Inesperado (Chad x Ryan)

4

Tras el primer ensayo en el salón del piano, Chad se acercó a Ryan, quien hablaba con Kelsi, afinando algunos detalles en las partituras.

—Me preguntaba si podríamos quedarnos a practicar un poco más...

Ryan lo miró, pensativo.

—Tú en serio lo necesitas -dijo con humor, después de mirarlo un momento. Pero, Kelsi se colgó su bolso al hombro—. ¿Tienes que irte? -le preguntó—. Supongo que podemos practicar sin música —dijo, dudando.

—Oh... ¿Entonces, es en serio lo de "practicar"?

Ryan la miró confundido. Chad comenzó a reírse sin parar.

—¿Qué?

—¡Ay, amigo! —dijo Chad, entre risas— ¿Entonces, no te enteraste?

—¿Enterarme de qué?

—¡De lo que estuvimos haciendo en las duchas!

—¿En las duchas...? —repitió Ryan, confundido—. ¿Qué les dijiste? —preguntó alarmado al recordar ciertas miradas maliciosas que había sentido sobre él durante el ensayo.

—¡Nada! —dijo Chad—. ¡Ellos lo imaginaron todo por sí mismos!

—¿Entonces, ustedes no...? —empezó a preguntar Kelsi.

—¡No! —casi gritó Ryan, sonrojado.

—Aún no —aclaró Chad, entre risas.

Ryan gimoteó.

—Me siento mal —murmuró—. Hay que irnos a casa...

—Oh, mi amor —le dijo Chad, pasándole el brazo por el hombro—. ¿Me estás invitando a tu cabaña? ¿Tus padres no están?

—¡Para! —le pidió, pero ahora se estaba riendo. Kelsi también se rio un poco.
—¿Entonces, nos quedamos? —preguntó Chad—. ¡Enséñame a bailaaar! —rogó.