¡Recuérdame! (Hiroki y Nowaki) (Yaoi) (Junjou romántica)

Capítulo 12: La zorra

Hiroki.

Tenia que ponerme a trabajar. Había pasado varios días desde que me dieron un libro para criticar, y mañana tenían que empezar a editar la revista. No tenía tiempo para nada más que seguir leyendo. Era increíble que me pagarán por esto.

La lectura era interesante, el libro tenía un tema pesado, pero sabía que podía dominarlo si me dedicaba al cien por ciento en leerlo.

Nowaki se había ido desde anoche, pues tenía turno hasta tarde, así que me dio tiempo para concentrarme.

Aun así, las posibilidades de que este libro sea vendido eran bajas, podía meter temas interesantes para darle una oportunidad al lector, después de todo, todos tenemos diferentes gustos y nos pueden gustar cosas que a otras personas no.

Iba en una parte que me atrapó de improvisto, así que seguí leyendo, pero el teléfono empezó a sonar.

Trate de ignorarlo, pero seguía sonando así que tuve que ir a atender.

-Hola-. Salude enojado

-¡Kamijou, ven, apúrate!-. Me grito la voz apurada detrás del teléfono

-¿Miyagi-sensei?-. Pregunté confundido

-¡No, tu mamá, idiota! ¡CLARO QUE SOY YO! ¡AHORA VEN A LA UNIVERSIDAD SI NO QUIERES QUE TE... O-OYE, BAJA ESO, IDIOTA, BAJALO...!

Y se corto.

Mire la hora y suspire. Si me llamo poco menos muriéndose, debe ser por algo.

Tome mi chaqueta, me puse los zapatos y salí a la universidad. La ventaja era que quedaba cerca y podía caminar a paso rápido sin apurarme.

Cuando llegue al departamento de literatura, lo primero que vi fue un revoltijo de papeles, mesas dadas vuelta y la impresora en el suelo.

-¿Q-Qué ocurrió aquí?-. Musite

Detrás de una mesa, salió Miyagi-sensei gateando y con la ropa rota y su cabello desordenado. Me abrazo las piernas y empezó a llorar.

-¡Ah, Kamijou, que bien que vienes. Pensé que moriría sin ti. Que bueno que llegaste!

Este idiota...

-Deje de quejarte y dígame que ocurrió aquí-. Replique levantándolo del suelo

Él se limpio un poco y me miró.

-Bueno...

-¡SENSEI!

Una hoja brillante paso por encima de nosotros. Tropecé hacia atrás mientras que Miyagi-sensei se lanzó hacia un lado. Todo fue como un reflejo de un rayo. Mire hacia donde cayó la hoja para darme cuenta que era de un espadachín.

-P-pero ¿Q-Qué?...

-Kamijou-sensei, vino a divertirse con nosotros

Esa voz.

La espada se movió y se posicionó en mi garganta.

-Teru-san, suelteme-. Replique sin miedo

-Tendrá que darme algo a cambio

Mire a Miyagi-sensei aunque ya no esta donde debería. Mierda, iba a morir. Espero que en mi testamento diga "Dejenle mis ojos a Miyagi You para que sienta la culpa de no ayudarme". Así verá ese idiota...

-¡Ah!

La espada cayó a un lado en la mano de Teru-san. Me di la vuelta y note que Miyagi-sensei tenía una corchetera en la mano.

-¡Eso duele, estúpido!-. Se quejo Teru-san

-¡Bueno, si no querías que te dañará, no debiste empezar a traer esa cosa a la universidad. Sabes lo que te dijo el director!