San Valentín

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Una gritona pirata de cabellera lila paseaba por las calles de Star Town sobre un llamativo auto con temática de barco, usando un megáfono donde no paraba de gritar:

- ¡La gran fiesta del Día del amor y la amistad de Star Town se llevará a cabo en el distrito Veraniego! ¡No olvide asistir este soleado 14 de febrero! - en lo que ella gritaba, un risueño robot lanzaba desde sus cañones unos folletos color rosado con los detalles de aquella esperada fiesta.

La amistad y el amor eran valores muy importantes en Star Town, pues los distritos se habían unido por medio de aquellos irrompibles lazos. Famosa era la historia del Bazaar y Retrópolis, cuando el comerciante Mamluk y el intimidante forastero Retro unieron sus terrenos para expandir su economía y prosperar, todo gracias a una gran amistad que se había formado entre ellos.  A partir de ese entonces, los demás distritos se fueron fundando hasta llegar a conformar Star Town. Era una festividad estimada por todos, por lo que era una de las más importantes.

Aquel piratezco carro iba pasando frente a la calle donde vivían los Piepequeño. El hijo mayor escuchó atento el anuncio, se encontraba sentado en su cama mensajeando con su ya mejor amigo cuando una hoja rosa entró volando por su ventana abierta. Curioso por cómo había llegado el folleto a su habitación, la tomó y leyó:

Gran Fiesta del Día de San Valentín
Distrito Veraniego
14 de febrero, 17:00 pm.

Había escuchado de aquella fiesta, Sandy le había mencionado que era una festividad casi tan importante como la Navidad en Star Town. Su melliza ingresó a su habitación en busca de su cepillo que siempre tomaba el mayor,ambos tenían el cabello igual de poblado y casi igual de largo.

- ¿Escuchar sobre el sábado? - se refería al tan aclamado San Valentín.

- Síp, se escucha interesante.

- Nita querer ir - se sentó al lado de su mellizo y peinó su quebrado cabello, ni lacio ni ondulado, en una coleta - Nunca haber ida a playa -

- Claro, solo hay que avisarle a papá - también pensaba que podría ir acompañado de Sandy. Al fin y al cabo, también se festejaba la amistad.

××   ××

León se encontraba ya trabajando, eran las 4:00 am. y Sandy estaba profundamente dormido leyendo el sueño de un chico de pelo negro y aspecto emo. Como ya era su costumbre, no apartaba su mirada de los bonitos rasgos del moreno, estando hoy muy cautivado por lo linda que era su nariz, aprovechando la inconsciencia ajena para pasar la yema de su dedo índice por el respingado puente de Sandy. A veces se hacía a la idea de que normalmente el ojirosa lucía bastante tierno, pero si se arreglaba de la forma correcta, podría incluso parecer algo más sensual. No era que él no tuviera su encanto físicamente, en realidad poseía un cuerpo sexy: a veces solía observar disimuladamente lo fina que se veía su cintura o sus marcadas clavículas, incluso cuando usaba pantalones algo ajustados se podía observar que sus piernas eran muy lindas. Sandy no sólo era guapo, también era sensual. Un notorio sonrojo se apoderó de sus mejillas tras su conclusión.

- ¿Qué mierda estoy pensando? - de inmediato despejó sus pensamientos al ver que el menor estaba despertando. A veces se avergonzaba de sí mismo al descubrirse chuleando más allá de un límite amistoso a Príncipe, ¿acaso considerar a tu amigo atractivo estaba mal?. Mantuvo su mirada alejada del de suéter morado lo más que pudo, notándolo el mencionado, quien tras terminar de atender al chico, giró su silla y le dedicó toda su atención a su guardaespaldas.

El Principito [ Leondy ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora