe la próxima vez. Una vez la chica esta tirada en el piso escupiendo sangre y tosiendo el hombre se le acerca y la levanta de el cuello de la camiseta, sus pies no tocan el piso, ella grita y el la abofetea tan fuerte que le veo sangrar la nariz. La suelta y ella cae al piso llorando, la sangre le cae de la boca y la nariz. El se acerca, la toma de los hombros y la lanza contra una mesa que se rompe, la chica grita y no puede levantarse, posiblemente tenga la columna quebrada. El maton se detiene y saca una soga de su bolsillo, se le acerca y se la envuelve en el cuello, la chica patalea y va quedándose lentamente más quieta. Luego un mensaje llega. Lo abro y dice “tharemos lo mismo”. Estallo y grito tirando el teléfono contra el asiento. Comienzo a llorar, la ira el asco y sobre todo la impotencia de saber que podrían hacerle lo que quieran en cualquier momento me carcome. Jaims que esta sentado a mi lado, me agarra por los hombros.
_Tranquilízate, esto no va solucionar nada. Ella te necesita. No puedes ablandarte ahora, has estado al punto de enloquecer en cualquier momento, no es momento de que lo hagas ahora. Además no quiero morir todavía, ambos sabemos lo que paso cuando descubriste que la secuestraron, el auto de ese hombre no tenia la culpa y aun así lo destruiste sin utilizar ningún poder. Así que es mejor que te calmes antes de que destruyas el helicóptero.
Respiro e intento hacerle caso.
Sadíe
_¿Porqué estoy aquí?
_Porque eres mi venganza. Su declaración es sincera pero me da miedo. En realidad es muy fácil solo tienes que dejar que Jake se meta en tu mente.
_¿Qué pasa si no quiero que se meta en mi mente? Pregunto a la defensiva. Esta vez responde el chico de las gafas.
_Serán horas de trabajo. Y te dolerá. Me explica y comienzo a temblar.
_¿Y para que se supone que quieren entrar a mi mente? El hombre que me sonreía maliciosamente suelta una carcajada que me hace temblar.
_Eres una jovencita muy curiosa ¿no vas a comer? Pregunta evadiéndome y niego con la cabeza.
_No tengo hambre. El miedo me la ha quitado toda. El se levanta de la mesa con una sonrisa.
_En ese caso será mejor comenzar. Estoy ansioso por ver el espectáculo. Quien descubrí que es Jake, me toma de el brazo y me lleva a la habitación hacia la que camina el tipo que parece ser el jefe. Y me esfuerzo para que no me tiemblen las piernas. Sencillamente estoy horrorizada. Entramos en una especie de sala de estar. El hombre se sienta en un sillón para una persona, frente a el hay un sillón igual al otro, es cómodo, Jake pone una silla frente a mi y lado esta una pequeña mesa con un paño y un bol con agua.
_Ahora, necesito que te pongas cómoda, y te tengo que recordar que te tendré que dar una descarga eléctrica cada vez que te niegues. Asiento con muchas ganas de vomitar. Hago caso y me acomodo lo mejor posible en el sillón.
_Ahora deja tu mente en blanco. Me concentro y lo hago, ahora te voy a advertir, si a tu mente no le gusta o le parece incorrecto, el fin para lo que la voy a hipnotizar va a doler, y mucho. Respiro hondo y me concentro no quiero que me electrocuten.
_Bien... la voz de Jake es suave y calmada. Voy a contar hasta diez y vas a ir durmiéndote y abandonando tu mente a mi merced, cuando llegue a diez estarás inconsciente. El comienza a contar. Uno... dos, tres, cuatro. Lo hace lenta y calmadamente, y mi mente comienza a ponerse en blanco, cuando llega a nueve la luz casi me envuelve completamente y cuando llega a diez, ya no oigo su voz. Todo se pone obscuro, los recuerdos de Evan y yo comienzan a pasear por mi mente uno tras otro, y eso simplemente me trae felicidad. Los veo todos, pero cuando se terminan vuelve al primer recuerdo y escucho otra vez la voz de Jake.
_Ese recuerdo que vez en este instante. Hace una pausa. Lo olvidarás, tu mente lo hará, no lo recordarás nunca, cuando cuente hasta diez y llegue a diez tu mente lo habrá olvidado. El dolor del que el me había hablado me atraviesa, mi mente no quiere olvidarlo. Yo no quiero olvidarlo, Jake comienza a contar y el dolor aumenta, estoy luchando para no olvidarlo, llega al cinco y me duele tanto que es nauseabundo, luego el diez y el recuerdo no desaparece, y siento que la cabeza me va a explotar. Un dolor intenso me atraviesa la pierna, me acaban de electrocutar y siento mi piel escoger ante el dolor que se siente como una aguja quemándome mientras me penetra y hace que mi cuerpo se sacuda.
