¿El dolor nunca termina?

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Evan

Me acuesto con Sadíe hasta que se queda dormida, no paro de hacerle caricias suaves. Casi me duele la cabeza del esfuerzo que me lleva levantarme de la cama y dejarla durmiendo sola. Dejo su teléfono que olvido en mi casa al igual que su ropa, lo pongo en su mesa de noche, e intento salir de la habitación sin despertarla. Cuando salgo en puntas de pies al pasillo y me doy la vuelta casi muero de un ataque al corazón. El papá de Sadíe esta caminando en puntitas de pies, casi rio cuando veo su rostro. Creo que ambos nos llevamos el susto de nuestras vidas.

_¿Me puedes explicar que estas asiendo en mi casa? Pregunta en susurros, y yo alzo una ceja, tiene los zapatos en las manos, como un adolescente que fue sorprendido llegando tarde después de una fiesta. Lo presiono con una mirada y el dice:

_Es que no quería despertarla ¿y tu? Pregunta acusador mientras se excusa.

_Hago lo que usted debería. Y sacudo un poco la cabeza cuando recuerdo la parte de las caricias y los susurros en el oído, y me saca la primer sonrisa en el día, desde que Sadíe salió huyendo. Le cuento todo lo que sucedió hoy, hasta lo que me contó Sadíe acerca de la promesa. El me escucha atentamente pero lo noto un poco ausente. Me acerco a el, se que tengo una pose bastante amenazante pero continuo.

_Mire Señor, si no comienza a cuidar a su hija como debe, si le sigue poniendo pesos sobre los hombros que no le pertenecen, y se deja de portar como un adolescente cachondo saliendo con chicas como “Susy” Digo el nombre en tono burlón y hago las comillas con los dedos en el aire. Si usted no comienza a actuar como un hombre y su padre. Me acerco más a el y lo miro a los ojos.

_Va a tener que ajustar cuentas conmigo. Digo esto último y sigo mi camino.
Cuando llego a casa lo único que quiero es tenderme en la cama e intentar dormir. Pero están todos sentados en la cocina con una taza de café enfrente. Y eso solo significa una cosa. Reunión familiar. Y eso también significa problemas.

_Llegas justo a tiempo, Evan te estábamos esperando para comenzar. Me siento en el lugar que dejaron libre para mi e inhalo aire para prepararme, vienen las malas noticias y hoy no ha sido el mejor día. No hay nada que quiera más que estar acostado en la misma cama con Sadíe y abrazarla. La voz de Jack me saca de mis pensamientos.

_Bueno todo se debe a que Manuel Coflans escapo de prisión, todos se miran entre si. Manuel Coflans es el secuestrador de la niña a la que salve, y por lo que termina en el hospital con el pulmón casi perforado. El juro que cuando saliera de la cárcel, vendría a asesinarme y a vengarse de mi familia.

_El caso es que formo una alianza con Jake Milers, el famoso maestro hipnotista. Y pueden manipular la mente de las personas para que hagan lo que ellos quieran. Estamos en serio peligro, lo más probable es que nos este buscando en este momento. Necesitamos estar seguros y tomar medidas de seguridad desde ahora. Mis colegas del FBI me van a estar informando lo que sepan, pero lo más seguro es que les pierdan el rastro en cuestión de días. Ya no sabremos en donde podrían estar. El se detiene y me mira.

_Evan, tu principalmente estas en peligro. El va a ir directamente a atacarte a ti. Puede ser directa o indirectamente. El se me acerca y me mira a los ojos y dice lo que estuve temiendo hace tiempo. Evan, el podía lastimar a Sadíe, para hacerte daño a ti. Intento conservar la calma. Esta vez  quien me habla es mamá.

_Cariño si no la alejas, ella podría salir muy lastimada. Mamá hace una pausa y hasta parece que le duele un poco lo que va a decir. Podrían asesinarla. Esas personas van a hacer cualquier cosa lo que sea con tal de lastimarte a ti o a nosotros. Si no quieres que salga lastimada tienes que alejarte de ella. Hazlo por su seguridad. Esta vez  es Jack quien vuelve a intervenir.

Entre mi mente y mi corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora