Jimin giró hacia la derecha en el pasillo consecutivo al central, concentrándose en que aquella tarde pasaría a ver a su Hyung favorito a la dirección.
Porque, ¿Ya hemos mencionado que su alfa es nada más y nada menos que el director de la academia?
Pues eso, sabemos que el destino no tiene restricciones al unir almas.—¡Dámelo todo! —aquel grito sin duda desconcertaría a cualquiera que pasara por ahí.
Los alegres brinquitos del omega pelirosado se detuvieron al son del grito y giró su rostro de lado a lado hasta encontrarse con el emisor de aquel terrible sonido.
Si había algo que Jimin odiaba mucho era que las personas gritaran, pues sus oídos eran muy delicados a los sonidos fuertes.Achicó sus ojos tratando de vislumbrar las siluetas al fondo del pasillo, pero era tan profundo que la luz no alcanzaba a llegar al rincón, quizás por eso es que se dió cuenta que se encontraba en el pasillo 17.
¿El pasillo 17? Si Hyung se enterara de que él había estado ahí definitivamente lo castigaría, pero ¿Nadie le diría o sí?
Agarrando fuertemente las tiritas de su mochila melocotón respiró profundo e ingresó a pasos lentos hacia lo que parecía ser una bolita de chicos.
El sonido del bullicio de los alumnos dejó de estar presente, pero a estas alturas, a Jimin ya no le importaba llegar tarde a clases.
—P-por favor~
—¡Silencio! —se dejó escuchar una vez más el grito y Park no pudo evitar brincar en su lugar de la impresión.
A unos pasos de llegar completamente al lado de la bolita pudo notar por fin qué sucedía.
Un chico estaba pegado a la pared claramente acorralado por otros dos que parecían mayores, una mochila tirada a unos cuantos metros y la mano de uno de los jóvenes sobre el cuello del arrinconado y diminuto chico.
Inhaló un poco pero lo suficiente como para reconocer que los dos mayores eran alfas y el otro omega.
—Hola~ —se atrevió a saludar el peli rosado cuando tres pares de ojos se fijaron en su presencia —soy Park Jimin —se presentó dulcemente aquel omega —y me parece que lo que están haciendo justo ahora no es correcto, así que les pido de favor que suelten a mi amigo y se retiren a sus clases.
El tímido omega acorralado lo miro como si tuviera un tercer ojo en la frente y en cuestión de segundos los alfas ya se encontraban riéndose de su intento de regaño.
Jimin no entendía el por qué de las burlas, no estaba seguro si había sonado gracioso pero claramente esa no había sido su intención.
—Oh, disculpen si no he sonado lo suficientemente serio, pero lo volveré a repetir en cualquier forma de que no hayan entendido —y con una inquietante tranquilidad y dulzura en su voz continuó —mi amigo y yo nos retiraremos justo ahora y ustedes regresarán a sus clases.
Pero cuando aquellos alfas se alejaron del cuerpo menudo pegado a la pared para comenzar a acercarse a él, toda presencia de valentía se esfumó de su cuerpo.
Retrocediendo intimidado se pegó a la pared a unos cuantos metros de donde el otro chico yacía.—¡Mira qué bola de pelos tan más tierna! —se mofo uno de los chicos.
—¡Mira sus orejitas! ¿A que es mono eh?
Jimin presentía que esta situación se salía de control, pero trató de no temblar de aquellas presencias tan desagradables e inquietantes para él.
—Eres hermoso —susurró uno de los alfas.
—Y hueles muy bien —complementó el otro.
Las piernas de Jimin temblaron cuando el segundo que opinó acercó su nariz a la fuente de olor en su cuello blanquecino, las lágrimas picaron en las esquinas de sus ojos cuando el primero en hablar tocó descaradamente su cintura.
¿Dónde estaba Hyung? Porque tenía mucho miedo ahora.
—Aun hueles a cachorro —inhaló el más grande de los alfas presentes sobre su cuello —¿No quieres convertirte en mi omega?
Aquella pregunta definitivamente descolocó al pequeño, ¿Para qué querría ser su omega si Yoongi-hyung ya era su alfa? No, él no quería a ningún otro, él quería a Yoongi-hyung.
—Vamos cachorro, te ayudaremos a convertirte en un verdadero omega —y quizás cualquier otro chico hubiera salido corriendo en ese instante al comprender la situación y la propuesta que se le estaba apareciendo, pero no Jimin.
Y no porque quisiera realmente aquello, si no porque sinceramente no lo comprendía.¿Acaso él no era ya un Omega? ¿Por qué ahora ese chico le decía que él podría convertirlo en uno real? ¿Acaso ahora mismo era un omega falso?
Sí, ahora la inocencia de Jimin no estaba jugando a su favor.—¿Omega real? —ganando esta vez su curiosidad, se esfumó el miedo que lo amenazaba al principio de la situación —¿Tú puedes convertirme en un Omega real? —cuestionó asombrado el pelirosado y pequeñas notas de brillo poblaron sus ojos azules al pensar que quizás, si aquel chico lo convertía en un omega real, su Yoongi-hyung dejaría de tratarlo como un bebé y le haría aquello que hacía tan felices a sus amigos al regresar de un periodo de celo con sus respectivas parejas y que, por obvias razones, nunca querían contarle.
Él también quería que su alfa le hiciera sentir así de bien en uno de sus celos y pudiera lucir la marca de las fauces de su alfa en su cuellito, y si ese chico decía que lo podía convertir en un Omega real, quizás era porque aquella era la razón por la que su Yoongi-hyung no lo tomaba como sus amigos alfas lo hacían con sus amigos omegas.
—Claro bebé, te ayudaremos.
Claramente aquellos dos alfas quisieron aprovecharse de aquel inocente cachorro omega, pero no contaron con que el primer chico agredido seguía atento a la situación.
Así que cuando ambos se acercaron peligrosamente al espacio personal del gatito dorado y después de que Baekhyun recordara de dónde conocía tanto el nombre del cachorro, salió corriendo camino a la dirección con un solo objetivo:
“El alfa Min tiene que saber”
“Debo decirle”Porque era bien sabido por toda la institución a quién le pertenecía el gatito de melena dorada y ojos azul brillante... Porque solo había un Omega cachorro en su academia y llevaba en anticipación el apellido Min escrito en una futura acta de matrimonio... Porque era bien sabido que había un solo Omega tan inocente y puro como si de un ángel se tratase...
Y su nombre era Park Jimin de Min Yoongi.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.«ZT»
ESTÁS LEYENDO
¡Hágame su omega Hyung!
RomansaEl alfa Min Yoongi, un prestigioso licántropo de índole posesiva y seria. Un muy respetado director en la academia más prestigiosa de Seúl. Un hombre enamorado de su alumno. Park Jimin: el alumno omega que hizo caer al director. . . . . . ¿Problemas...