_He dicho que no luches. Siento mi pierna temblar y comenzar a hormiguear, su voz suena enojada, estoy asustada el dolor en la pierna no me deja resistir y cedo, siento un vacío, el recuerdo se ha ido.
Para cuando Jake llega a el último y más importante recuerdo, no siento las piernas y un brazo, solo me queda la mano izquierda. Han sido tantas descargas eléctricas que ya perdí la cuenta, también siento mi nariz sangrar y tal vez mi oído. No lo se, estoy exhausta. He perdido todas las batallas y casi todos los recuerdos, solo me queda el último. Es el en que Evan me beso por primera vez en el lago. Jake comienza a contar hasta diez y soporto solo hasta el ocho y siento mi otro oído sangrar luego de una especie de sumido agudo reventando en sangre y dolor. Pero ya no se compara con el dolor que he estado sufriendo. Lo suelto, ya no puedo pelear más, es demasiado, no puedo y siento como se va y me deja sola. En vez de recuerdos solo siento un gran vacío grande y obscuro. Ya nada importa, perdí la batalla.
_Ahora esto es lo último que olvidarás, ya no tienes sus recuerdos pero aún lo amas. Así que olvidarás su amor y a toda su familia. Todo lo que se relacione a el, todo se irá cuando cuente hasta veinte. Lo oigo contar y para cuando llega a diez, siento como todo desaparece. Caigo inconsciente y vacía, no me importa si muero ya no me queda nada, ni siquiera tengo fuerzas.
Evan
Nos bajamos de los autos a donde se supone que va a ser el enfrentamiento, mamá y Emily están a salvo en el hotel en el que nos hospedamos. Supongo que somos más en número. Son cinco camionetas llenas de policías armados del FBI. Los chicos y yo. Jack comanda la operación. Tengo un chaleco a prueba de balas al igual que todos esta no es nuestra primera vez. Bajamos y todos toman sus posiciones. El hotel es extraño, esta en un especie de barrio rodeado por barreras, en las afueras de la ciudad. Nos escondemos detrás de dichas barreras. Lo que nos sorprende es que en frente a la entrada de el hotel, están los dos de pie, Manuel Milers y Jake el hipnotista están esperándonos frente al edificio. Milers le hace una señal a alguien que esta dentro del edificio, acto seguido sale a fuera y tiene a... Sadíe, es ella, mi corazón late rápido al pensar que puede estar muerta, la carga como un saco de papás y la pone en el piso a un lado de ellos. Veo que tiene sangre en casi toda la cara y heridas en el cuerpo. Me muevo, necesito ir con ella pero Jack me advierte y me lleva todo mi auto control no ir a buscarla.
_¡Muero por que veas lo que le hicimos a tu chica Evan! Esto es lo último que soporto, salgo de detrás de las barreras de un salto antes de que alguien pueda detenerme, los chicos y Jack no logran alcanzarme. Camino rápido hacia ellos. Ambos comienzan a disparar las ametralladoras, creo un campo de fuerza y las desintegro en sus manos, no pienso asesinarlo ahora, quiero hacerlo con mis propias manos así disfrutaría más. Y ya tengo en la mira sobre quien voy a volcar la energía negativa de mi poder, a ese tal Jake. Milers levanta el brazo en forma de señal, acto seguido de todas las ventanas de el edificio comienzan a asomarse hombres con el rostro cubierto y armas de todo índole apuntándome. Francotiradores.
_Esta vez estoy preparado. Me dice y yo dejo de caminar.
_No eres el único que está preparado. Le informo. Ya no soy un niño, se manejar todo mi poder.
Pienso en lo que aprendí que puedo hacer el día del suceso en el bosque. Me pongo firme y abro un poco las piernas, cierro los ojos y concentro todo mi poder en mis manos mientras las siento calentarse. Cuando abro los ojos veo a Milers asustado y a Jake a punto de correr, no se porque pero comienzo con lo que tengo que hacer. Lo primero que hago es crear un campo de fuerza alrededor de Sadíe y comienzo a mover las manos para trasladarla a detrás de las barreras con los policías, ahí se que estará a salvo. Ella es mi prioridad, una vez Sadíe esta a salvo me trueno el cuello y los observo, juro que casi puedo ver a Jake temblar. De repente me cruzo con mi reflejo en los cristales del edificio. Mis ojos ya no se ven normales, son completamente rojos e irradian una luz, ahora entiendo porque me temen, esto no sucedía antes. Poso fijamente mi mirada en los ojos de Milers, y le regalo una torcida sonrisa de lado mientras comienzo a levantar el brazo, cuando lo tengo totalmente elevado, me río. Y comienzo a bajarlo lentamente. Los hombres que asomaban de las ventanas comienzan a desintegrarse y los vidrios del edificio a estallar en pedazos. Cuando llego al último piso que queda entero, cierro el puño para que las cenizas de sus francotiradores no caigan ahora. Formo un gran balón de restos lo pongo sobre su cabeza y hago que llueva sobre ellos.
