Inesperado (Chad x Ryan)

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Chad y Taylor habían estado coqueteando todo el verano, pero esa noche discutieron. Esa tarde, Taylor había escuchado que Chad y Ryan se habían quedado solos en los vestidores, y luego ella misma los había visto comiendo juntos, actuando tal vez demasiado... "amistosos" entre ellos. ¡Incluso habían intercambiado la ropa! ¿Qué otra cosa podía significar eso, además de lo obvio?

–¡No voy a ser tu tapadera! –le dijo, molesta, y dio su relación por terminada.

*** 

El día siguiente, por la mañana, Ryan buscó a Chad para regresarle su ropa. Lo encontró solo afuera de la cocina, tomando un descanso de sus tareas, recargado en un muro.

–Te morías por deshacerte de esta ropa de plebeyo, ¿cierto? –dijo con una sonrisa sarcástica.

–¿Estás bien? –preguntó Ryan notando su mal humor.

Chad tardó en contestar.

–Taylor terminó conmigo –dijo escuetamente, pero había más. Por un lado era el dolor de la ruptura, por el otro el no acabar de entender el porqué de ella. Además, había escuchado los comentarios de los demás chicos y, al parecer, Taylor no era la única convencida de que había pasado algo con Ryan en el vestidor. Chad no entendía cómo habían llegado a esa conclusión ni porqué le daban tanta importancia. Para colmo se había sorprendido a sí mismo repasando obsesivamente en su cabeza todos los detalles de su día con Ryan, los movimientos del chico durante el juego, sus expresiones faciales, el sonido de su risa, el brillo de sus ojos...

–Oh... Lo siento –le dijo Ryan y le sobó el hombro amistosamente.

Chad lo miró con intensidad, su corazón había dado un brinco violento ante ese simple contacto. Un poco bruscamente, se apartó del muro donde estaba recargado, agarró la cara de Ryan entre sus manos y lo besó en los labios. Ryan lo empujó sorprendido. Tenía la cara roja y descompuesta. Sin decir palabra, dio media vuelta y echó a correr por donde había llegado.

–¡Ryan...! –lo llamó Chad–. ¡Lo siento! –gritó, pero el muchacho no se detuvo.