Capítulo 5: Nuevo profesor de literatura

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Nowaki

-Vamos, Hiro-san. Levántate

Está era como décima vez en la mañana que trataba de despertar a Hiro-san. Después de que anoche le dije eso y se desmayara y repitiera chocolate a cada momento, lo lleve al hospital y me dijeron que le harían más exámenes, pero que siguiera tratando de recordar.

Tenia planeado ir a la universidad con Hiro-san para darle la justificación al director y de paso, que recuerde algo. Pero Hiro-san no despertaba.

-¡Hiro-san, sal de la cama!- Le grite tomándolo de la cintura y subiendolo a mi hombro- ¡Hiro-san!

-Solo un poco más, mamá, quiero soñar con los dinosaurios- Balbuceo manchándome con su saliva

Cuando entramos al baño, llene la bañera con agua y lo lance para que despertará.

-¡¿Qué haces, estúpido Nowaki?!- Grito abriendo los ojos como loco

-¡Kyaaa...¡ !Hiro-san lo recordó!- Me sentía tan feliz al escuchar su antigua presencia

-¡¿Qué estás diciendo?! ¡Siempre he estado aquí! ¡Ahora, sacame o...!

Me miró por un largo momento, no se movía, ni siquiera pestañeaba. Era extraño y quise sujetarlo para llevármelo, pero de un segundo a otro, reaccionó.

-¿Q-Qué estoy haciendo aquí?- Observó el agua con extrañeza- ¿Por qué me duele la cabeza?- Se la sujeto- ¡Ah! Es como si me estuvieran martillando por dentro. Mejor salgo de aquí. Ayúdame, Nowaki

Aún estaba un poco impactado por el cambio de ánimo y rol de Hiro-san. ¿Qué significaba esto? Tal vez esta volviendo a recordar, pero es extraño como lo hace. Ilógico en todos los sentidos.

-Nowaki, Nowaki. Hola, Kusama-san. Llamando a Nowaki al planeta tierra, ¿me escuchas?

Desperté en el instante, percatandome que Hiro-san me hablaba nervioso y preocupado.

-Ah- Dije un poco cansado de mente

-Bueno, es mejor que me vista y... mmm... ¿Qué querías hacer?

Lo ayude a salir de la tina para dejarlo mojado y tibio en el suelo.

-Tenemos que ir a justificar tu falta a la universidad M. Te llevo a ti y los papeles como prueba. Así que vístete y vamonos.- Avance a la puerta-. Ah, y Hiro-san...- Él me miró por un instante en los que nuestros ojos se encontraron-. Ten cuidado con el piso mojado, te puedes resbalar

Hiroki.

-¿Recuerdas la vez en la que volví de Estados Unidos y me golpeaste en el aeropuerto?- Dijo con una sonrisa tranquila

¡¿Acaso era masoquista por recordar eso?!

-¿Como iba a olvidarlo?- Tome un poco más de mi café

-Cuando te vi allí, enojado y alterado, me sentí tan bien al darme cuenta que no habías cambiado-. Se frotó los ojos-. No se que haría si cambiarás. Pero no me importa, con tal de que seas tu, no importa

¿Por qué tenía esos dolorosos sueños? ¿Por qué aparecía Nowaki en ellos? Y lo más importante ¿Por qué los sentía tan vividos? Debió ser el agua, si debió ser eso.

Después de secarme y vestirme, fui a la universidad M con Nowaki. Me sentía tan raro en ese lugar, un montón de chicos me saludaba, me miraban con temor o simplemente esquivaban la mirada. Hubo un momento en el que un muchacho de ojos verdes y cabello café oscuro, choco conmigo y empezó a disculparse exageradamente. Parece que tengo una mala reputación en este lugar.

Fuimos donde el director y Nowaki le explico toda la situación. Por mi parte, solo me dispuse a observar y escuchar. El director dijo que hasta que no me recupere, debería quedarme en casa y llevarme mis cosas porque sabía que esto tomaría mucho tiempo. Llamó a alguien y me dijo que fuera a buscar mis cosas.

-¿M-me esta despidiendo?- Susurre

-¡No, no, no, Kamijou-sensei! Solo que no puede llegar el nuevo suplente y que estén todas sus cosas tiradas por aquí. Será por un tiempo, puede venir a la universidad cuando guste

Me sentí bien al escuchar eso. Aunque sentía que tenia serios intereses sobre la literatura, no podía pensar en ella como tal, me comía la cabeza tratar de recordar algo sobre esa área.

Nowaki me acompañó a la oficina de literatura. Donde, efectivamente, esta ese tal Miyagi-sensei.

Él nos miro a los dos, y sin aviso, se lanzó arriba mio.

-¡Ah, Kamijou, te extrañe tanto! ¡¿Sabes? Ayer la pase muy mal con TODO el trabajo!

-Sensei, suelte a Hiro-san- Dijo Nowaki mientras trataba de apartarlo

-¡Esto es tu culpa, Kusama!- Lloriqueo

Una mano se posó en el hombro de Miyagi e hizo que se pusiera como el hielo.

-Miyagi-sensei, ya escucho al chico. Suelte a Kamijou-sensei

Era una voz firme y autoritaria. Miyagi me soltó y fue a su escritorio a tomar un cigarrillo. Esa voz era de un hombre, un poco más alto que yo, de cabello castaño y ojos de felino. Me miraba con una gran sonrisa y un toque de fiereza.

-Hola, Kamijou-sensei- Me saludo tomando mi mano-. Soy el nuevo profesor de literatura. Yukiteru Uyinn, pero usted me puede llamar Teru-san

Esa voz... era calmante. No supe más que asentir por el asombroso, y hermoso, rostro de esa persona. Me daba paz, me hacía pensar. Parecía un ángel caído del cielo... ¿Por qué estoy tan sentimental este último momento? Nunca más comeré huevos en la mañana.

Teru-san me explico lo que haría y que no me preocupara por nada. Me dijo que si el tenía alguna duda, me llamaría para ayudarlo.

Cuando saque las primera cosas y cruzaba la puerta detrás de Nowaki, sentí su mano sobre mi hombro.

-Eres muy lindo, Kamijou-sensei. Deberías venir más seguido

Sentí como mis mejillas se sonrojaban ante lo que había dicho. ¡Yo no era lindo!... ademas, ese comentario me lo hizo un hombre. Se sentía tan extraño proviniendo de alguien como él.

-Lo siento, Teru-sensei.- Unos brazos me agarraron las muñecas para lanzarme hacia atrás-. Pero Hiro-san viene conmigo

Parecía como si una competencia de miradas invadiera el lugar. ¿Por qué Miyagi no hacía nada? Y lo peor era que yo no sabia que hacer.

No entendía a estas dos personas.

¡Recuérdame! (Hiroki y Nowaki) (Yaoi) (Junjou romántica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora