trece

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スター
Strange; capítulo trece
«entrenamiento al estilo Hoshi»

スターStrange; capítulo trece«entrenamiento al estilo Hoshi»

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Una oleada de sonidos fuertes es lo que recibió Itachi apenas llegar de la misión que duró casi una semana. Sus ojos negros se movían de un lado a otro buscando la dirección en la que venía el sonido y frunció levemente sus cejas acercándose al prado que Ayanami usaba como campo de entrenamiento, lo que vio lo dejó sin aliento. La mujer tenía varios clones a sus costados con su misma apariencia y luchaban con fuerza junto con, al parecer, la Ayanami original.

Hilos blancos se movían de un lado a otro por la increíble velocidad con la que luchaban los clones y un escalofrío le recorrió al observar como la original movía hábilmente su katana con su mano derecha y con la otra tenía cuatro picos de un material parecido al hielo, los cuales fueron clavados rápidamente en los cuellos de los clones, desapareciéndolos al instante. Con el arma le dio frente a un clon que estaba resplandeciendo e Itachi fue testigo del poder del Clan Hoshi.

Ayanami hizo resplandecer su mano, logrando que su chakra blanco fuera visible, y lo colocó en todo el filo del arma, logrando que ésta brillase. La mujer suspiró cerrando sus ojos y al abrirlos líneas blancas se presentaron debajo de éstos, parecido al Byakugan de los Hyūga. Creyó que era un doujutsu pero al parecer no lo era, le debía preguntar que era eso cuando ella terminase de entrenar.

—¡Elemento Estrella, Jutsu Pergaminos Fugaces! —exclamó con fuerza el clon al ver como la original comenzaba a usar el kekkei genkai del clan.

Itachi se fijó en los pergaminos blancos que aparecieron al costado de la copia y que velozmente se fueron hacia la de ojos blancos, teniendo como misión herirla y así finalizar el combate; misión fallida. Ayanami con la katana partió a la mitad los cinco pergaminos y corrió hacia el único clon, dispuesta a acabar con ella. Al pasar el arma blanca por el cuello del clon, éste desapareció soltando un "bien hecho" y la fémina pudo respirar tranquila. Se sentó en el suelo tratando de recuperar el aliento y guardó la katana en su respectiva funda.

—¿Cómo estuvo la misión, Itachi? —preguntó la mujer volteándose a verlo. El nombrado la vio con tranquilidad y se acercó a pasos lentos.

—Bien, aunque tuvimos un par de complicaciones ya que reconocieron a Kisame en el camino —informó cerrando sus ojos luego de haberse sentado al frente de la mayor.

—¿Alguna herida? —preguntó desinteresada mientras alzaba una mano hacia el cielo nocturno e imaginaba que acariciaba una estrella. Miró de reojo al menor que no contestaba y bajó su mano confundida—. ¿Itachi?

—Ninguna herida —aseguró el susodicho abriendo sus ojos levemente para mirar el rostro de la muchacha—. Aún tienes las líneas blancas.

—Oh, me olvidé —cerró sus ojos relajándose y las líneas desaparecieron fugazmente, abrió de nuevo sus ocelos blancos y sonrió ligeramente—. Aparecen cuando comienzo a usar demasiado el kekkei genkai de mi clan.

—Interesante —murmuró.

Ayanami suspiró bajando su mirada hacia la túnica que tenía puesta y se la sacó para fijarse en algo. Itachi alzó una ceja al verla sacarse la prenda y comenzar a tantear varias zonas de su piel descubierta y apartó su mirada avergonzado.

—Se curaron —susurró impresionada la chica al darse cuenta que sus costillas volvieron a sanar sin ayuda de un ninjutsu médico y agradeció mentalmente a Shisui por seguirle dando su energía.

—¿Qué se curaron? —interrogó el de coleta entrecerrando sus ojos mientras la volvía a ver.

—Mis costillas, comenzaron a romperse luego de que te fuiste a tu misión —relató con simpleza la Hoshi volviéndose a poner su capa de Akatsuki. El Uchiha se preocupó ante lo informado y golpeó levemente el hombro de la chica—. ¿Y eso?

—¿Por qué no me avisaste? —cuestionó molesto el menor cruzándose brazos y frunciendo sus cejas—. ¿Y si te pasaba algo peor?

Ayanami soltó una risa baja, sorprendiéndose a sí misma y a su acompañante, y lo miró con un brillo en sus ojos. Negó lentamente con su cabeza manteniendo una sonrisa leve en su rostro y agarró el dedo índice de la mano derecha de Itachi, llevándola al centro de su pecho. El portador del Sharingan se sonrojó levemente ante tal acción y quiso sacar su dedo pero la mujer lo detuvo.

—¿Lo sientes? ¿Sientes algo frío pero también muy grande? —le preguntó al adolescente, logrando que este se concentrara en lo que percibía ahí y chistó su lengua—. ¿Qué sientes?

—Mucha energía, y demasiado fría. ¿Es tu estrella? —cuestionó sin sacar su mirada de su dedo y concentrándose aún más en lo que sentía ahí.

—Así es, es mi estrella. Si te concentras demasiado, notarás que pareciera que algo le faltara, eso indica que mi estrella aún no está completa.

—Lo percibo —susurró sorprendido y alzó su vista para fijarse en el rostro de Ayanami—. Por cierto, ¿por qué me hiciste hacer eso?

—Para que notaras que yo aún estoy viva, me falta... mucho para que algo malo me pase —un atisbo de tristeza recorrió los ojos blancos de la más alta, cosa que no logró ver el Uchiha—. Así que, no me pasará nada.

—Igual, me gustaría que me avises si te ocurre de nuevo eso —señaló con advertencia el varón obteniendo un asentimiento por parte de la contraria—. ¿Por qué te ocurre eso, Ayanami?

—Mi estrella está "comiendo" mi cuerpo porque necesita mucha energía —informó con una mueca la chica soltando el dedo de Itachi y tirándose boca arriba en el suelo fresco, obteniendo una linda vista del paisaje que tenía frente a sus ojos—. Es algo que iba a pasar, es por eso que las estrellas me están dando más energía para que mi cuerpo no se vuelva vulnerable.

El de orbes oscuras se quedó en silencio asimilando la situación de su compañera e imitó la acción de ésta, observó las estrellas que resplandecían en esa oscura noche y un suspiro brotó de sus belfos ante la simple idea de que esa mujer de extraña apariencia terminase muriendo; le resultaba hasta doloroso pensar en que ella se iría para siempre.

—¿Puedo darte de mi energía? Dijiste que era muy poderosa —soltó con un deje de desesperación. 

Ayanami solo sonrió tristemente mientras decía una respuesta negativa. La verdad es que Itachi si podía darle de su energía pero eso tenía unas graves consecuencias para él, y no quería que él pasase por ese río de dolor. Giró su rostro hacia la derecha para ver al Uchiha y apretó sus labios con fuerza, no sabía lo que le sucedía pero Itachi se estaba volviendo alguien muy cercano a ella.

—Todo se solucionará, Itachi.






—Todo se solucionará, Itachi

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❛ 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 ❜ ;; naruto, naruto shippudenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora