¡Corre!

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Sadíe

Correr es lo que hago, no me detengo, después de que discutí con Jerry, no creo que Evan este bien después de el estado en el que lo vi irse de mi casa, lo vi en su auto por la ventana. Corro a su casa porque no se a donde puede estar y ese es el único lugar que se me ocurre. Cuando me detengo en su casa casi no puedo respirar. Me sorprendo cuando veo que toda la familia de Evan están subiendo en sus respectivos autos de prisa. El miedo comienza  a revolverme el estómago. Cuando me ven Nicholas abre la puerta trasera de un auto donde reconozco que están todos los chicos.

_Sube rápido. Me dice y lo hago sin dudar una vez estoy dentro el auto arranca a toda velocidad.

_¿Qué esta sucediendo? Pregunto intentando calmar mi corazón que late errante y recuperando el  aliento.

_Se va a suicidar. Responde Jaims, y mi corazón deja de latir. No puede ser verdad.

_El nos dijo ayer que te contó. Me agarro la cabeza.

_Todo esto es mi culpa, todo lo cause yo. Digo agarrándome la cabeza.

_No lo sabemos. Justifica John.

_¿Como saben que se va a suicidar? Las palabras me duelen de solo pronunciarlas, y reprimo las lágrimas.

_Estudie el lugar por el acceso que tengo al  satélite del FBI, su poder tiene una energía negativa y lo esta canalizando para que se vuelque sobre el, después de desintegrar a esos árboles lo habremos perdido, la energía negativa que acompaña el poder desintegrara sus órganos, tenemos que llegar antes de que termine con los árboles. Mi corazón empieza a acelerarse, no puedo pensar en otra cosa que no sea llegar con el antes de que sea tarde.

_¿Ya había intentado hacerlo antes? Pregunto temerosa.

_No, nunca. A pesar de todo lo que ha pasado, es feliz, alegre y aprecia su vida. Esa respuesta hace que todo esto me duela el doble.

Nos detenemos en el bosque de las afueras del pueblo. Todos se bajan de los autos y comienzan a correr como si no hubiera un mañana, yo los sigo. Nos detenemos en medio del bosque, un remolino de lo  que parecen ser papeles molidos de colores marrón hasta el negro y verde se extiende feroz, se que no es papel, son los árboles desintegrados de los que me hablaron. Todos nos detenemos. John se acerca a el remolino.

_El debe estar en el centro. Pone un dedo en el remolino y  cuando lo quita esta sangrando y con trozos de madera incrustados.

_No podemos entrar esta vez, no nos deja. Dice alterado, Sarah corre hacia el remolino.

_Yo lo voy a detener, aunque llegue a el hecha pedazos. Jaims la sostiene para que no se lance.

_No, morirías en segundos, no nos quiere dejar entrar.

_¡No podemos dejarlo morir! Grita desesperada mientras llora, todos estaban en el mismo estado que ella. Nunca en su vida había cedido verlos en aquel estado todos estaban igual de desesperados y casi todos estaban llorando de impotencia y dolor menos Jack.

_No nos quiere a nosotros. Dice John. Pero a ella sí dice mirándome.

_¡Estas loco es suicidio! Grita Emily empapada en lágrimas, y Jack la sostiene.

_Hare cualquier cosa por salvarlo. Respondo y Jaims me mira.

_Primero prueba con el dedo igual que yo. Me acercó al mortal remolino. Pongo el dedo y la madera en forma de papel forma un hueco alrededor para no lastimarme, pero el remolino sigue corriendo.

_No te lastima ¡Corre sálvalo antes de que sea tarde! Gritan y me meto en el remolino, no veo más que la madera corriendo a mi alrededor, avanzo lento porque siento una fuerza me empuja hacía atrás y cada vez que estoy cerca del centro más fuerte me jala. Veo un claro de maderas y supongo que ese es el centro, la fuerza que me empuja casi me tira al piso. Tomo impulso y salto rompiendo con la fuerza para caer en el claro.

Evan esta sentado en el piso sobre sus pies, arrodillado, tiene la cabeza caída hacia el piso, y los brazos desplazados como si no les quedara fuerza. Me arrodillo frente a el y tomo su rostro en mis manos y levanto su cabeza, me sorprendo cuando veo que tiene los ojos completamente  sus ojos irradian luz azul. No hay tiempo para pensar, necesito detenerlo lo antes posible.

_Evan, digo llamándolo pero parece que esta ausente. Tiene el rostro bañado por lágrimas y no responde, tengo que mantener su cabeza agarrada o de lo contrario volvería a mirar el suelo, es como si no tuviera fuerza para mantener la cabeza ni ninguna parte de su cuerpo erguido.

_Evan cariño, vuelve conmigo. No me dejes ahora. Digo intentando que vuelva en si pero no lo logro.

_No me hagas esto. Digo desesperándome y comienzo a llorar. No puedo permitirme perderlo, si el muere yo también, no soy tan fuerte, no podría soportar otra muerte.

_Vuelve por favor, no me dejes sola aquí, recuerda. Cuando nos besamos en el lago, cuando me consolaste por la muerte de mamá, cuando dormí contigo por tus pesadillas. Recuerda... por favor recuerda. Prometiste que no le harías daño a nadie, y tu eres el primero en mi lista. Vuelve conmigo...  por favor. Exploto en llanto y dejo caer su cabeza para apoyar mi frente en la de el. Cierro los ojos sabiendo que lo perdí, esta a mi lado muriendo mientras no puedo hacer nada.

_Jamás voy a olvidarlo ... Levanto la vista y lo miro, me esta mirando, sus ojos vuelven lentamente a la normalidad, y observo sus hermosos ojos verdes. Tiene una sonrisa triste en los labios. Salto sobre el y lo abrazo mientras caemos al suelo.

_¡Nunca vuelvas a hacer eso! Lo regaño y el me abraza fuerte, me separa de el y lo veo a los ojos.  Nunca vuelvas a hacer eso somos un equipo, no estas solo en esto. Respiro e intento calmar mi enojo y digo lo que me estuve guardando.

_Te amo. Le declaro, el me mira a los ojos.

_Te amo. Contesta. Y deja caer todos los árboles pulverizados. Vemos a todos de pie a unos cinco metros de nosotros y cuando nos ven en el piso corren a nosotros y se tiran sombre nosotros para abrazarnos. Nunca había estado en un abrazo grupal, se sentía bien.

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Escondidos detrás de los árboles dos hombres observaban  la escena familiar.

_Tenias razón mi querido Jake, toda la razón. Tenemos que tener a la chica para lastimarlo, al parecer no le importa tanto su vida como la chica. Ese será nuestro próximo paso. Declaro el hombre con una obscura promesa en los ojos

Entre mi mente y mi corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora