seis

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スター
Strange; capítulo seis
«sangre derramada por una estrella dolida»

スターStrange; capítulo seis«sangre derramada por una estrella dolida»

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Los movimientos veloces de los shinobis que estaban en aquel sitio se hacía ver de manera borrosa, los gruñidos y quejidos estaban en el aire provocando que una sonrisa surcara en el rostro de la protagonista, aumentando aún más sus conocimientos de combates para hacer la lucha aún más interesante. 

Elevó su mano parando con dos de sus dedos el kunai que iba dirigido a su rostro, lo agarró de la punta y un hilo de sangre comenzó a resbalar por su piel, logrando que su oponente se ponga nerviosa por la mirada seria de la criminal. Ayanami apretó con más fuerza el arma y lo tiró velozmente a la frente de la enmascarada, partiendo su máscara y encajando el arma con firmeza en el centro de la frente, matándola en un instante. Sus compañeros vieron estupefactos la escena y agarraron con firmeza sus armas para querer matar a la criminal.

Ayanami saltó cuando los cincos que quedaban fueron hacia ella y en el transcurso de su salto sacó la katana que tenía acomodada en su espalda y, cuando llegó al suelo, se la encajó en el cuello de un Jōnin; sangre salpicó su rostro y se movió velozmente hiriendo al resto de los que quedaban, consiguiendo que varios murieran desangrados por las heridas profundas que tenían.

—¡Elemento Agua, Jutsu Formación Muro de Agua!  —exclamó el único que se mantenía en pie, queriendo esquivar los picos blancos que iba dirigidos hacia el; aunque nunca esperó que el muro se congele para después explotar logrando que salga volando por los aires y aterrizara a unos cuantos metros de donde estaba anteriormente.

—Nunca subestimes a una Hoshi —murmuró Ayanami hincándose a un lado del sujeto y le arrebató la máscara, dejando ver una neutral expresión junto con gotitas del sudor por haberse mantenido por varios minutos en una lucha interminable—. ¿Morir o no morir? Elije.

—Mátame. No sirvo para ANBU si no te pude herir —soltó el chico que parecía joven. Ayanami ladeó la cabeza un poco curiosa ante lo que dijo y le sonrió ligeramente al muchacho, se fijó en su pecho y lo tocó asustándolo, alzó sus cejas sorprendida y retiró su dígito del cuerpo del varón—. ¿No me matarás?

—No, tu estrella aún le falta completarse —habló con seriedad la fémina parándose y tendiéndole la mano al joven, quien la agarró desconfiado—. Tienes suerte, si no tuvieras esa estrella en tu interior te hubiera matado.

—¿Estrella?

—Si investigas un poco sobre mi clan lo sabrás —murmuró luego de verlo parado, agarró su sombrero de paja para ponérselo y agarrar la funda de la katana para así llevársela como un regalo—. Suerte.

Ayanami escondió sus manos dentro de su capa y saltó a los tejados yendo hacia la entrada de la aldea, esperando que sus compañeros ya estén ahí. Su mente revoleteaba ante la destrucción en la estaba su distrito y las ganas de hacerle pagar al líder de la aldea aún seguían presente en su interior, miró a un costado encontrándose a niños correr emocionados hacia sus padres y sintió una presión en su pecho, volvió su vista al camino y aceleró sus pasos sin querer usar el poco chakra que le quedaba.

Los vio en la lejanía esperándola y aterrizó al frente de ellos, sin ninguna palabra comenzaron a correr alejándose de la aldea. Ayanami sacó sus manos manchadas por ese líquido carmesí y un suspiro brotó de sus labios para después esconderlas dentro de la túnica. Itachi la miró de reojo al no verla cerca liderando el camino y percibió ese dolor de nuevo en sus ojos, frunció su ceño y le hizo una señal a Kisame que debían parar, se acercó a la mujer y le tocó el hombro sacándola de ese mundo de recuerdos y pensamientos.

—¿Por qué paramos? —preguntó Ayanami al ver a los dos hombres frente a ella mirándola con neutralidad.

—Ya nos alejamos lo suficiente —informó Itachi entregándole la caja y ella la tomó con cuidado—. Por cierto, ya tenemos los documentos.

—Así es, la pelea que provocaste logró que varios de la guardia del Kage lo llevasen a otro lado y mandaran a otros para ver lo que sucedía; aprovechamos eso y encontramos los documentos. Eres buena para distraer.

Ayanami alzó una ceja ante lo que dijo el mayor y asintió media ida, pero seguía viendo la caja que tanto protegió su padre y suspiró comenzando a caminar para adentrarse al bosque y no estar expuesta a cualquier ninja que pase por el camino. Los varones la siguieron en silencio y se posicionaron a un costado de ella cuando la vieron sentada en el suelo abriendo la caja blanca.

La de ojos blancos se encontró con un anillo que sabía muy bien lo que significaba, sonrió alegre ante eso y agarró unos pergaminos negros que lograron confundir a sus compañeros.

—Solo los del Clan Hoshi pueden leer el idioma de las estrellas que se encuentran en estos pergaminos. El color negro representa la oscura noche y los pequeños puntos blancos que ustedes ven son las estrellas, solo que yo puedo leerlas mientras que ustedes no.

—¿Para qué necesitas los pergaminos? —inquirió Kisame curioso.

—El líder desea que yo aprenda todo los secretos de mi clan al igual que los jutsu, dijo que supo que algo de ahí le iba a servir para algo en un futuro, por lo que me mandó a buscar el pergamino y a aprenderlo —informó Ayanami sin decirle el jutsu que debía aprender.

—¿Cómo es que estaban los pergaminos secretos de tu clan en la casa de tus padres? —interrogó Itachi apoyándose en la corteza del árbol mientras la miraba con seriamente.

Él sabía que algo escondía la mujer, muchas cosas en realidad, y quería descubrirlo a toda costa; quería lograrlo por más que tarde años en saber todo de la mujer. Ayanami soltó un bufido que quería ser una risa para luego mirarlo con ese brillo en sus ojos y la comisura derecha se elevó formando una leve sonrisa. Kisame vio esa interacción entre los menores y algo dentro suyo le decía que algún día esos dos serían algo más que compañeros.

—Mi padre junto con mi madre eran los líderes del clan, ¿por qué crees que mi casa era la más grande y estaba en el centro del Distrito? —dijo Ayanami alzando una ceja.

—Entonces, eres la líder del Clan Hoshi —apuntó Itachi impresionado. La mujer sonrió un poco más ante ese título y asintió.

—Soy Hoshi Ayanami, la última y líder del Clan Hoshi.



—Soy Hoshi Ayanami, la última y líder del Clan Hoshi

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❛ 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 ❜ ;; naruto, naruto shippudenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora