Capítulo 4: ¡Dame un chocolate!

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Nowaki

-...Y eso fue lo que paso

No entendía porque Miyagi-sensei y Usami-sensei me miraban con cara extraña. Al menos les conté lo que paso sin socorrer ningún detalle. Me preocupaba dejar a Hiro-san por tanto tiempo dentro de la habitación, pero era la única forma para hablar con los senseis.

Usami-sensei se levanto y tomó un cigarrillo. ¿Acaso no para de fumar?

-Nowaki, te encargo una tarea- Suspiro-. Necesito que recupere la memoria lo antes posible. Kamijou es el único que lee mis manuscritos y dice todo sinceramente, por mala suerte, antes de enviarlos a la editorial. Aunque, ¿puedo seguir trayendolos?

-Claro- Dije

Miyagi-sensei le robo un cigarrillo a Usami-sensei y me miró.

-Apoyo a Akihiko. Si Kamijou no va a a trabajar pronto a la universidad, estaré en problemas. Solo lleva la justificación y listo, solo convence al director para no despedirlo, ¿quieres?

-Si

Esto se estaba volviendo un problema más grande.

Hiroki

Nowaki aún seguía con Akihiko y ese hombre en la sala. No sabia que hacer así que me tire en la cama y me quede mirando el techo.

-¿Yo soy... malhumorado?

-Estas más amable que la semana pasada. Espero que no se vuelva una costumbre

Ese hombre. Akihiko. Se veía tan sereno, tan inexpresivo, pero aun así lleno de sentimientos. Me siento extraño al pensar en eso, parecía ese tipo de hombre que, cuando se enoja, te puedo tumbar de un golpe.

Aggg... ¡¿Por qué estoy pensando en él como si me gustará?!

Pero, ¿Y si me gusta...?

-¡Hiro-san!- Nowaki apareció en la puerta con su típica sonrisa en la cara- Hola, lo siento por demorar. Pero, traje la comida así que vamos

Me levanté de la cama con la cabeza mareada. Necesitaba comer, creo que seria lo mejor en este momento.

Fuimos a la mesa y comimos.

Cada vez era más raro estar así con Nowaki, no hablábamos, ni siquiera nos mirábamos. En un momento de incierto, decidí decir algo.

-¿Quien era ese hombre?- Mierda

Levantó la mirada, mostrando una sonrisa agotada.

-Ah, ese era Miyagi-sensei. Uno de tus compañeros en la universidad...- Se tapó la boca como si estuviera diciendo algo prohibido- Lo siento, Hiro-san. He dicho demasiado, quería esperar a que recordarás, pero no soy capaz de mentirte

-No importa.- Subí y baje la mano-. Trataré de recordar por ti

Suspiro mirando la sopa.

-Normalmente, dirías algo como "estúpido, Nowaki" o "¡no digas cosas cursis. Sabes que puedo hacerlo, baka". Pero ahora solo dices que es por mi... Hiro-san, te extraño- Unas lágrimas locas empezaron a caer por sus ojos, mojaban sus manos una parte de la mesa- No creo aguantar más. No puedo pasar fingiendo o no hacer nada para que me recuerdes, eso sería perder la batalla sin haber luchado. Hiro-san...- Se levantó y me miró- ¡Haré que me vuelvas a querer sin importar que!

Mi corazón empezó a correr a mil por hora, sentía mis mejillas calientes y un impulso incontrolable de abrazarlo... ¿que me pasaba? ¿este era el yo de antes? ¿A que se refería Nowaki con querer?

Tenía demasiadas dudas en la cabeza y un remolino que se revolvía en mi mente.

-Hiro-san, ¿crees que puedas quedarte solo y dormir por lo menos, más temprano?- Pregunto tomando su bolso

Suspire. Sentía los ojos cansados y un hambre enorme. Obvio, no he dormido en tres días por estar revisando exámenes y más exámenes, y trabajos atrasados. Idiotas, deberían hacer sus deberes antes para darme menos trabajo.

-No lo creo.- Pronuncie equivocandome en un examen. Pobre Takahashi, le puse un 50 en vez de un 96

Hubo un silencio en donde pensé que Nowaki ya se había ido, pero en realidad seguía en el departamento, solo que ya no en la entrada.

Sentí unos brazos cálidos abrazar mi cuerpo. Quede un poco pasmado, mirando directo al frente, bajando el lápiz.

-Hiro-san, esta muy cansado. Debe dormir o se caerá del sueño- Susurro en mi oído

No sabia que decir, casa vez que Nowaki hacia eso no sabia que hacer. Mi corazón latía tan rápido y solo quería que se quedara así toda la noche. Pe-pero, tengo trabajo.

-Ok, dormiré. Pero tienes que darme algo a cambio- Cruce los brazos

Su respiración bajo hasta el lóbulo de mi oreja, que empezó a morder y chupar. Su boca bajo hasta mi cuello, y empezó a besar y lamer.

-N-no...- Trate de decir- ¡No era eso, pervertido Nowaki!- Le grite lanzándolo lejos ¿Qué estaba pensando?

Se levantó del suelo y sonrió.

-Ok, ok, pero eso me lo debes, Hiro-san. Entonces, ¿que quieres? 

Lo mire de la forma más madura posible.

-Un chocolate- Susurre deseando que no me allá oído

-¿Un chocolate?- Repetío confundido

Me sonroje. Mierda.

-Si, ¡dame un chocolate!  Me gustan, hace tiempo que no los como y me sirven para concentrarme

Cerré los ojos. Maldita vergüenza, maldito Nowaki que me hace sentir así

Pasó su mano por mi cabello, revolviendolo y desordenandolo.

-Ok, Hiro-san. Te comprare unos chocolates

¡Recuérdame! (Hiroki y Nowaki) (Yaoi) (Junjou romántica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora