❛ 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 ❜ ;; naruto, naruto shippuden

cuatro

スター
Strange; capítulo cuatro
«la Tradición de la Estrella y dangos»

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Entre la maleza se podía visualizar tres figuras saltar de rama en rama a una increíble velocidad y en dirección a la Aldea oculta de la Cascada. Las personas luego de partir al amanecer no se habían detenido en ningún momento para avanzar aún más rápido y así llegar lo antes posible hacia su destino. Los ojos blancos de Ayanami se desviaron por un segundo del camino para mirar hacia el cielo, encontrándolo oscuro indicando que la noche ya había caído. Comenzó a reducir su velocidad hasta mantenerse de cuclillas sobre una gruesa arma, haciendo que sus compañeros parasen ya que ella iba al frente liderando el camino, por más que no fuera la líder el grupo.

—Ya es de noche, deben descansar —musitó antes de saltar hacia al suelo y buscar con su mirada un sitio adecuado para que los varones descansen, suspiró mientras realizaba un par de sellos velozmente—. Elemento Estrella, Jutsu Soplo de los Astros —sopló y muchísimas esferas de un diminuto tamaño salieron de sus labios para comenzar a iluminar el lugar.

Ayanami sonrió vagamente ante lo que hizo y se apoyó en un árbol mientras veía, entre los pequeños orificios que le permitían las hojas de los árboles, las estrellas que le estaban proporcionando energía suficiente para permitirle andar durante varios días sin descanso. Sintió la dura mirada del Uchiha clavar en su persona y solo realizó una mueca para después mirar el suelo, encontrando una pequeña fogata que realizó Kisame.

—¿Desean descansar unos minutos mientras yo busco una aldea cercana para alojarnos una noche ahí? —cuestionó con seriedad la única mujer. Ambos hombres lo pensaron y el menor terminó asintiendo—. Bien, vuelvo en unos minutos.

Volvió a suspirar mientras se giraba y comenzaba correr luego de haber enviado un poco de chackra a sus pies, aumentando su velocidad. Silbó una melodía serena y tranquila y pronto pequeñas partículas brillantes la comenzaron a guiar hacia una aldea cercana, sonrió ante eso y agradeció en su mente el gesto de los astros. Detuvo sus pasos al ver varias luces de puestos y casas e hizo una reverencia hacia las partículas, que se desvanecieron en el aire; parpadeó varias veces al sentirse un poco ida y volvió hacia donde estaban los varones.

—¿Encontraste algo? —soltó Itachi a penas verla acercarse, la fémina asintió deshaciéndose del jutsu que había dejado en el aire.

—Hay una aldea a unos quince minutos, además hay puestos abiertos para que podamos comer algo —dijo viendo como el hombre que tenía aspecto de tiburón apagaba el fuego y se acercaba hacia la mujer.

Comenzaron a caminar hacia donde les señalaba la chica e Itachi la observó durante unos segundos, cuestionándose sobre lo que ella había dicho horas antes de partir. Ella ya no tenía un clan, ya no tenía familia porque se le arrebataron de una noche para otra sin aviso alguno. Como él lo había hecho con su clan y dejando a su hermano solo, sin explicación alguna...