A DEEPER CONNECTION: THE PHILOSOPHER'S STONE

Diagon Alley

Harry y Severus disfrutaron del aire fresco, mientras salían del impoluto edificio blanco. El sol que brillaba sobre ellos, los calentaba rápidamente.

Harry sintió los ojos de obsidiana del maestro de pociones sobre él.

"¿Desea posponer sus compras?", dijo Severus, haciendo más que obvio que deseaba dejar el callejón lo más rápido posible, "podríamos comprar sus suministros mañana".

Harry frunció el ceño: "Por mucho que me gustaría hacer eso, se supone que me llevarás de compras hoy. Sólo despertaría sospechas si nos vieran juntos dos veces. Especialmente en un lugar tan público como el callejón Diagon. No olvides que se supone que me odias por mi padre y que eres un buen ejemplo de por qué Slytherin debería ser la última casa en la que quiero que me clasifiquen. Parecería fuera de carácter pasar más tiempo del absolutamente necesario con el desdichado engendro de Potter y, Merlín lo prohíbe, tratarlo bien."

"Obviamente", Severus se burló, ahora totalmente de vuelta en el personaje, "¿dónde deseas comenzar el placentero esfuerzo que es tu compra para la escuela?"

Se separaron en casa de Madam Malkin. Severus se fue al boticario. Harry, mientras tanto, se dirigió a Madam Malkin's y aplicó un glamour sin sentido a su cicatriz. Después de todo, él quería comprar sus suministros en paz sin causar una escena. Podía prescindir de la gente que se quedaba boquiabierta, pedía autógrafos, se desmayaba o las otras tonterías que venían con su supuesto estatus de celebridad. Después de asegurarse de que el Glamour estaba en su lugar, entró en la tienda de ropa. Al decirle a un asistente que necesitaba un armario completo, fue llevado inmediatamente a la parte de atrás de la tienda y se le indicó que se parara en un taburete justo al lado de un chico de pelo rubio platinado y cara pálida y puntiaguda que no parecía más que aburrido con una ligera sonrisa en su cara. Antes de que pudiera mirar más al niño, le pusieron una larga túnica en la cabeza y la bruja empezó a prenderla con alfileres.

"Este debe ser obviamente un Malfoy", susurró Tom en la parte de atrás, "probablemente el hijo de Lucius y Narcissa née Black". Recuerdo que nació un par de meses antes que tú. Diviértete".

"Hola", el chico rubio sacó a Harry de sus pensamientos "¿Hogwarts también?"

"Sí", respondió Harry con brusquedad.

"Mi padre está al lado comprando mis libros y mi madre está en la calle mirando varitas", dijo el chico con una voz aburrida y arrastrada, "entonces los arrastraré a ver escobas de carreras". No veo por qué los niños de primer año no pueden tener las suyas propias. Creo que acosaré a mi padre para que me consiga una y la pasaré de contrabando de alguna manera."

"Sugiero que la reduzcas."

"Gran idea. ¿Tienes tu propia escoba?", continuó el chico.

"Todavía no", dijo Harry.

"¿Juegas al Quidditch?"

"En el futuro", en el fondo Harry sintió la revuelta de Tom, pero no pudo evitarlo. Había sentido curiosidad por el deporte desde que Tom le habló por primera vez del Quidditch. Tal vez podría convencer a Tom y convencerlo de que le diera una oportunidad al Quidditch.

"Sí... papá dice que es un crimen si no me eligen para jugar en mi casa, y debo decir que estoy de acuerdo. ¿Ya sabes en qué casa estarás? Bueno, nadie lo sabe realmente hasta que llegan allí, ¿verdad?, pero sé que estaré en Slytherin, toda nuestra familia ha estado... imagina estar en Hufflepuff, creo que me iría. ¿Qué hay de ti?".

"Creo que depende de Slytherin o Ravenclaw", comenzó Harry aunque en la parte de atrás Tom protestaba fuertemente por pasar siete años en una torre rodeada de ratones de biblioteca, "pero creo que al final lo más probable es que sea Slytherin".