♥ 𝕷𝖆𝖘 𝕿𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆 𝕮𝖆𝖗𝖆𝖘 𝖉𝖊𝖑 𝕯𝖎𝖆𝖇𝖑𝖔 ♥

CAPÍTULO V. LA MULTA QUE NOS IMPONE LA VIDA

"El Acto más importante que realizamos cada día es tomar la decisión de no suicidarnos."

ALBERT CAMUS.

    Los días comenzaron a volverse cada vez más oscuros. Pensaba que todo ya estaba solucionado, que había superado este caos que alguna vez comenzó a consumirme. Pero no fue así. El tiempo pasaba muy lento; de hecho, había demasiadas razones para sentirme mal, tantas cosas... un exceso. Cada una de ellas era importante para mí, pero nunca quise dar explicaciones. ¿Qué me dolía más? Esa pregunta era difícil de contestar. ¿Qué era lo que más me había lastimado? ¿Qué recuerdo me dolía con más fuerza? Ahora todo esto es testigo de lo que me sucede; tú eres testigo de lo que padezco. Esta es la razón de mi ser. Sin esto... sin esto no soy nada. Aun así, ¿Qué podría llegar a ser yo?

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    Lo siento. Créeme, no es mi intención acabar con todo lo que me queda. Mis emociones me han superado, y este es el momento de decirte a ti, y al mundo, adiós. ¿Que no lo haga? Bueno, no es algo que haya tomado a la ligera; llevo años, muchos años, pensando en esto... mucho antes de conocerte. Al principio de conocernos, fue hermoso pensar que no lo haría; me cegaste y me hiciste ver la felicidad, y te amo por eso. Pero solo me estaba engañando, creyendo que no tenía una deuda que pagarle a la muerte. Esto es así: he cometido muchos errores, aunque tú no fuiste uno de ellos.

    Lo he pensado, y he llegado a la conclusión de que no quiero herirte, pero si sigo aquí, seguiré lastimando a las personas que me importan. Tú me amas, pero tranquila, con el tiempo lo superarás. Estarás con alguien que te dé mucho más de lo que yo pude darte, y solo quedaré como un recuerdo efímero de los momentos que compartimos. Estaré bien, aunque no mejor que cuando estoy contigo, pero estaré bien. El tiempo y mi pasado me desgarran lentamente, apuñalando mi corazón cuando vuelvo a la realidad. Créeme, no pienses que duermo; te mentí, nunca duermo más de 4 horas, porque cuando lo hago, las pesadillas vienen a mí y me despierto asustado y llorando, y sé que no mereces vivir con alguien así. No me imagino despertándote a las 3 de la madrugada con mi llanto, o que llegues a casa y me encuentres llorando en el piso del baño sin razón alguna. Eres motivo de mi llanto, porque sé que no te merezco, porque sé que no debería estar en tu vida. No quiero hacerte daño, y por eso me voy. Esta decisión no la tomé por ti; tú eres la razón por la que pospuse esto tanto tiempo, pero ya no quiero seguir alargando esta tortura.¿Qué haré con los demás? Es difícil. Supongo que me despediré, sin el cariño que alguna vez les tuve. Me dolió, callé, me herí... sabes que así fue. Siempre hice tormentas en vasos de agua, vasos tan pequeños... y aun así dolía. Dolían las cortadas, dolían los golpes, pero dolían mucho más las palabras. Una sola palabra podía derrumbarme. Siempre imaginé cómo se vería mi dolor si fuera tangible. Mi yo interno debería estar podrido, un vacío que apesta a muerte, cada error, cada ilusión, cada rechazo, una y otra vez... Estoy jodido; ya no hay cura para mí. O había... ¿Crees que la hubo alguna vez?Lo siento, no paro de pensar. Si no soy capaz de hacer esto, sé que nadie leerá estas palabras. Pero quiero huir; sabes que el miedo me atormenta. Ojalá fuera como tú; tienes una forma de ser... eres valiente, fuerte, y, a pesar de todo, siempre me haces feliz. Me gustaría ser como tú; eras mi inspiración para seguir vivo. Bien, ¿Qué hago ahora? Necesito tu ayuda, pero no quiero hundirte en esto. No sé... nunca le conté a nadie nada. Nadie lo supo, y como siempre, me guardé las cosas. Perdóname, pero no quería hacerte sufrir por mis problemas... tú ya tenías suficiente con los tuyos.

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    Solo quiero saber si nací sobre un molde roto... Solo quiero desaparecer. Siento que me ahogo en un mar ajeno, algo que me impide ser yo, que me rompe desde lo más profundo de mi alma. Y deberías saberlo, porque no sabes lo duro que es querer morir, no sabes lo difícil que es no querer estar aquí, aunque esa sea mi responsabilidad. ¿Acaso soy un cobarde? Un cobarde cuyas alas se pulverizan día tras día por las palabras hirientes que llegan hasta lo más hondo de su ser.

    Bueno, a este punto ya no tengo palabras para expresar lo que me está pasando, así que preferiría que no me preguntes. Que te escriba esto no significa que haya dejado de quererte. Eres la persona que más quiero en el mundo. Me he dado cuenta de que te amo desde hace mucho. Te amo más que a nadie, más que a todo... pero también me he dado cuenta de que ya no sirve, y estoy en un punto en el que quiero alejarme de todas las personas que me tratan mal.Es curioso, porque intenté cambiar mi forma de ser. Admiro muchas cosas de ti; tu forma de ser es única, y creo que nunca podré encontrar a alguien como tú. Pero me cansé de los malos tratos. Y lo sé, yo también me dejé llevar por mis problemas y te hice lo mismo en algún momento... pero créeme, la última vez quedó en el pasado. Traté de cambiar porque te veía envuelta en tantos problemas, con tu pareja, con tu futuro, con tu familia, la presión de estudiar... y cambié. Pensé que necesitabas un amigo mejor de lo que yo era, y en lugar de alejarme, traté de mejorar. No siempre te di el apoyo que realmente necesitabas, pero hice todo lo posible por tu bienestar. No me gustaba verte mal; cuando tenías problemas, a veces me ponía a llorar al verte así.Pero el tiempo pasó, y las cosas empeoraron. Comencé a sentir celos, inseguridad... y ahora, he decidido alejarme. Tal vez me perdones, tal vez no, pero no estoy dispuesto a seguir haciéndote daño. Sé que aún tengo cosas que decirle a muchas personas... Pero no quiero hacerte más daño. Sabes que, si alguna vez necesitas algo, siempre estaré para ayudarte en lo que pueda. Discúlpame por todo. No mereces tener a alguien como yo fastidiándote de esta forma.

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    A menudo solemos recordar más los momentos malos que los buenos. Es como decir una mentira; te afecta más que decir la verdad, porque sabes que está mal. Entonces deberíamos recordar más los momentos buenos, para encontrarnos a nosotros mismos.Luego caigo en mí. Ya no es igual, y aun así logro sentirme como la primera vez.