_Ahí tienes a tus franco tiradores. No se como ni porque pero siento calor y la adrenalina sub humana que esto me está produciendo es casi como sacar fuego por los ojos.
_¡Ahora! Grita el, y veo un misil que viene hacia mi. No puede ser, es un maldigo misil. Inmediatamente junto las manos y formo un campo de fuerza, luego me muevo y giro concentrando toda la fuerza y precisión que tengo y lo desintegro, siento que ya viene la energía negativa y comienzo a volcarla sobre Jake, estoy tan concentrado en lo que estoy haciendo que no veo lo que sucede. La nariz comienza a sangrarme, pero pienso en lo que pudieron hacerle a Sadíe y termino de volcarla sobre el con un fuerte empujón. Cuando abro los ojos Jake esta muerto en el piso y yo caigo arrodillado. Veo a Milers de pie y mando una honda hacia el para que caiga al suelo con un poco de la fuerza que me queda, el corazón me late rápido y es como si hubiese estado corriendo pero me levanto y limpio con el dorso de mi mano la sangre de mi nariz, oigo como los policías comienzan a salir de las barreras, pero camino decidido hacia Milers, lo levanto del piso agarrándolo de el cuello de la camisa. Cuando lo tengo de pie lo derribo de una patada en la cara. Cuando esta otra vez en el piso me cierno sobre el y comienzo a darle puñetazos en la cara, tantos como es posible, me detengo y el ríe, con la sangre que emana de su boca y nariz como ríos.
_Esta vez no te dejare vivo para que escapes de la cárcel. Le digo. Y el vuelve a reír.
_No me importa, mi venganza está hecha no la tendrás nunca más, ella ya no es tuya. Me dice y tengo tal arrebato de ira que con el golpe que le doy lo dejo inconsciente. Siento como los chicos me sostienen para que no lo golpee más.
_Déjalo, no vale la pena. Si continuas lo vas a matar, el no lo merece, merece pudrirse en la cárcel. Respiro y veo a dos ambulancias que llegan, y me pongo de pie.
_¿Como esta? Le pregunto al paramédico que esta atendiendo a Sadíe. El me contesta.
_Por ahora, esta estable, pero el diagnostico se lo va a dar un doctor cuando lleguemos al hospital. Me acerco a la camilla y le acaricio el cabello, lo tiene sucio por estar en el suelo y tiene sangre que debe de ser de sus oídos y nariz.
_Dios como lo lamento cariño, vas a estar bien. Murmuro acariciándole el cabello, esta inconsciente pero se que lo necesita luego la suben a la ambulancia.
_¿Para quien es esta? Gritan los paramédicos de la otra ambulancia, y Jack contesta.
_Para el. Grita apuntándome. Los para-médicos comienzan a acercase a mi.
_Tonterías, estoy bien. Tengo que ir con Sadíe. Es en este momento que siento la sangre salir de mi oído y olvide que mi nariz estaba sangrando. Esto está pasando otra vez todo a mi alrededor comienza a girar. Para cuando caigo desmayado los chicos ya me están subiendo a la camilla.
Tengo flash-backs, intento abrir los ojos, pero lo único que veo son como pasan las luces blancas del hospital. Deben estar corriendo con mi camilla porque oigo la agitación de los que me llevan. Siento como me bombean aire, la dificultad para respirar como si tuviera la garganta cerrada, un peso enorme en el pecho e intento absorber más por la máscara de oxigeno pero no puedo.
_Vamos, no nos dejes. Ya casi llegamos. Me dice una enfermera. Escucho como cuentan hasta cinco y me cambian de camilla.
_¡Comenzamos reanimación! Los escucho gritar. Pero los ojos se me cierran con una pesadez insoportable y todo se vuelve obscuro y frío.
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Entre mi mente y mi corazón
RomanceEvan, no controla bien sus poderes. Sadíe no confía en chicos guapos y tiene el corazón roto por uno. El solo quiere hacerla feliz, pero lo que comienza por casualidad termina siendo un intenso romance de verano. Ella no sabe lo que le espera, el...